(11) Ensayando la maternidad

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La verdad es que si no estuviera en mis clases intensivas de Hatha Yoga y Reiki Astral 3 ya estuviera toda loca, histérica, con un carácter de aquellos de profesora mal cogida. El sábado, precisamente saliendo de mi clase de yoga y después de echarme un jugo y unas quesadillas con Mafer, me disponía alegremente a regresar a mi departamento porque había muchas cosas por hacer. Este sábado me tocaba hacer el súper (Vanessa y yo nos turnamos los fines de semana) pero antes quería ver dos capítulos de una serie que me tiene emocionada. Pues cual fue mi sorpresa que al abrir la puerta me recibió el olor fétido e inigualable de la mierda. Mierda líquida por toda la sala. A Rudy le dio diarrea. Y yo que soy más asquerosa que una embarazada tuve que armarme de valor samurai para por lo menos entrar. Y justo cuando iba por papel, jabón y cloro que suena el teléfono. Al contestar escuché la voz enojada de mi papá: "No hay internet" "¿Ya checaste el módem?", "No hay internet". "¿Llamaste a Prodigy?" "No hay internet" (subió considerablemente el tono de voz encabronado) "Bueno, ésperate ahorita llega, así me pasa (mentira)" "¡NO hay internet! ¡VEN a moverle". Mi papá, que es de la vieja generación, no es como nosotros los jóvenes que ya estamos acostumbrados a manejar las crisis de ansiedad cuando se cae el internet. Yo siempre sé manejarlas. Pero mi papá apenas las va conociendo. Le dije que ya iba para allá pero, con lágrimas en los ojos de puro asco, me puse a limpiar la mierda de Rudy olorosa como la chingada.


Entonces me comencé a poner mal también, encabronada, y le llamé a Vanessa que estaba en sus clases de Francés sabatinas de 5 horas. "Rudy tiene diarrea" "¿Le cayó mal la comida?" ¡Cómo me pregunta eso! "Pues supongo", "Llama a un veterinario" ¡Como no se me ocurrió eso antes! "No tenemos veterinario, Vanessa... tal vez si Javier viene y se lo lleva al..." ,"Tengo que colgar, busca en el directorio". ¡Pero si es tu pinche perroooo!!! me dieron ganas de gritarle al teléfono mudo. Lleve a Rudy al baño y lo dejé ahí mientras me reponía de todo ese olor y no teníamos Glade para aromatizar. Ni modo, a puro Pinol. Busqué en el directorio el teléfono de un veterinario pero el pinche teléfono sonando (o sea mi papá detrás de él) no me dejaba en paz. Así que le mensajee a Mafer para que buscara ella uno y me ayudara con el perro porque si se hacía en mis piernas podía morir.


Cuando llegué a casa de mi papá (mientras Mafer se quedaba en el coche haciéndole Reiki a Rudy) él ya me estaba esperando con su crisis de histeria sin internet. "Josefina Vázquez Mota me estaba respondiendo unos DM y el maldito internet... ¡Ay, Ay, ahora va a pensar que no estoy interesado!" ¿Quién es esa vieja? ¿Y a mi qué chingados me importaban los ligues de mi papá en twitter? ¿Por qué era tan jodidamente egoísta? YO tenía un perro muriendo de diarrea en el coche. ¡O sea! Chequé el modem y estaba perfectamente, pero no había red, así que inspeccioné su lap y simplemente estaba en wireless off. ¡Me había armado un tango por un error de dedo! Cuando se lo dije, en vez de disculparse, me movió en chinga, ansioso, enloquecido por acceder a su twitter. Lo dejé ahí porque todavía me faltaba el asunto con Rudy. Cuando llegué al coche lo encontré dormido. "El perro esta reflejando el estrés entre Vanessa y tú. Tiene miedo de quedarse con ustedes, por eso le dio diarrea". Me dijo Mafer. Pero yo no estaba de humor. "Miedo me va a tener Vanessa cuando la vea". El veterinario más cercano estaba casi por Guadalajara. ¡Pinche Mafer! No pudo encontrar uno más lejos la cabrona. Y cuando llegamos los tres nos atendió con prisas. "¡Ay, mira es un xoloescuincle!"


Nos dijo bien emocionado. "Sí, y tiene diarrea" agregué. Nos hizo la valoración médica, una producto especial para alimentarlo, nada de lácteos, y de paso una vacuna. La consulta por horario extra me salió en 500 pesos y todo el stuff medico entre la vacuna y el medicamento otros pinche 500. ¡Mil pesos me había bajado el perro en una sentada! Y luego el muy cabrón nos dice "Ya me llegaron los suéters de invierno. La gente se lleva mucho uno de Ben 10". Nos salimos. ¡Todavía nos quería embolsar un suéter! En el coche Mafer no se aguantaba la risa. "Pues ni modo, Cass. Ya eres mamá". No le pegué nada más por no despertar al perro. Regresamos los tres todos jodidos al depa. Vanessa ya estaba ahí, según ella muy asustada. ¡Por Dios! Pero hasta eso, supo ser prudente, mandó pedir una pizza para aminorar el día de estrésss. ¿No les he contado que es como una Madrona italiana que quiere reparar las tristezas, el estrés y las broncas con comida? Entonces no nos quedó de otra. Nos dejamos querer mientras nuestro hijo descansaba su estómago de su estómago lleno de miedo, acostado sobre un pañal. ¿Quién creen que fue a surtir el súper?


Años sin hacer nada (Tema lesbico)-completo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora