«Folio cinco»

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En la cafetería, me tendiste una servilleta con tu número grabado en ella. Quedé perpleja cuando te levantaste y te fuiste, diciéndome que tenías cosas que hacer; pero que no olvidara llamarte algún día si lo necesitaba.

Y yo esperaba la situación y el momento adecuado para hacerlo.

Dos semanas después, te texteé con el corazón en la mano. Tu respuesta me dejó viendo avecillas en el aire.

«Pensé que te habías olvidado de mi, Pétalo»

Mi respuesta fue enviada de inmediato, con una sonrisa soñadora.

«No podría olvidarte, aun si quisiera»

Y sigo sosteniendo esas palabras. El olvidarte es un sueño imposible que aun lucho por lograr.


Notas teñidas de sangre © [Notas #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora