«Folio treinta»

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Los días posteriores a la fiesta no me llamaste. Veía el móvil cada dos por tres. Me distraía en mis clases pendiente a tu llamada.

Pero ni siquiera me enviaste un texto.

Mis manos no paraban de estrujarse una con la otra todo el tiempo. Tronaba mis nudillos, incomodando a los que me rodeaban, sin embargo poco me importaba. Algunos, aparentemente preocupados o curiosos, me preguntaban si estaba bien. Yo automáticamente respondía que sí, pero no era cierto. Moría por verte. Por arreglar las cosas. Por volver a tus brazos. Por sentir tus labios. Por escuchar tu voz llamándome Pétalo. Por estar contigo otra vez.

Mi padre insistía en que me abriera con él. Que le contara qué había pasado. No obstante, no sabía nada más que lo que en su mente suponía. Yo no me atrevía a decirle que habíamos terminado. O que eso parecía.

Porque me negaba a dejarte ir.

Y después de varias noches en velas, me dije que debía ir a buscarte. Que no tenías la culpa de que otra zorra se te ofreciera. Que yo sabía que me serías fiel. Que solo me querías a mí.

Y que todo se arreglaría.

Todavía sigo creyendo esa mentira que me creé.

*

*

I'm back, sweetnesses. :3

¿Cuánto quedan?

¡Sí, tres!

Bien, ya, dejo lo cruel a un lado y paso con un corto aviso. Como verán (o quizá no porque Wattpad tarda en actualizar) he cambiado la portada de la historia. :3

Sí, es parte de la sorpresa. Pero solo una pequeña partecita. Si se preguntan qué tiene que ver una portada en la sorpresa, espérense al día del último folio. (?)

Por eso les reitero: por favor, si les gusta la historia, no la saquen de sus bibliotecas. Al menos para que sepan de qué va todo aquello que tengo planeado.

Valerie Rosette A. Lovelle.


Notas teñidas de sangre © [Notas #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora