Nuestra relación volvió a tomar su curso de siempre. Tan perfecta como lo era antes. Pero algo dentro de mí me vociferaba que estaba siendo engañada. Que me eras desleal.
De vez en cuando, cuando salíamos, te veía mirar a ciertas chicas. En otras ocasiones, las excusas se hacían presentes. Se te descomponía el auto, tenías trabajo extra que hacer, te tocaba reunirte con unos compañeros a estudiar o simplemente no podías ir a recogerme.
Y entonces todo iba en declive. Otra vez.
Cuando cumplimos un mes más de nuestra relación, te limitabas a felicitarme o enviarme un mensaje de texto, poniendo como excusa cualquier tontería.
Y sabía que algo pasaba.
Te amaba. Te quería para mí, y el hecho de compartirte me era repugnante. ¿A qué mujer le gustaría compartir a su pareja?
Pero cada vez que de alguna manera u otra te preguntaba, me decías que no existía otra mujer en tu vida. Que yo era tu amor eterno.
Pero solo era otra más de tus mentiras llenas de manipulación.
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Notas teñidas de sangre © [Notas #1]
General FictionPrimer libro de la bilogía «Notas». Aclaración: la segunda parte la pueden encontrar accediendo a mi perfil, estando como «Notas impregnadas de olvido © [Notas #2]». * «Él ya no está, y ella escribe con el corazón en la mano, mientras tiñe las notas...