Capítulo 2.

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Estoy encerrado en mi habitación con la música a todo volumen mientras coloco alguna ropa que me faltaba de la mudanza. Mis padres se acababan de separar y mi madre había empezado a salir con otro hombre. Tenía una buena posición económica, unos años más que ella y un hijo tan idiota como guapo.

Al principio me lo tomé bastante mal, a pesar de tener 19 años no sienta nada bien ver cómo tu familia se rompe por completo. Pero me di cuenta de que tenía que apoyar a mi madre, después de todo lo que habíamos pasado con mi padre se merecía ser feliz.

Nos mudamos a Madrid, la casa es enorme, mucho más grande que en la que vivíamos antes. Tengo una habitación inmensa para mí solo, con su propio baño. Y bueno, la pareja de mi madre me trata bien, cosa que agradezco bastante, los cambios siempre dan algo de miedo.

Mi madre entra en la habitación mientras estoy cantando como un loco, tengo la música tan alta que no me entero de nada.

-Cariño, ya vamos a cenar, ¿bajas? -Dice mi madre mientras quita volumen del altavoz que hay enchufado a mi ordenador.

-Claro, enseguida voy.

Unos minutos después llego hasta el salón donde la cena ya está servida. Pero me llama la atención que haya cuatro platos en lugar de tres.

-¡Hola Blas! Mi hijo Álvaro está en su habitación, viene a cenar, ¿te importaría avisarle?

-En absoluto. -Sonrío.

Mi madre me había hablado de Álvaro, incluso me había enseñado un par de fotos. Era realmente guapo, pero su padre había dicho que no se estaba tomando esto demasiado bien.

La escena en su cuarto fue un espectáculo. Me abre la puerta solo con una toalla anudada a la cintura, y la dirección que toman mis ojos no parece gustarle mucho.

¿He mencionado que soy gay? Y estoy orgulloso bien orgulloso de lo que soy, es algo que aprendí desde pequeño, a no avergonzarme de nada de lo que sienta o piense.

Bajo al salón algo nervioso y tomo mi asiento habitual. Álvaro llega unos minutos después y se coloca frente a mí. La cena pasa un poco tensa, apenas hay tema de conversación. Me molesta un poco que mi madre sea tan cariñosa con Álvaro, pero su padre también lo es conmigo.

-Voy a salir. -Álvaro se levanta de la mesa estirando de su camiseta. -No volveré muy tarde.

-¿Qué vas a hacer? -Pregunta su padre.

-Solo voy a dar una vuelta con un par de amigos. Tomaremos algo por ahí.

-¿Por qué no te llevas a Blas?

-¿Qué? -Decimos Álvaro y yo al unísono.

-Él viene de lejos, no conoce a nadie aquí y aún queda un mes para que empiece las clases. -Continúa su padre. -Así le enseñas Madrid y le presentas a tus amigos.

-Pero papá...

-Hazlo por mí, por favor. -Su padre se pone de pie y coloca sus manos en los hombros de Álvaro mientras le mira.

-Está bien... -Susurra Álvaro que dirige su mirada hacia mí. -Tienes diez minutos para cambiarte, venga.

Asiento mientras termino de tragar el último bocado de mi cena. Ni siquiera sé si quiero ir con él, me da que los amigos de Álvaro no me van a gustar, pero ya no puedo decir que no.

Subo a mi habitación tras él que me mira y mueve la cabeza con una media sonrisa. Entro en mi cuarto y abro mi armario. No sé qué ropa escoger, todo me parece demasiado gay.

Hermanastro | blálvaro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora