Capítulo 24

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Me siento al lado de mi mamá y le digo que me siento mejor teniéndola cerca.

-He esperado por años ver tu delicado rostro. Y estás aquí hoy, conmigo.

-Mamá no quiero separarme nunca de ti.

-Te lo prohíbo, ven abrázame -la abrazo y rompo en llanto-. ¿Qué sucede?

-Mamá no tienes idea cuantas veces han intentado matarme, me han hecho mucho daño.

-¿Matarte? Pero... ¿Quién?

-Brianna y aquellos que decían quererme. Hace poco estuve con ella, me contó todo lo que hizo, me apuntó con un arma y...

-¡Virgen de las Mercedes! -exclamó.

-Mamá, calma. Estoy bien.

-Hay que rendirles cuentas a las autoridades. ¿Sabes qué tipo de arma era?

-Mi amigo me dijo que el arma era automática y él fue el que me salvó. Llegó a tiempo y le disparó a Brianna. No creo que lo acusen de intento de homicidio.

-Esa chica es un bicho muy cruel.

-Sí que lo es.

-Te noto preocupada, ¿qué sucede?

-Nada, solo quiero descansar.

Voy a la habitación que me asignó mi madre, me doy una ducha la necesito para calmar mi ansiedad. No sé, pero deseo abrazar a Davon con todas mis fuerzas. Me siento frágil y vacía cuando él no está junto a mí. Le he hecho mucho daño y no sé cómo recompensarlo. Soy nueva en esto no he tenido la oportunidad de amar ya que me suelen traicionar muy a menudo. Me cuesta entregar mi corazón, pero sé que él es bueno y quiere hacerme feliz.

¿Y si me entrego por completo a él y me hace añicos? ¿Cómo podré sobrevivir sin él?

Algo en mí me pide a gritos que no ceda; sin embargo, sus ojos suplicantes anhelan una oportunidad. Me hace feliz. No puedo dejarlo entrar, sé que llegará alguien más y lo alejará de mi lado.

«Detente, Hayli»

Salgo de la ducha muy abrumada, debo seguir sin él. Olvidar su espléndida sonrisa, odiar su intensa mirada, debo decirle adiós a todo lo que me ofrece.

Termino de arreglarme y me meto en la cama. Intento dormir, pero se me hace difícil. Busco dentro de mi maleta, algún abrigo, unas botas de cuero y mi bufanda de la buena suerte.

-Hija, ¿a dónde vas?

-Debo resolver algo.

-Ten -me lanza las llaves de su auto- lo necesitarás, buena suerte. Y si vas a regresar que sea con una sonrisa, ¿entendido?

-Gracias mamá -bajo las escaleras a toda velocidad, subo al auto y me aferro al timón.

Me siento muy nerviosa, no sé qué esperar. Siempre llegamos al punto en donde nos da miedo encariñarnos con alguien porque sabemos que tarde o temprano se irá de nuestras vidas y solo nos toca dejar que el tiempo corra para enfrentarnos a la realidad.

Enciendo la radio y suena: Without you de David Guetta ft Usher.

I can't win, I can't reign

I will never win this game without you, without you

I am lost, I am vain,

I will never be the same without you, without you

I won't run, I won't fly

I will never make it by without you, without you

I can't rest, I can't fight

All I need is you and I, without you, without you.

¿Qué demonios hice? ¿A quién engaño? No puedo estar sin él, lo tengo que recuperar. Piso el acelerador. Me estaciono afuera del restaurante:

La Casa del Pregonero.

Respiro profundo, salgo del auto, meto las llaves en el abrigo y cierro la puerta.

Veo a un sujeto sentado, me acerco lentamente a él y mi corazón lo reconoce.

-Hola -dije tímidamente, se levantó súper rápido y me atrajo a sus cálidos brazos.

-Volviste -dijo con voz ronca.

-Ya no sé continuar sin ti, me has hecho dependiente, sin tu mirada me pierdo, sin tu sonrisa me siento triste. No me dejes escapar, por favor.

-Hayli, nunca he pedido que te marcharas. Sé que es muy pronto para decirte esto, pero... Estoy enamorado, me tienes hechizado. Quiero que seas solo mía sin limitaciones, sin dolor, sin forzarte a nada. Quiero entregarte todo de mí porque te pertenezco.

-No sé qué decirte.

-Dime que aceptas ser mi novia, dime que serás mi novia por mil años más. Dilo frente a las estrellas que estaremos juntos hasta que el destino lo decida, prometo hacerte feliz todos los días, dame la oportunidad de ser tu príncipe de color.

-Voy a aceptar con una condición.

-¿Cuál? La que quieras.

-¿Puedes ser mi príncipe azul eléctrico?

-Seré azul marino, azul celeste, azul eléctrico. Puedo ser lo que sea por ti. Mujer, bésame antes que muera de la emoción.

Unimos nuestros labios y sé que todo será diferente junto a él.

Llevamos dos semanas juntos y ha sido una locura. Davon es tan atento, dedicado y tan espontáneo que a veces siento que merece algo mejor, sus besos, sus abrazos me transportan a un mundo en donde solo estamos él y yo. Tienes sus momentos de payaso, me río como loca y me cuesta dejar de hacerlo. Él saca lo mejor de mí, no puedo decir que con su presencia me siento gorda o fea. Al contrario, me siento una muñequita de cristal gracias a Dios todo marcha bien.

-My Sky, close your eyes.

-Listo -agarra mi mano y siento que coloca algo en mi muñeca.

-Ábrelos -me miro la mano izquierda y quedo maravillada con este precioso objeto.

-¿Qué es? -le pregunté.

-Es un ouroboro, significa eternidad. Quiero estar contigo hasta el fin de los tiempos. Me has mostrado un mundo de color y el viaje ha sido asombroso, he aprendido a amarte -mis ojos se nublan-. Además, es un recordatorio.

-¿Recordatorio de qué?

-De que nos casaremos muy pronto, no sé dónde, ni cuando, pero sucederá -enlazo mis manos con las de él y le beso los nudillos.

-Eres mi futuro prometedor.

-Epa' soy tu futuro esposo que no se te olvide.

-Yo no traje nada para ti, lo siento.

-Con tu cariño me es suficiente. Sabes que soy tu perro faldero -sonrió- soy todo tuyo en cuerpo y alma.

Este hombre es mágico, calma mis dudas, abraza mis penas y no me abandona ¿qué más puedo pedir?

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Dedicado a mi Amors *-* Gracias por hacerme feliz.

Regresa a mí de Ana G. Best [Parte I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora