Capítulo 4

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-¿Estás bien, Becca? -era Naneth.

-Sí, ¿me llevas a casa?

-Eso es una orden -me abrazó-, vámonos mi camioneta está más adelante.

-Esto no se quedará así -Tock lanzó una promesa-. Vendré a por ti.

Camino abrazada a Naneth, miro por encima del hombro y veo como Tock se aleja.

Naneth me ayuda a entrar a su camioneta, me abrocha el cinturón. Suspiro aliviada. Luego la rodea y entra en ella. Llevamos aproximadamente treinta minutos en carretera sin cruzar palabra alguna, hasta que él rompe el silencio.

-¿Quién era ese, Becca?

-No quiero hablar, Naneth.

-¿Cómo puedes decirme eso? -alza la voz- Te estaba agrediendo, por favor habla conmigo.

La verdad no tengo ganas de hablar, solo quiero llegar a casa y acurrucarme en mi cama. No entiendo cómo me encontró, llevo huyendo de él casi dos años. Pasamos muy buenos momentos, pero no todo es color de rosa. Es difícil confiar en los demás y más cuando sientes que esa persona ya forma parte de ti, que te hace reír, te hace ver lo linda que es la vida y que arriesgarse es la mejor manera de descubrirse a uno mismo. Aparecen sentimientos nuevos y con ellos un montón de problemas, quizás todo sería sencillo si naciéramos con un manual -sonrío ligeramente.

No recuerdo haber conocido a Naneth en mi infancia. Luego que me dieron de alta en el hospital había un chico alto, de aproximadamente 1.65 cm, que sonreía como si yo fuera su Samsung Galaxy S2.

-¿Cómo te sientes, pequeña? -dijo el desconocido frente a mí.

-Emm, bien supongo. ¿Quién eres tú?

-Soy Naneth, un viejo amigo, íbamos al mismo colegio. Nos conocimos cuando jugábamos béisbol en primaria. Eras la peor bateadora de la liga.

-Umm, ya. ¿Qué haces aquí?

-He estado pendiente de ti todo este tiempo. Desde que sufriste de amnesia, solo recibía las noticias por parte de tú hermana. Nunca me mencionó donde podía encontrarte así que me tome la tarea de investigar un poco y aquí estás. Vine a llevarte a casa.

-No tengo casa... Brianna no pagará la que tengo y... -no me dejó terminar.

-Esa es tú casa. Y lo seguirá siendo hasta que lo decidas. Yo me haré cargo de ti hasta que vuelvas a ser la misma. Te doy mi palabra.

-No tienes por qué hacerlo, buscaré... -colocó un dedo en mis labios, para que me callara.

-Lo hago porque quiero, eres muy especial para mí -aseguró.

-Soy una cobarde.

-No, no es así. Sufriste una sobredosis, Becca. Algo grave te tuvo que haber llevado a ese estado.

-Sí, fue la peor experiencia de mi vida -comenté mirando al vacío.

Naneth me ayudó a establecerme, me consiguió trabajo en una biblioteca. Fue él quien me ayudó a continuar con mi vida al igual que Bullson. Le debo mucho a ambos...

Miro a mi izquierda y veo a Naneth con el ceño fruncido, los nudillos blancos, está ligeramente pálido.

-¿Naneth?

-Ahora no, Becca -me dice tajante.

-No te enojes, por favor.

-Ese idiota te iba a obligar a irte con él, sino llego a tiempo no sé qué hubiese pasado -se pasa las menos por la cabeza.

-Se llama Tock. Lo conocí hace unos años en un bar, me estaba cortejando yo no quería ningún vínculo. Me intentó tocar y le di su merecido. Días después me lo volví a encontrar, fue más amable hasta me regaló seis columbine rocky mountain.

-¿La flor azul que tanto te gusta?

-Sí, todavía no sé cómo supo que era mi flor favorita -sonrío-, pero todo cambió cuatro meses después, estaba muy agresivo, ya no hablaba conmigo. Me jaloneaba hasta intentó ahorcarme.

-Ese bastardo, mal nacido -golpeó el volante haciéndonos girar a la izquierda.

Naneth trató de controlar la camioneta, pero no pudo. Pisó el freno y el carro dio una vuelta y caímos estrepitosamente al suelo. Por no llevar el cinturón de seguridad, salió disparado por la ventana. No me puedo mover, intento buscarlo con la mirada.

-Naneth, ¿dónde estás? -pregunté, pero no recibí respuesta. A lo lejos veo que alguien se acerca corriendo a mí.

-Mi amor, ¿estás bien? -es Tock, me acaricia la mejilla.

-¿Qué haces aquí? -estoy confundida.

-No podía soportar que te fueras con ese imbécil, los seguí y mira como te encuentro.

-No sé dónde está Tock, búscalo y sálvalo por favor, Naneth es mi amigo -le supliqué.

-Daría todo por ti, pequeña. Lamento tanto todo lo que te hice. Merecías que te tratara como una reina y lo arruiné, las mentiras se apoderaron de mí, me dejé manipular. Lo peor que pude hacer fue jugar contigo. Discúlpame Becca -sus ojos pardos estaban nublados.

-Tock, yo nunca he dejado de amarte. A veces el amor duele. Hace daño, te hace cometer locuras, te ciega de la realidad incluso llega a confundirte -tocí-, pero si es verdadero supera hasta las batallas más difíciles. Te perdono -volví a tocer-, mas no puedo olvidarlo.

-Puedo vivir con ello preciosa. La ambulancia viene en camino, saldrás de esta.

-Encuentra a Naneth.

-No pienso dejarte -aseguró.

-Estaré bien, ve por él.

-Está bien -me besó en los labios-. Te amo y lo haré por siempre, porque cuando uno ama de verdad, lo hace hasta la eternidad.

-Yo también te amo, Tock.

***

Escucho un ¡beeb! Otro ¡beeb! y muchas voces...

-¿Para qué me llamaste?

-¿Es que no lo ves? -le espetó ella.

-¿Por qué está Becca aquí?

-Tuvo un accidente automovilístico hace tres días. Y sería bueno que le recordaras quién eres.

-Sabes bien que ella me odia.

-¡Está inconsciente, tonto! Ni siquiera se mueve. Es tú oportunidad.

-No puedo hacer eso. Tock anda tras ella otra vez.

-¿Y qué? Estará semanas incluso meses en esa cama. Tú presencia le hará bien -sonrió-. La quiero muerta, Dudson.

-No la joderé más.

-Pues te toca o ¿prefieres que Rosario pague por la desobediencia de su hermano?

-Aléjate de mi hermana, perra.

-Te di una orden, cúmplela o tu hermanita lo lamentará. A mí no me tiembla la mano, hoy puede estar contigo mañana en el cementerio -se quedó en silencio-. Estarás aquí con Becca, vuélvela débil, recuérdale todo lo que le hiciste...

Que alguien me ayude, él está aquí. ¿Por qué Brianna me quiere muerta? ¿Por qué me quieren hacer daño? No puedo moverme, ni siquiera puedo hablar. Quiero verlos, que se den cuenta de que los escuché.

Dudson es el ser más despreciable de todo el mundo. Lo único que quiere es que su hermano sea infeliz y la mejor manera de hacerlo es a través de mí...

**Para aclarar, Becca se encuentra sé mi-inconsciente. Por esa razón dice las cosas sin pensar**

Regresa a mí de Ana G. Best [Parte I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora