Aimi P.D.V
-bien, los Mukami llegarán mañana. Adios~-se despide Tougo. Suspiro y los miro a todos, me extrañó el no verlos renegando.
-¿alguien quiere decir algo?-pregunto y todos niegan-. Perfecto, a dormir-asienten y cada uno se va a su cuarto, subo al mío, el cual se veía especialmente solitario. La tenue luz que se filtraba por el ventanal, hacían que la cama de color celeste tuviera un aspecto triste, el resto de la habitación tenía un cierto deje nostálgico; me acerco al balcón y miro hacia el rosal, el silencio en la mansión era sepulcral, como si avisara que algo grave se avecina. Y para variar, la ira en mis venas seguía. Me pongo mi camisón negro con adornos blancos y dejo mi cabello suelto, me acuesto en la cama y suspiro profundamente. No sé si estaré lista para lo que sea que ocurrirá.
-Aimi, levántate-oigo que me llaman. Abro los ojos con pesadez encontrándome con Reiji.
-Reiji-kun ¿qué necesitas?-pregunto.
-¿me puedes ayudar a preparar el desayuno? Hoy llegan los Mukami-pregunta.
-claro, espera me cambio-respondo, me levanto y él sale del cuarto. Menos mal que hoy tengo turno de tarde, me asomo a el balcon y observo el rosal, con sorpresa miro una rosa roja, casi imperceptible para los demás...pero no para mí. Me baño y me pongo un short negro, una camisa blanca manga larga, un jersey azul a cuadros sin mangas y unos botines azules. Amarro mi pelo en una coleta y bajo a la cocina-. Listo ¿en que te ayudo?-pregunto, Reiji me explica y cocinamos como por media hora. Es decir somos doce y no sabemos si Tougo va a venir.
-no tardan en venir-comenta Reiji un poco cansado. Tocan a la puerta y observo a Reiji.
-tú abreles, yo termino de servir-digo con una sonrisa, Reiji asiente y se va. Rapidamente termino de servir y voy con ellos.
-bienvenidos a la mansión-dice Reiji entre dientes y con cierto fastidio.
-¿como?¿dijiste algo? Creo que no te escuché-dice uno rubio, me acerco con paso firme y todos quedan en silencio, así que mis tacones resuenan por toda la estancia. Me paro frente a Reiji y hago una pequeña reverencia.
-bienvenidos a la mansión Sakamaki-digo, sonrío y me pongo al lado de Yui, entre ella y Reiji. Cada uno se presenta(incluidos los Mukami) y me toca presentarme a mí.
-Saori-chan~~-dice ¿Kou?. Su fruta madre, por eso se me hacía conocido.
-¿Saori?-preguntan los Sakamaki.
-soy Aimi-me presento entre miradas confusas.
-¿por que nos dijiste que te llamabas Saori?-pregunta el que se la pasaba leyendo en la cafetería.
-tengo suficiente con Laito como para que otro pervertido me ande acosando-respondo retándolo con la mirada. El chico frunce los labios y aparta la mirada.
-oye~~Ai-Ai~, eres cruel~~. Mira que apenas conoces el chico y ya lo estás regañando~~-dice Laito.
-no estoy regañando a nadie. Y tu mejor cállate, Laito-el mencionado se esconde tras de Kanato.
-¡Aimi-chan~~!-exclama Kou acercándose a mi con los brazos abiertos, pongo una mano en el pecho de él y lo empujo.
-agradecería que no tenga tanta confianza conmigo-comento con una sonrisa frívola.
-Aimi tiene un carácter fuerte. Así que se harían un favor ustedes mismos si no la molestan-dice Tougo parándose en la mitad de los Mukami y los Sakamaki-. Aquí tienes, Aimi-me larga una bolsa llena de dulces.
-gracias-respondo sonriendo, tomo la bolsa y miro fijamente a los cuatro jóvenes frente a mí-. El novio de Yui, un paso al frente-un chico alto, con el cabello de un castaño claro, los ojos de un café muy claro y tenía un cubo de azúcar en la boca. Yui sale a abrazarlo y él también la abraza, una sonrisa se posa en mis labios. La escena era un poco chistosa, ya que Yui apenas era más alta que yo y el chico medía como dos metros.
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Viviendo Con Vampiros (Diabolik Lovers) [EN EDICIÓN]
Random¿como tenía que empezar?.....¡Ah! ya recordé. Hola, soy Daishi Aimi, tengo diecisiete años y a partir de hoy comenzaré a vivir con unos chicos completamente desconocidos para mí. Pero eso no es todo, en el trancurso tendré que enfrentar mi pasado y...