Años sin hacer nada (Tema lesbico)-completo-

(27) Cosas que no deben suceder

El otro día estaba sentada en la sala viendo la tele nueva HD y mensajeandome con mi novia Alexis aprovechando que estaba en su día de descanso. Paty estaba en su recamara. Alexis y yo estabamos jugando entonces muy cuidadosa le contesté una llamada porque ella me la quería mentar. Nos reíamos cuando en eso sale Paty de la recamara, en un arranque de supervivencia colgué de inmediato y como si me hubiera pescado masturbandome me reincorporé bien nerviosa, sacada de onda. "Oye, necesito ir con mi nutriologa. ¿Me podrías acompañar? Es que no quiero ir sola". "Ok, no hay pedo" Ni pensé la respuesta, o sea me agarró desprevenida. Total que tuve que esperarla a que se terminara de arreglar y nos fuimos a su cita. Después de la borrachera brutal no nos llevamos poca madre, pero tampoco nos llevamos mal. Más que darme verguenza el hecho de que le dije que estaba bien buena, me da verguenza que recuerde el asuntito de sequía sexual que nos manejamos Vanessa y yo porque desde que ella está aquí ha sido testigo que nosotras no nos tocamos casi. 

 O sea literal, pocas veces nos abrazamos si quiera. De trayecto al consultorio -que dicho sea de paso es de la high society- Paty me dijo que comparte nutriologa con algunas estrellas como Paty Navidad, Silvia Navarro, Angelique Boyer, Mayrin Villanueva y no sé cuántas zorras más. Que de hecho una vez hasta se topó con Adela Micha en el baño. "Qué culero" le dije mientras salíamos de estacionamiento. Así que iba con la esperanza de toparme alguna y sacarme una foto para mi Facebook. Pero al entrar a las lujosas instalaciones sólo había un grupito de pubertas ¡en pijama! Ya me las imagino la noche anterior tragando nachos bien enamoradas y al día siguiente después de vomitar, todas con la nutriologa de las estrellas. Llegamos y nos sentamos. Se hizo el silencio, todas nos miramos, y después siguió su cuchicheo. Todo iba bien hasta que llamaron a Paty a la báscula que quedaba en un cuarto contiguo cerca del pasillo. Paty se fue y yo aproveché para tomar una revista. Alcancé a escuchar algo pero no me imaginé nada grave cuando cinco minutos después regresó Paty hecha un mar de lágrimas, toda loca. Me asusté y me puse de pie mientras las pubertas nos miraban. "¡Subí cuatro kilos!!" "Además de divorciada soy un elefante!!" Todas se quedaron en silencio, incluyendo la secre. Yo me apendejé también. "Ay, guey, ¡no pasa nada, Paty! ¡Los bajas en una purga!" le dije olvidándome de donde estábamos. 

"Mi vida es un infierno" se ponía a llorar bien dramática en la sala, las chavillas no dejaban de mirarnos cuando esa histeria se contagió y una de ellas dijo: "Ay, a mi también me va a regañar, guey. Mejor venimos el Lunes" y todas se comenzaron a frikear mal pedo. Batallé horrores para calmar a Paty y es que éstas cosas no deben suceder. ¡Me cagan las escenas! Estuve sobandole la espalda hasta que la doctora la hizo pasar. "Que grueso lo de tu amiga" me dijo una de las pubertillas. "Fue una lasaña" les dije adrede viendo como se espantaban. Paty salió más tranquila y con una leve sonrisa infantil. Para ese entonces ya la esperaba en la sala con una barra de granola light que compré ahí. Mi papá siempre me daba algo dulce después de un shock.