Prólogo.

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Me siento en el primer banco que veo en ese parque enorme y suspiro, llevándome las manos a la cara, frustrado. No me puedo creer que todo esto realmente esté pasando.

Mi nombre es Álvaro. Soy hijo único. Tengo 22 años, y mis padres acaban de separarse. ¿Que por qué? Porque mi padre se ha ido con otra mujer. Así, sin más. Un día llegó a casa y le dijo a mi madre que llevaba años poniéndole los cuernos. Que estaba enamorado. Y que se mudaba de nuestro pequeño y tranquilo pueblo a Madrid a vivir con ella. Y aquí estamos. En Madrid. En mi primer día viviendo aquí.

Aún no he pasado por la casa. No quiero verlo. Ni a ella. Ni a su hijo. Porque sí, tiene un hijo. Un niñato de 19 años que apoya a mami en todo lo que haga a pesar de que su situación es exactamente la misma que la mía, porque sus padres también estaban casados mientras su madre y mi padre ya estaban juntos. ¿Queréis saber lo peor? Que está jodidamente bueno. Aún no lo conozco, pero he tenido la suerte o la desgracia de ver fotos de él. Moreno, con los ojos más azules que he visto en mi vida. Aunque un poco... no, bastante, bastante poco masculino. Que no es que yo tenga nada en contra de los gays. De hecho, soy gay. De ahí que el niñato me parezca alguien que tiene un buen polvo... o unos cuantos.

Este es el punto en el que todo el mundo empieza a preguntarse qué coño hago viviendo con mi padre si no quiero verlo ni a él ni a su estúpida nueva familia. Ojo, que la mujer con la que está, ya sabéis, la madre del idiota buenorro, es un amor de persona. En serio, muy dulce, muy guapa. Pero no es mi madre. El caso es que algo bueno tenía que sacarle a esto, y es que mi actual... No, no es mi novio. Dejémoslo en la persona a la que me tiro actualmente y que está bastante ilusionado conmigo, el pobre, vive en Madrid. Lo cual es una ventaja. Se llama Jose, tiene 24 años y, ahora que lo pienso, me recuerda bastante a Blas, que, de hecho, es el nombre del niñato.

Intento poner mis pensamientos un poco en orden antes de levantarme del banco y poner rumbo a mi nueva casa.

He intentado retrasarlo, pero ha oscurecido, y antes o después voy a tener que ver a mi padre, a su nueva novia... y a mi hermanastro.


Hermanastro | blálvaro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora