Tres meses habían pasado de nuestro reencuentro con Peggy. Su integración causó shock entre casi todos en SHIELD. Pero bueno..., era SHIELD, ya nada tendría que sorprenderlos a estas alturas.
Al primer mes de habernos reencontrado festejamos una pequeña boda en un campo apartado de la ciudad con sólo nuestros más allegados. Los integrantes de Avengers, Sharon, Fury, María. Hubiera deseado que Bucky también hubiera estado allí. Peggy lucía hermosa todos los días, pero aquel día, verla con ese vestido vintage de encaje, me transportaba a los sueños que tenía antaño cuando la conocí y me proponía pedirle matrimonio una vez la guerra terminase. Llevaba su cabello recogido en trenzas y con unas pequeñas florcitas blancas que contrastaban con su oscuro cabello.
De luna de miel recorrimos varios lugares de Sudamérica que Peggy decía haber conocido en ese año de encubierto y de los cuales se había enamorado.
Y ahora nos encontrábamos en una revisión con Banner y Stark. A pesar del tiempo que había transcurrido desde la intervención en Peggy, los chequeos debían seguir haciéndose. Necesitaban ver como esta evolucionaba, si se presentaban efectos secundarios tardíos (como los que Peggy al parecer estaba teniendo) y como los experimentos de Hydra habían modificado la fórmula original.
Peggy, despreocupada, se apoyaba en uno de los escritorios en espera de los resultados.
--Me pregunto cuándo dejaran reintegrarse a Bucky... -- le expresé algo que me venía carcomiendo la cabeza desde hace un tiempo.
Peggy extendió sus brazos para que me acercase y así lo hice. Juntó sus manos en mi cuello y me respondió con ternura y sinceridad – La verdad es que no lo sé... Lo que sí sé es que a pesar de que no lo reintegren dentro de poco, no creo que soporte estar tanto tiempo lejos de nosotros..., bueno, de mí—rió.
--¿Algo de lo que preocuparme? –Respondí inquiriendo con mis cejas.
--No, sabes que sólo tengo ojos para ti... -- me dio un casto beso--. Pero luego de ser prácticamente la única compañía durante un año, forjamos una amistad muy linda... --se quedó unos segundos pensativa, mientras yo la admiraba con una sonrisa al pensar en como las dos personas más importantes en mi vida tenían una tan buena relación... —Me contó la vez que le dedicaste una canción a una niña en segundo grado frente a todos tus compañeros—dijo, conteniéndose la risa. En respuesta bajé la mirada y mis mejillas comenzaron a enrojecer.
--Al parecer está recobrando la memoria...
--No sabía que cantabas...-- ella reía mientras se imaginaba a mi versión pequeña montando ese espectáculo. – Pero sí, está recordando. Cada día más.
Nos miramos ambos con una sonrisa pegada en los labios.
--Y bueno tortolitos, ya tengo los resultados—dijo Tony entrado en la sala seguido por Bruce-- ¡Felicitaciones!
--¿Felicitaciones? –fue la respuesta de Peggy.
-- Dime Dr. Banner, ¿hay alguna otra cosa que se dice cuándo un par de ancianos no ha aprendido nada de protección después de tantos años?
-- ¿Nos estás diciendo que seremos padres? –tartamudeé yo, no podía creer lo que estaba sucediendo.
--Pero... ¿cómo es eso posible? –Dijo Peggy.
-- ¿Efectos secundarios? Si quieres lo investigamos a fondo, Peggy. Pero el encargo ya está en camino, eso está confirmado—rió alegremente él.
-- Okey... entonces... seremos padres—se dijo para sí misma--. Seremos padres, Steve—dijo esta vez mirándome a mí. Asentí con una sonrisa gigante, nos abrazamos fuerte, miramos su vientre y nos volvimos a abrazar. La levanté del suelo y comenzamos a girar mientras reíamos.
Apenas pude ver de soslayo que Tony y Bruce también reían, pero en este momento no podía dejar de pensar en Peggy y en nuestro hijo.
--Bueno, bueno—Dijo Stark intentando ponerse serio--. Demasiada felicidad para estas cuatro paredes..., váyanse ya a festejar y a contárselo a todos.
-- Y con respecto al resto de los estudios Sra. Carter, no tiene de qué preocuparse, los efectos de Hydra eran fuertes, pero temporales, y después de más de un año ya casi no hay rastros.
-- ¡Gracias Dr. Banner! ¡Gracias Tony! Por ambas noticias... -- Dijo Peggy, con lágrimas de felicidad en su rostro y sujetando mi mano.
--No tienes de qué agradecernos, ahora váyanse, sean felices.
Salimos del edificio y mi teléfono comenzó a sonar.
--¿Hola?
-- Quién diría que el pequeño Steve algún día se convertiría en el héroe americano, se casaría con la mujer de sus sueños y tendría un hijo... Felicitaciones amigo...
--¿Bucky?
-- El mismo que se metía en peleas callejeras por tu culpa.
--¿Dónde estás?
-- Miren la azotea del edificio de enfrente.
Peggy, que estaba atenta miró al edificio de enfrente cuando se lo señalé.
Sonrió y saludó.
--¿Cuándo te volveremos a ver?
-- Ustedes, no sé. Pero sepan que siempre voy a estar cuando me necesiten... --asentí desilusionado, pero entendía que todavía no era el momento para que Bucky volviese. – Por cierto, dile a Peggy que se veía muy bella el día de su boda, y que aunque no pude acompañarla hasta el altar como deseaba, estuve allí con ustedes... aunque no me vieran—rió --. Adiós, y suerte con ese nuevo acompañante. Sé que serán unos padres geniales.
Y cortó la llamada, pero sabía que nuestra relación no se había cortado, y no habría nada que hiciera eso. Vimos como su silueta desaparecía, y luego de dedicarnos una mirada cómplice con Peggy, seguimos nuestro camino, recordando siempre nuestro pasado y quienes estuvieron en él pero sabiendo que no estábamos solos en lo que nos deparaba el futuro.
Sé que pasó muchísimo tiempo desde que publiqué en esta historia. Hace muchísimo la empecé y al fin la terminé, y todo gracias a ustedes chicas (ustedes ya saben quienes son) por incentivarme a terminar.
Gracias! Gracias! Gracias! A quienes me apoyaron desde el principio, a quienes se sumaron más adelante, a quienes con paciencia me aguantaron y quienes con sus comentarios y mensajes privados me alentaron!
Steve y Peggy son personajes muy especiales para mí, y me alegra poder darles un final feliz, aunque eso me haya tardado creo que hasta años jaja
Nos vemos por acá o en alguna otra red social si Dios quiere! Sólo me queda decirles gracias nuevamente, y espero que este final sea lo que merecen por la paciencia que me tuvieron!
ESTÁS LEYENDO
Una Segunda Oportunidad || Steve Rogers y Peggy Carter.
أدب الهواة"Comienza tu vida otra vez. No puedes estar esperando toda tu vida por algo que no llegará..." Peggy siempre le decía a Steve que buscase pareja, ya que ella era una anciana, pero él se negaba a dejarla por más que tenga casi 95 años. Cuando Nick Fu...