(3) Deslactosada

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Hay cosas de Vanessa que me chocan, que se me hace difícil soportar.

A veces no sé cómo es que seguimos juntas si somos muy diferentes. Vanessa es muy tradicional, como su familia, llena de formalidades, de tabúes, de costumbres. No puede mover un pie sin consultarlo con ellos. Es como un pinche elefante en África siempre junto a la manada, dubitativo, jugando con el lodo porque es lo único que puede sentir, oler y ver. Para ella si no es materia, no existe. Su vida es lineal y no se vale romper las reglas. En cambio yo soy como un mono en la selva, feliz, inquieto, siempre moviéndome de una liana a otra, gritando, peleándome con otros animales, armando una revolución. Leo las reglas para saber por dónde las voy a romper. Me gustan los cambios mientras que a ella le aterran. Y últimamente está aterrada por perderme. Y esto me está sacando de mis casillas.


Por la tarde vino Mafer (mi mejor amiga) para salir por ahí a joderla un poco. Vanessa todavía no llegaba del trabajo así que le dejé una nota en el refrigerador -lo primero que abre al llegar-. Mafer y yo pasamos la tarde haciendo pendejadas. Andamos con la inquietud de meternos a clases de Capoeira o de Danza Árabe. "No tienen nada que ver una con la otra" me dijo Vane cuando se lo conté. Me molestó un poco pero no se lo dije a Mafer, que de por sí no se tragan. Y yo sé por qué. La espontaneidad de Mafer asusta a Vanessa. Mi amiga tiene el cabello muy corto y azul. Con ese look desbaratado. No sale sin su morralito hipi de los 90's y le gusta usar calcetas a rayas de colores escandalosos con sus botas dc martens. Es de las chicas diferentes, que se visten sin espejo y sin luz. Para Vanessa es lo más cercano a un payaso que al resto de sus amigas. Me importa muy poco, con Mafer me la paso increíble.

Estábamos disfrutando un café americano cuando recibí el msn de Vanessa. "¿Dónde estás?" "¿Con quién?" se lo mostré a Mafer y nos atacamos de la risa. La paranoia de Vanessa se está incrementando con el tiempo. "Déjame le llamo porque si no se pone toda loca" le dije con una sonrisa socarrona. Le llamé por teléfono y le dí pelos y señales de lo que estaba haciendo y con quien. Mafer me ayudó gritando hola para que se le bajara la ansiedad. Me estaba dando prisa por colgarle cuando me añadió: "Me traes un litro de leche". Fin de la llamada y seguimos con lo nuestro. Se nos paso el tiempo en la platica. Nos dieron casi las diez y justo a media cuadra del departamento me acordé de la leche. No era hora para ir hasta Chedraui. Y Mafer comenzó a echarme joda. "Te van a empinar". Lo único que me pasó por la cabeza fue ir a rogarle a Doña Mine la de la tiendita de la esquina que cierra a las nueve. Sabía que no tener el litro de leche era mi pasaporte a morir en la hoguera de Vanessa.


"Doña Mineeeee" le gritábamos y la muy perra se hizo la sorda hasta que no lo quedó de otra.Estábamos bien confiadotas por haber chingado la leche, pobres ilusas, hasta bromeábamos con el asunto. "De una vez llévale unos cuernitos" me dijo Mafer. "Ya babosa, cállate".- le decía en medio de la ingenuidad del momento. Todo era felicidad y puros ja-ja-ja hasta que la cachetada cristera llegó: "No hay deslactosada". Suicidio. Vane no tolera la lactosa. Sería una burla llevarle eso, pero aún así me arriesgué. Me bastó escuchar el "¡Puta madre!" de Mafer y se nos terminó la fiesta. Mi amiga me dejó a la puerta del edificio tratando de mostrarse animosa ( yo sé que por dentro se cagaba de la risa) "Si quieres entro". No lo necesité. Me armé de valor.


Cuando llegué, Vanessa estaba viendo Netas Divinas. Qué chido, pensé. Fuí a la cocina para poner la leche en el refrigerador y refugiarme en el baño cuando en eso me preguntó por la leche y me pidió un vaso. Tuve que advertirla, no es deslactosada. Vanessa se puso verde, onda Hulk y se me vino encima con lo de siempre: "Es que es lo único que te pido y no lo haces bien", "Si sabes que me cae mal para qué la compras" " Por qué no me llamas y me dices: compra tú la leche porque a mi me importa un comino" yo la escuchaba volteada hacia la ventana de la cocina porque me daba risa de los nervios. "¡Mírame!" ... Tenía que reaccionar o nunca se callaría la boca así que me puse brava.

"¡Si no toleras la lactosa pues tómate un pinche vaso de agua y ya!. Te gusta complicarlo todo!"Se me quedó viendo como queriendo soltar todo lo que llevaba guardado pero no sucedía nada, sólo le temblaba la mano del coraje. Finalmente dijo: "Eres una idiota." Y se fue, mientras me quedaba llena de coraje, con ganas de perseguirla y gritarle muchas cosas.


Años sin hacer nada (Tema lesbico)-completo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora