- Samantha - Escucho a Edward llamarme, pero lejos y quiero acercarme a su voz -, Abre los ojos - Continúa diciendo y cada vez lo escucho más cerca -, lo siento - Termina de decir y el resplandor del sol me hace entrecerrar los ojos.
- ¡Oye! - Gruño dándole la espalda a la luz y poniendo la sabana en mi cabeza para que Edward no me vea -, ya estoy despierta - Le digo para que entienda que puede irse.
No quiero que me vea, aunque antes lo dejaba, pero yo siempre trataba de ocultarme lo más que podía.
- Quita la sabana de tú cara y entra al baño Samantha -Ordena Edward y yo niego aún a través de la sabana.
Se hace un silencio y no siento nada hasta que empiezo a sentir todo el peso de Edward aplastandome por completo.
- ¡Edward! - Le grito quitando la sabana de mi cara y sacando los brazos para quitarlo de encima, el ríe dandome besos por toda la cara. Observó que se encuentra vestido. ¿Tan temprano?
- Nena conmigo no necesitas disfraces - Empieza a decir mientras pone su peso en su codo y yo respiro -, me gusta tú cara al despertar, así marcada por el sueño - Sigue diciendóme dando un beso en la comisura de mi boca -, me gusta tú voz cansada al final del día- Continúa y yo me quedó viéndolo -, me gusta sín la necesidad de ocultar nada -Termina de decir seriamente y nos quedamos viendo en silencio.
El es perfecto para mi. No quiero a más nadie en mi vida que no sea el. Me siento perfecta ahora.
- ¿Te dije ya lo mucho que te amo? - Le pregunto rompiendo el silencio.
- Me gusta ver tú boca cuando lo haces - Responde haciéndome entender que se lo diga y yo no me hago de rogar.
- Te amo, mi cielo - Le digo eso terminando de pegar nuestros labios y el me recibe introduciendo su lengua por toda mi boca.
Me sabe a gloria. Lo pegó más a mi, pero el se aleja dejando un beso en mi frente.
- Se hace tarde - Dice levantándose y ya extraño su calor -, te llevare a un lugar, así que preparate y no me hagas enojar - Termina de decir dándome una última mirada y saliendo de la habitación. Sonrio como una tonta, lo amo.
Voy al baño por mi grandiosa ducha y me lavo el cabello para dejarlo risado. Cuando término me pongo una cómoda ropa porque algo me dice que será un largo día. Tomo un bolso con mi móvil y término de salir de la habitación. Bajando las escaleras me encuentro con mi asistente la cual se queda en un esquina para que yo termine de bajar.
- Buenos días señorita - Dice profesionalmente y yo le sonrio.
- Buen día Mónica ¿Donde se encuentra Edward? - Le pregunto terminando de bajar un último escalón.
- Me ha mandado a buscarla, la espera fuera de la casa -Contesta mi asistente y yo elevó una ceja.
- Está bien.. Estaré fuera quizás el día entero, así que tienes el día libre - Le digo empezando a caminar al primer piso y la oigo despedirse.
Cuando salgo de la casa Edward rápidamente abre la puerta delantera de un gran coche gris y yo sonrio caminando hacia allá, tengo un Dios griego sólo para mi.
- Tengo manos para hacerlo - Le digo entrando al auto y trato de sonar sería, pero fallo y el niega varias veces con la cabeza riendo mientras me cierra la puerta.
Desde que Edward entra al auto comienza a conducir y yo lo miro de reojo, todo esto me trae recuerdo. El me mira y yo quitó la vista.
- ¿A donde me llevas tan temprano? - Le pregunto curiosa y empiezo a buscar mi lente.

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Venciendo lo imposible
RomanceYa han pasado dos años.. Dos años que Edward dejo a Samantha y ella se fue, se fue a continuar una nueva vida, pero nunca penso que el olvido era tan doloroso que la hizo sacudir de una manera muy brutal y el miedo de perdese ella misma aunmenta cad...