«Folio veintinueve»

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—¿Qué se supone que buscas? —fue lo primero que pregunté cuando te levantaste y estuviste lo suficientemente lejos como para no escuchar.

—¿De qué? —preguntó la platinada con una ceja arqueada. Su rostro expresaba confusión, sin embargo yo no le creía. El papel de mosca muerta me lo conocía.

—¿Te interesa él? —cuestioné directa.

—Ya que nos estamos hablando con sinceridad... —meditó—. Sí, me interesa. Pero sé respetar las relaciones, querida. Así que no debes preocuparte por nada.

Cruzó sus piernas y sorbió de lo poco que quedaba en su vaso. No dejaba de alzar la ceja y me incomodaba cada vez más.

—Eres una perra —respondí tajante.

—¿Perdón? —expresó, ofendida.

Ni siquiera intenté repetírselo. La furia me cegó, te lo admito. Y así fue como terminé sobre ella, marcando su rostro con arañazos mientras ella profería alaridos y quejares.

De un momento a otro las personas se aglomeraron a nuestro alrededor.

De un momento a otro unos brazos me levantaron.

De un momento a otro te vi, gritándome que qué mierda hacía.

De un momento a otro me fui del lugar, jurándote que esa vez no te perdonaría.

¿Por qué simplemente no lo pude cumplir? ¿Por qué siempre volvía a caer en tus redes? Estoy segura que si desde un principio yo hubiese entablado distancia, no estaría sumida en mis propios males rodeada de mis demonios.

Y todavía peor, rodeada de tus recuerdos.

*

*

Chan chan chan chaaaan...

Cuenta regresiva de capítulos. (?) ¿Cuántos faltan?

¡Cuatro!

Los quiere y los tortura,

Valerie Rosette A. Lovelle.


Notas teñidas de sangre © [Notas #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora