Viviendo Con Vampiros (Diabolik Lovers) [EN EDICIÓN]

Ryu

(N/A: se supone que esto era parte del maratón y muy problabemente me quieran matar por ésto. Pero estoy preparando un maratón largo, así que, por favor, tengan paciencia)

Aimi P.D.V

-Aimi, ¿llevas tu abrigo?-pregunta Yui largándome mi bolso pequeño.

-sí, mamá-respondo poniéndome el abrigo y tomando el bolso.

-cálmate, amor, no van a ir lejos-dice Yuma abrazando a Yui.

-en tu bolso eché unos sobres que te enviaron-.

Me despido y subo a la limosina, me siento delante de Ayato. Rebusco en mi bolso uno de los sobres que me nombró Yui. Lo abro y comienzo a leer la sencilla carta que se encontraba en su interior.

"Hija mía:

Lamento tener que avisarte por éste medio, pero ha tenido que ser de rapidéz.

En fin, con el dolor de mi alma lamento decirte que tu abuela falleció. Tu padre y yo tendremos que ir a España por un viaje de negocios.

Espero que la estés pasando bien.

Con amor,
Tu madre"

Suspiro y guardo la carta en mi bolso y justo encuentro el otro sobre doblado. Al leer el remitente, contengo mi respiración. Abro el sobre y desdoblo la carta, leo únicamente mi nombre y la línea que me importa. Esa frase me informaba que me habían aceptado en una universidad de Estados Unidos, universidad a la que siempre había deseado asistir.

No estoy feliz como esperaba. Serían cuatro años en el extranjero y...eso me hace sentir...mal.

-¿qué es eso?-pregunta Ayato mirando la carta en mis manos.

-una carta de mi mamá-respondo doblando la carta y guardándola en mi bolsillo. Tenía que pasar los exámenes finales y entraría a la universidad, falta muy poco para eso.

-ya vamos a llegar-dice Ayato, lo miro un poco confundida-. A la casa del lobo-aclara.

-ah-digo simplemente y comienzo a trenzarme el cabello. Llegamos y bajo de la limosina con Ayato siguiémdome. Golpeo ligeramente la puerta.

-ya llegaron-.

-¿Haru?-pregunto jalándole las mejillas a el chico castaño que se encontraba frente a mí.

-sí, Chibi-chan, pero deja de jalarme las mejilas-dice quitando mis manos de su rostro.

-¿por qué te tinturaste el cabello?-pregunto frunciendo el ceño.

-luego hablamos de eso, Chibi-chan. Sigue-se hace a un lado y entro. Era una casa muy linda y acogedora, en la cual Haru vivía sólo. Ayato se quedó afuera alegando que se marearía con tanto olor a perro mojado; já, nena. En uno de los sillones de la sala, estaba sentado un señor que aparentaba noventa años.

Ryuuuuuuuuuu.

Ayano, ¿él es Ryu?

Sí, se ve más viejo de lo que recordaba.

Te cederé el poder de mi cuerpo para que te despidas de él, pero, ¡nada de besos, eh!

Tranqui, nena, yo sé que tus labios son sólo de Ayato 7u7

Cállate.

Ayano toma el poder de mi cuerpo y se acerca a Ryu.

-Ryu-murmura Ayano.

Okey, ésto es raro. Es decir, es mi cuerpo, pero Ayano lo maneja.

-soy yo, Ayano-comienza a llorar. Oígame no, me vas a gastar mis preciosas lágrimas-. Cállate, Aimi, es un momento emotivo-murmura. Técnicamente no estoy hablando (／・ω・)/.

-¿Ayano? Vaya, te vez más joven-o sea que antes se veía vieja XD.

-es un poco complicado de entender, pero, éste es el cuerpo de otra chica. Cordelia se encargó de desaparecer mi cuerpo-. Ahora me doy cuenta de lo buena que soy-. En fin, sólo quería despedirme de ti. Es hora de que Aimi forme su propia vida-...okey, tengo ganas de llorar (('д｀)), esto no gusta .

-espera, ¡no!-grita Ryu y me abraza al mismo tiempo que Ayano deja mi cuerpo.

-ehhh, ¿Ryu-san?-pregunto y él deja de abrazarme-. Lamento que Ayano no haya podido quedarse,pero nosotras teníamos un acuerdo-digo agachando ligeramente la cabeza en señal de disculpa.

-no, gracias. Por fin pude despedirme de mi prometida, pero, ¿cómo te llamas?-.

-Aimi-respondo sonriendo y voy al lado de Haru. Luego de eso, Ryu se despide y se va.

-ahora, ¿por qué causa, razón o cirscuntancia, te teñiste el cabello de nuevo, Haru? No puedo dejarte un día porque ya te enloqueces-digo jalándole la oreja.

-bueno, ya-se queja Haru, frunzo los labios.

-lee ésto-mumuro tomando la carta de admisión y largándosela a Haru.

-¡te aceptaron, felicidades!-exclama abrazándome. Me quedo quieta y bajo la cabeza-. ¿pasa algo?-.

-Haru, son cuatro años en el extranjero-murmuro cuando se separa de mí.

-¿es por tus padres? Siempre te la pasabas sola-.

-pero ahora está Yui, están los Sakamaki, los Mukami y ustedes y, aunque odie admitirlo, son mi familia ahora-.