Años sin hacer nada (Tema lesbico)-completo-

(33) Cuando pruebas otros besos

El siguiente regalo era un sobre. Adentro venía un pase para un spa. "¡Qué padre, un spa!" le dije emocionada. "No lo has visto bien". Puse atención en el papel. "¿En Los Cabos? ¡No mamar, Alexis!" "Sí, yo pago todo, los boletos de avión. La fecha está abierta tú sólo dime cuándo quieres ir y vamos" "Guey, pero es que te debió de haber costado una lana" "Cass, tengo contactos y no importa, será cuando tú quieras, no te sientas presionada". Viajar juntas, a Los Cabos, a un spa. ¡Hace mucho que no voy de vacaciones! La besé con una intensidad de aquellas y a poco estuvimos de aventarnos otra faena, como conejas, me detuvo el hecho de que faltaba mi regalo y estaba nerviosa. Su último regalo fue una planta . "Es un espatifilo, no necesita muchos cuidados y te alegrará la vida". "Y me recordará a tí" le dije sintiéndome bien cursi. Cuando enseñé mi regalo -toda llena de nervios- Alexis no pudo ocultar la emoción y se me dejó ir en un abrazo. "¡Guey, no mames!" Le dije que tampoco era de gratis que había quedado en componerme mi danzón (ya sé, bien fijada yo). 

Y me dijo que no iba a ser sólo uno sino que serían varios. "¡Todo un disco!" le dije. Estábamos ebrias de melcocha. Tanto sexo nos había dejado en un trance espiritual en el que sólo veíamos las cosas buenas de la vida, de ella de mi, del mundo entero. Cuando nos fuímos a la cama, con las luces apagadas, me la pasé acariciándole el cabello, la cara, las manos, los ojos, poseída por un delirio hipnótico. "No quiero dormirme" "¿Por qué?" "Ok, no te asustes pero no quiero que amanezca, quiero disfrutar este momento, mi cama está siempre vacía y no quiero que te vayas". Contrario a lo que piensan sólo la abrace y nos quedamos en silencio. No supe qué decir, yo siempre comparto mi cama con Vanessa, hace años que no duermo sola.

Al día siguiente, con mis regalos en el coche, pasé a desmañanar a Mafer. Estuve toque y toque la puerta un chingo hasta que abrió. Obvio se acababa de vestir. "Ya iba a hablar a la policía, pendeja" "Qué pinches horas, guey. Aquí está mi bato". ¡Lo sabía! Por eso quise joderle, no me gusta que ese pendejo esté ahí, y menos en la cama de mi mejor amiga. "Pues, ya órale, guey, ya es tarde" le dije así con cola. "Bueno, ¿qué quieres o qué pedo?" Le dije que tenía que llegar a mi casa más tarde y llevarme una planta que traía en el coche como si fuera mi regalo. "¡Estás bien, pendeja! Alex y yo tenemos cosas que hacer, guey" "¡Por favor! (hice pucheros) ¡No seas cabrona!" "¡No mames, ¿tiene que ser hoy?" "Sí, no me puedo separar de ella" "¿De la planta o de Alexis?" "No seas babosa... ¡de ambas!" dije acá bien cínica. A mucho estire y afloje Mafer accedió pero sin prometerme nada, y como no podía llegar con mi planta ni dejarla en el coche a marchitar me tuve que morder un ovario y aceptar. Cuando llegué al depa las cosas estaban misteriosamente diferentes. 

Mucho silencio. Todo muy limpio. ¡Ah la chingada! Me puse nerviosa. Avise que ya había llegado pero sólo se oyó mi eco. Fuí a la cocina, todo muy limpio. Le llamé por teléfono a Vanessa. Estaba comiendo con su hermanito pero me dijo que llegaría después de las cinco. "Por cierto, Paty salió con Maya, vamos a pasar la noche solas tú y yo. A Rudy se lo llevó Javier". Le dije que estaba bien pero cuando colgué sentí que se me revolvía el estómago y me puse súper nerviosa.

Se me fue el hambre, se me fue le interés en todo. Un mensaje de Alexis con carita feliz no me quitó el estres. Me encerré en el baño (en mi paranoía imaginé que Vanessa había puesto cámaras escondidas con la ayuda de Paty) y le marqué a alguien que sabría qué hacer... Renata. Le conté todo y que estaba hecha un mar de nervios. "Pues sí sigues así lo más probable es que ésta misma noche le sueltes todo y arda Troya" me dijo. "No sé cómo actuar natural" "¿Crees que ya lo sabe?" "Ni idea, que nervios" "Bueno, pues cálmate y actúa. No creo que pase nada, Vane no es impulsiva, guey. Agarratelos, órale, confío en ti" y colgó. ¡Qué manera de joderme mi noche maravillosa con Alexis, carajos! Tuve que hacerle caso a mi musa, me metí a bañar, me puse guapisíma para recibir a Vanessa. Claro que las horas de espera fueron insportables y no le dije nada tampoco a Alexis. Cuando la vi llegar me escondí las manos porque me temblaban. Vanessa se veía guapísima (no me engaña, se peinó y maquillo en el coche). Le ayudé a sacar la lasaña y a poner la mesa. ¡Pinche Rudy me hizo falta para distraer todo ese pedo! ¡Nunca están esos perros cuando los necesitas! Hasta extrañé a Paty. Finalmente nos sentamos en la mesa, le pregunté por su familia, todo me lo contestó bien, un amor. Hasta que me miró fijamente -oh, reconocí aquello, virgen Santa- "Cass...Sé que no pasaste la noche con Antoniela. Fuí y nunca apareció tu coche aparcado.

 El portero no te vio llegar". Esperé a que terminara e intenté meter a Renata y una reunión de ladys. "No me importa dónde la pasaste". "Te juro que así fue, vamos a llamarle, Vane". "Cass, estoy aquí, guey, de frente, viéndote a la cara. Porque te amo y voy a luchar por ti, contra quien sea o lo que sea. En estos momentos no soy ni tu esposa (le temblaba la boca, se le humedecían los ojos) ni tu novia, ni tu amiga, ok? Soy una mujer tratando de seducir a la mujer de su vida". Me quedé en silencio. "Yo sé que estamos perdidas, pero voy a hacer hasta donde pueda". "¿Quieres cama, guey? Ahí tenemos una y está muy grande. Y todavía tienes una mujer aunque no lo creas". No di explicaciones, no hablé, me ahorré la vergüenza de tratar de tapar el pozo como pendeja y embarrarme más. Vane no lloró, se contuvo. "No me he ido a ningun lado, Vane, sigo aquí". Fue todo lo que pude decir con voz apagada. Esa noche, después de años luz, hicimos el amor, yo se lo hice a ella y ella me lo hizo a mi, intenté disfrutarlo como las otras veces, pero mientras Vanessa acababa sobre mí, con los ojos cerrados pensé en Alexis, sus besos y su cuerpo. Mátenme.