(34) Y con una prostituta también

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Tal vez debí de haber dicho todo, encarar a Vanessa y confesarle que, contrario a ella, yo no soy ese tipo de mujer que poco a poco censura su vida sexual. Que, vamos, fue lo que ambas comenzamos a hacernos una a la otra. Yo soy más carnal, a mi no me basta tenerla cerca, yo necesito sentirla cerca, muy cerca y eso sólo se logra en la cama, apretarme a su cuerpo, sentir su aliento acelerado con mi temperatura corporal (¡cómo me gustaba eso!) verla perder la cordura, deshacerse de la maldita precaución con la que maneja su vida todos los días. Atreverse a gritar sin que le importara si la vecina de arriba nos escuchaba. Me gustaba verla liberarse de sus demonios, de sus creencias y sus complejos -que vaya que los tiene- eso sólo lo conseguía en la cama. Al día siguiente ella volvía a ser la controladora freak de siempre. Pero se fue perdiendo todo eso y me quedé con la amiga incansable de conversaciones parcas.


Tal vez si le hubiera dicho que, efectivamente, tengo una amante, todo hubiera terminado de una vez. No es mejor que ella, ni peor, simplemente me lo hace diferente y me gusta. Que llevamos saliendo un mes y ha venido a darle un respiro a mi vida. También le hubiera confesado que en el mismo lapsus de tiempo me tiré a una prostituta de catálogo (hasta eso, tuve suerte) y aquella noche fue una gozada para las dos. Supongo que al escuchar lo de la prostituta me hubiera dado una cachetada telenovelera y al día siguiente estuviera haciéndose la prueba de Elisa toda histérica. Así es Vanessa.


Pero también fuí una cobarde, como lo he sido últimamente. Simplemente al día siguiente nos vestimos y seguimos con la vida acartonada que llevamos desde hace al menos dos años. Puedo decir con toda seguridad que en esta ocasión se intercambiaron los papeles, me dejé seducir (quizás para quitarme la culpa), fingí que lo disfrutaba y que todo era como antes. Ahora sabía lo que era estar de el otro lado, complaciendo por culpa y no por deseo. La prostituta esta vez fuí yo. 


Años sin hacer nada (Tema lesbico)-completo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora