Capítulo 15.

273 13 1
                                    

Últimos capítulos. Ay shoro 7n7 ahr.

***************

Volteo mi cabeza a mi derecha, al escuchar unos pasos cerca de mí, y... cuando la veo, apoyada contra su espalda en la pared, cruzada de brazos, mirándome totalmente indiferente, como si el hecho de que yo estuviese atada a una silla fuese algo completamente normal, me produce escalofríos.

—¿No te esperabas que yo fuera la persona que te ató a ésta silla, no es así? —decía Summer, acercándose hacia a mí y agachándose a mi lado—. Esto no es nada, querida Audrey. Hago cosas peores.

No entendí muy bien a qué se refería Summer cuando dijo "Hago cosas peores", y mucho menos en la forma en que relató esas palabras, pero por ahora no quiero saber qué quiere decir eso.

—Hm —dijo rápidamente, levantándose del suelo y tomando una de las sillas que se encuentran acomodadas debajo de la mesa. Al parecer, me encuentro atada a una silla dentro de la cocina de su casa—. De seguro te debes estar preguntando por qué te ataqué de esa manera hace dos horas, y también por qué te tengo atada a una silla, impidiéndote escapar —decía eso mientras acomodaba la silla que agarró y se sentó en ella—.

¡¿Dos horas?! Dios mío, ¡perdí mi cita con el doctor con Jev! ¿Y ahora cómo mierda sabremos si él y yo somos hermanos o no?

Un momento... Jev no está aquí. En ningún momento lo he escuchado caminar por aquí, así que... ¿no será que...?

Miré a Summer rápidamente, y ella sonrió, mirando hacia abajo.

—Así es, Audrey. Yo fui la que te envió ese mensaje a través del celular de Jev. ¿Por qué? —se inclinó hacia adelante, como si me fuese a confesar un secreto—. Sólo digamos que, de alguna manera, me he enterado de tu plan con mi hijo, Jev. Y cuando digo "de alguna manera", me refiero a que Jev dejó su Facebook abierto en la computadora de escritorio y aproveché a ver con quién se la pasa hablando por Facebook todo el santo día... y ahí caí en tu chat, y leí toda la conversación que tuvo contigo.

Tragué saliva. No me gustó la manera en que dijo lo último.

—Ah, otra cosa —hizo una pequeña pausa—. Aquella vez en que Kim me preguntó si conocía a tu madre y le dije que no... mentí —suspiró—. Verás Audrey, no sé qué te haya dicho tu madre de mí, si me conoce o no... pero lo que debes saber es que conozco a tu madre... —torció sus labios en una media sonrisa, la cual me daba miedo— y ella me conoce a mí.

¡Ja! ¡Lo sabía! ¡Sabía que ellas se conocían! A pesar de que esto me haya tomado (un poco) por sorpresa, ya tenía la sospecha desde hace rato.

Summer soltó una risa.

—Así es, Audrey. Tu madre y yo nos conocíamos, y éramos las mejores amigas del mundo, y la razón por la que no nos vemos más es por una pelea que tuvimos en la universidad.

Se quedó callada unos segundos, mientras yo trataba se procesar toda ésta nueva información.

—De seguro te debes estar preguntando por qué tu madre y yo nos peleamos, ¿eh?

Sorpresivamente, asentí con mi cabeza, frenéticamente, y algo nerviosa.

Summer se rió por lo bajo, acomodándose en su silla.

—¿Segura que lo quieres saber? Mira que no va a ser mi culpa si te llegas a enterar algo que, seguramente, tus padres no te hayan dicho en ningún momento.

¿Qué? ¿Otra cosa que mis padres no me dijeron? ¿Cuántas mentiras más? Asentí nuevamente.

Summer se encogió de hombros.

Muda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora