Capítulo 9

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Capítulo 9


Y la alejaron de mí.


Me ordenaron a que me dirigiese hacia el observatorio a un la lado de la sala de donde nos encontrábamos.


La llevaron a algún lugar fuera de mi vista, pero al cabo de diez minutos más o menos volvieron, solo que Peggy esta vez vestía una bata blanca bastante larga.


La llevaron a la máquina que se encontraba en el centro de la sala, la recostaron allí y le pusieron un suero.


El doctor Lawrence dio un pequeño discurso sobre la importancia del experimento, como cambiaría al mundo, y no sé cuantas cosas más. Yo solo miraba a Peggy a los ojos intentando decirle con la mirada que todo estaría bien, aunque no estaba cien por ciento seguro.


El discurso término, el experimento comenzó.


Todo parecía marchar bien, hasta que desde adentro del aparato donde se encontraba Peggy se comenzó a oír su voz. Al principio no entendía lo que decía, pero luego note su tono alarmado diciendo "¿qué está pasando? ¿¡qué está pasando!?"


Y su grito.


No pensé lo que hice. Solo me levanté y me dirigí a toda prisa hacia ella.


El doctor Lawrence puso sus manos sobre mí para impedirme el paso diciendo "Es normal. Ya acabará", pero no soportaba oírla gritar más. Estaba sufriendo y no lo permitiría.


  ―  ¡Apaguen esta cosa! ¡La esta matando!.


Nadie lo apagaba y ella seguía gritando.


¡No sabía que hacer!¡estaba desesperado! Me dirigí hacia ella e intente abrir a la fuerza las puertas de la cabina donde se encontraba. De repente sentí varias manos sobre mi intentando detenerme. De un movimiento de brazo derribe a todos los agentes.


  ―  Aléjese de allí o tendremos que disparar capitán Rogers― dijo uno de los agentes.


  ―  Si no se detienen, morirá― dije en un tono suplicante.


  ―  Aléjese. Es una orden― esta vez fue Nick.


  ―  No la dejaré morir, y lo sabe.


Agarré los bordes de la puerta de la cabina y cuando iba a abrirlo por la fuerza, los gritos cesaron y se abrió sola.


  ―  ¿Peggy?


Silencio.


Cerré los ojos con fuerza esperando una respuesta.


Creí haberlo imaginado, pero me aventuré a abrir los ojos.


Y en un susurro: ―Steve.


Una Segunda Oportunidad || Steve Rogers y Peggy Carter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora