Regresa a mí de Ana G. Best [Parte I]

Capítulo 19

Me encuentro en el Aeropuerto Internacional Chicago O'Hare estoy lista para comenzar una nueva vida. Quiero descubrir quién soy, de donde vengo y por qué me han pasado tantas cosas malas. Por eso he decidido viajar a España. Miro mi reloj y son las 06:07 p.m.

El vuelo tomará ocho horas y veintisiete minutos. Y se me olvidó hay traer libros para no aburrirme en el camino. Solo me queda escuchar música hasta que se me revienten los oídos.

Estoy en la fila esperando mi turno y de la nada se me acerca una azafata y me dice:

-No te puedes alejar de mí. ¿Crees que, por irte de la ciudad, todo será mejor para ti? Pues, te equivocas voy a convertirme en tu sombra. Te encontraré y pagarás por todo -la voz pertenece a Brianna.

-No te he hecho absolutamente nada Brianna.

-Eso lo veremos.

Desaparece de aquel lugar como por arte de magia.

-Señorita, ¿me permite su pase de abordaje?

-Sí, aquí tiene -dije temblando.

-¿Se encuentra bien, señorita?

-Esto... Sí solo estoy nerviosa por el viaje.

-No se preocupe, estamos para servirle. Cualquier malestar o inconveniente que se presente acuda a nosotros con gusto la atenderemos.

-Muchas Gracias -le contesté.

-Puede pasar señorita Reynolds.

Avanzo en la fila hasta llegar a mi asiento. Coloco mi bolso de mano en el compartimiento superior la cual es una gran odisea. Cuando lo logro le doy gracias a todos los santos que invoqué -Sí, soy la reina del drama-. Me acomodo en mi silla y busco en mi cartera mis hermosos audífonos morados. Saco mi celular y busco el icono: Play Música. Me desplazo hacia abajo y le doy clic a Blank Space de Taylor Swift.

Nice to meet you

Where you've been?

I can show you incredible things

Magic, madness, heaven, sins

Saw you there and I thought oh my God

Look at that face, you look like my next mistake

Love's a game, wanna play...

Siento que me tocan la pierna derecha, levanto la mirada y me quedo paralizada. Primera vez que veo unos ojos color ámbar. Está moviendo la boca, pero no lo escucho.

-Eh no, no quiero nada de tomar -el chico me sonríe. Ay Santa Ines que lindo es. Tiene braces1 puestos le quedan de maravilla.

Caigo en cuenta que tengo todavía los audífonos puestos, pero no llego a quitármelos, él lo hace por mí.

-Disculpe bella dama, me permite tomar mi asiento, per favore.

-Sì, giusto . Mi scusi -me disculpé.

-Parli italiano? -me preguntó.

-No. Yo solo hablo inglés.

-Lastima tienes una pronunciación muy bella, casi te pido que te cases conmigo -me guiñó un ojo.

Estoy en esos momentos en donde me salía mejor mentir -sonrío-. Me siento apenada.

-A las finales te hubiera dicho que no.

-¿Ah, sí? ¿Y por qué?

-Por presumido. Crees que porque eres lindo y tienes los ojos más llamativos del mundo ya una cae rendida a tus pies. La belleza dura poco.