Capítulo 16

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Han pasado dos días desde la muerte de Fury, y con Natasha hemos descubierto una infinidad de cosas que nunca hubiera creído posibles. Una vez que descubrimos el origen del USB (y escaparnos por poco de agentes de SHIELD), nos dirigimos hacia allí, hacia Camp Lehigh, New Jersey, el lugar donde me entrenaron durante la Segunda Guerra Mundial, con un auto robado. Luego encontramos un ascensor secreto que nos llevó a un sótano repleto de computadoras antiguas, donde había una ranura USB de aspecto más moderno. Sospechoso. Nat conectó el USB en la ranura e inmediatamente las computadoras se encendieron. Estas computadoras contenían el "sub-consciente" del doctor Zola, o una versión computarizada de él. Nos contó de qué manera entró a SHIELD, y con éste, Hydra. La verdad tras la muerte de Howard Stark. Cómo él participó en el Programa El Soldado del Invierno, y que estaba tras el Proyecto Insight, que en realidad era un proyecto para identificar y exterminar posibles amenazas para Hydra. Seguido de habernos dicho esto, SHIELD lanzó un misil hacia nosotros- del cual sobrevivimos- y luego enviaron a Rumlow y el equipo S.T.R.I.K.E para asegurarse de nuestra muerte- de los cueles escapamos.

Nuestro refugio luego del ataque de SHIELD fue en la casa de Sam Wilson, un excombatiente que conocí mientras corría en D.C. Este nos comentó que formó parte de un proyecto militar: Falcon, una prueba de un nuevo tipo de JetPacks con alas.

De vuelta en D.C raptamos a Jasper Sitwell, un importante agente de SHIELD, también Hydra, el cual nos confirmó todo lo que había dicho Zola sobre el Proyecto Insight.

Sí. Demasiada información para tan pocas horas. Pero yo decidí esto: setenta años atrás.

Estábamos en el autopista en el auto de Sam: él conduciendo, Nat cuidando a Sitwell, y yo en el asiento del acompañante; cuando de repente un mano de metal atravesó el vidrio del lado de Sitwell, lo agarró y lo lanzó fuera del automóvil. Oímos unos pasos en el techo y cuando dispararon hacia Natasha desde arriba ella se lanzó hacia mí. La misteriosa persona seguía disparando, así que tomé la palanca de cambio e hice que el auto frenara para que este cayera hacia el asfalto. Dio unas vueltas pero con su mano de metal se sujetó al suelo. Todos nos quedamos muy sorprendidos, ¿quién era ese? : un hombre con un brazo izquierdo totalmente de metal con una estrella roja, cabello oscuro por sobre los hombros, metro ochenta aproximadamente, y la cara cubierta por unos visores y un cubrebocas. Era el Soldado del Invierno.

Natasha le apuntó, pero cuando estaba a punto de dispararle, un auto nos chocó por detrás y nos empujó hacia él. Este se trepó al techo nuevamente y Sam comenzó a frenar hasta que el Soldado introdujo la mano al auto y arrancó el volante, dejándonos sin control. El auto de atrás volvió a golpearnos haciendo que chocáramos contra el divisor de cemento de la autopista. Agarré a Nat y a Sam y usé la puerta a modo de escudo una vez que salimos disparados del él.

El auto atacante frenó y el Soldado del Invierno se bajó del parabrisas y una mujer se paró sobre el techo. Recién ahora que miro bien a nuestros atacantes la veo a ella: cabello castaño ondulado por debajo de los hombros y adornado con una clase de vincha metálica, un cubrebocas al igual que el Soldado, prendas negras y rojas, y armada por donde se viera: pistola en mano, manoplas afiladas, cuchillos en sus muñecas, un cinturón que contenía quien sabe qué y cuántas cosas más. De seguro ella era Hebe.
Ellos eran los que habían asesinado a Nick Fury.

Ella comenzó a disparar a Nat mientras descendía caminando sobre el automóvil. Natasha se protegió con lo que antes se podía llamar el auto de Sam y también empezó a dispararle.

Sam se escondió detrás de un automóvil, supongo que decidiendo a quién podría atacar siendo que él no estaba armado.

Al Soldado del Invierno le concedieron una ametralladora y apenas la agarró comenzó a dispararme. Me protegí con mi escudo y comencé a correr hacia el borde de la autopista hasta saltar para caer sobre un autobús en la calle de abajo y luego al suelo. Él me siguió de un salto. Mientras intentaba perderlo, gritaba a todos los civiles con los que me cruzaba que "corran y que se alejen de allí" hasta que no lo vi más, y ahí fue cuando me escondí tras una camioneta esperando el momento indicado.

Cuando lo vi caminando en silencio frente a mí, buscándome, me di cuenta de que era el momento. Tomé una piedra, la lancé al auto que se encontraba al otro lado de la calle y tomé esa fracción de segundo en que se despistó para tomarlo del cuello desde atrás. Para intentar soltarme debió soltar la ametralladora. Agarró mis brazos alrededor de su cuello e intentó desprenderme, como no pudo, se inclinó con fuerza hacia delante haciendo que yo cayera de espalda y lo soltara. Se puso sobre mí e intentó golpear mi rostro con su brazo de metal; lo esquivé y agarré su brazo con las manos, y con los pies lo pateé y tumbé al suelo. Aproveché ese segundo, me puse en pie y tomé mi escudo. Él tomó una pistola que tenía en su cinturón y me disparó tres veces, mientras yo avanzaba hacia él y luego lo acorralaba. Empecé a golpear su brazo con mi escudo. Con su otro brazo tomó un cuchillo de su pierna e intentó apuñalarme. Una, dos, tres, cuatro veces, que me las ingenié para esquivar y luego golpear su rostro. Esquivé otra vez, y lo pateé. Él dio una vuelta por el piso y volvió a levantarse, esta vez con un cuchillo aun más grande en su mano. Apuntó hacia mi estómago y yo lo agarré con ambas manos; ambos hacíamos fuerza, el para clavarme el cuchillo y yo para alejarlo lo más posible de mí. Logré empujarlo, y luego me agaché y di una patada a sus piernas tumbándolo nuevamente. Desde el suelo intentó tomar la pistola que estaba a solo un metro de él. La agarró y se levantó dándome la espalda por un segundo, el cual yo aproveché para tomarle de la cabeza y lanzarlo sobre mi hombro. Dio unos giros por el piso levantándose enseguida pero sin su máscara que se le había caído.

― ¿Bucky? ― pronuncié en voz alta el primer pensamiento que se me cruzó por la cabeza. Era él, pero imposible, aunque a estas alturas no lo era tanto.

― ¿A quién le dices Bucky?― dijo él y volvió a apuntarme, pero Sam lo pateó en la espalda, luego de haber llegado con su traje alado de Falcon.

Otra vez volvió a levantarse, y con una mirada recelosa y dudosa volvió a dispararme, aunque falló. Y desapareció.

Hice todo lo posible para poder escribir el capítulo, aunque no creo que pueda actualizarlo hasta dentro de dos o tres semanas porque me voy de viaje y no tendré la netbook conmigo (que es donde tengo todos mis apuntes y donde escribo)

Así que... Nos vemos y espero que les haya gustado el capítulo

Una Segunda Oportunidad || Steve Rogers y Peggy Carter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora