Viviendo Con Vampiros (Diabolik Lovers) [EN EDICIÓN]

Naturaleza demoniaca

Aimi P.D.V

Because I'm naughty naughty.

Hey! I'm Mrs. Simple.

Tanteo en mi mesa de noche intentando encontrar mi celular hasta que recuerdo que Ayato lo tenía. Pero entonces...¿por qué está sonando dentro de la habitación?.

Emmm, no tengo miedo, para nada. Y mucho menos porque siento a alguien acostado a mi lado.

No tengo miedo, no tengo miedo, no tengo...¡oh por Dios!¡una mano fría acaba de tocar mi hombro!

Tengo miedo, tengo mucho miedo. Cuando tenga la oportunidad salgo corriendo como loca.

«run, bitch, run»

¡cállate Seraphina! No ayudas en nada.

Bueno, la puerta está cerrada...me podría tirar por la ventana...cierto, no soy vampiro.

Algo se me ocurrirá...¡ya lo tengo! Puedo gritar...no, mejor no, ¿y si es un loco? Mejor idéo otra cosa.

«¿y si sólo te levantas y sales corriendo por la puta puerta?»

Shh, estoy pensando...¡ya sé! Me voy a levantar y voy a salir corriendo por la puerta.

«*face palm*»

Me levanto lentamente y estoy por salir corriendo hasta que toman mi mano y caigo otra vez en la cama.

Mami, papi, los amo. Debo confesar que sí fui yo quién se comió los dulces de mi prima mayor y dejé salir al gato y también hice una que otra diablura...¡pero no es momento para que me reprochen por eso!.

-¿para donde ibas, Aimi?-pregunta...¿Ayato?¿me asusté por Ayato?.

-¿qué haces en mi cuarto?-pregunto con cierto alivio. Son como las dos de la mañana y todo está a oscuras. Es obvio que me iba a asustar.

-te iba a entregar tu celular pero te vi dormida y me acosté junto a tí y también me quedé dormido-dice rápidamente. Me levanto y enciendo la luz, me siento en la cama.

-entendí un poco-murmuro-. ¿me puedes dar mi celular? Estaba sonando-Ayato asiente y me entrega el celular al tiempo que comienza a sonar. Contesto la llamada.

-¿sí?-pregunto.

-¡hey! ¿cómo estás?-pregunta Haru.

-bien, muy bien. ¿y tú, qué haces llamándome a estas horas?-educada ante todo.

-bueno, estaba aburrido-.

-y tu mejor opción fue llamarme. Entiendo, me pasa todos los días-.

-¿en serio?-.

-no, buenas noches. Nos vemos cuando termine mi semana de vacaciones. Te cuidas y por la sombrita-digo.

-lo mismo digo, chibi-chan. Pero espera, te iba a preguntar donde vives para llevarte el pastel que te prometí hace un mes. Lo recuerdas, ¿verdad?-.

-claro que lo recuerdo-le digo la dirección y él cuelga.

-qué grosero-murmuro indignada. Es decir, me colgó, ¿lo pueden creer? A mí, ¡me colgó a mí!. Dejo el celular en mi mesa de noche.

-¿quién era?-pregunta Ayato.

-nadie importante-respondo poniéndome de pie y estirando los brazos.

-¿por qué estás sonrojada?¿acaso es que te pongo nerviosa?-lo miro confundida.

-no estoy sonrojada-digo frunciedo el ceño. Volteo hacia el espejo de mi tocador y veo mis mejillas de un ligero color rosa-. Ñe, no importa. Ahora tengo sueño, así que si quieres, te puedes ir de mi habitación-vuelvo a mirar a Ayato.