-¡LEVANTA TE! ¡AHORA! -Me gritaban. Me levanté de mala gana y la seguí, la tipa me llevo hacia las duchas y me dijo que me bañara rápido. Sin entender obedecí y luego me vestí.
La mujer me llevo a un lugar el cual no conocía de las instalaciones donde se encontraban unas lindas enfermeras, un pequeño comedor y algunas pacientes en los alrededores.Me quede extrañada, el lugar era todo lo contrario a donde me encontraba antes... Aun no entendía ¿a que se debía todo esto?
Una de las lindas enfermeras me dio un cambio de ropa y me llevó a una habitación, me cambia y al salir ya no estaba la tipa robusta.
Salí corriendo e intente escapar.
Fui directo hacia las puertas, pero no había nada dentro de ellas, era como si solo hubieran pegado la puerta sobre la pared.
Intente con las otras y eran lo mismo. Empecé a correr hacia la puerta que me había traído aquí pero al intentar abrirla una de las pacientes se acerco a mi y halando de mi muñeca me detuvo.-No seas estúpida, irte por allí te conducirá a la instalación original. A menos de que quieras recibir unos buenos latigazos comporta te. ¿Que aun no te das cuenta? La que entra aquí, nunca vuelve a salir. -Concluyo y me soltó.
Trague saliva y me deje caer.
Ahora estaba aun mas confundida ¿Instalación principal? ¿Y que se supone que es esto?
Otra de las pacientes me llevó al comedor y sirvió un plato de pasta.
-Come. -Ordenó.
Ella no era una paciente, ni la que me retuvo era paciente, de eso si estaba segura. Ninguna aquí excepto yo lo era.
Empecé a comer y luego de un rato quede dormida.Desperté en una linda habitación y había una mujer observándome desde una silla de ruedas.
Su rostro se me hacia familiar, era la mujer que recordaba caer de las escaleras...
Ella tomaba mi mano y daba leves apretones.
Como un déjà vu recordé a la mujer postrada en una camilla conectada a maquinas apretando mi mano.
Sin saber por que lágrimas empezaron a salir, la mujer también empezó llorar, se acercó a mi lo mas que pudo y me abrazo.
Le devolví el abrazo y todo vino a mi mente de golpe.
Todas las discusiones, las lágrimas, las risas, los desayunos juntas, las salidas, su caída de las escaleras, cuanto la amaba y cuanto ella a mi.-Mi niña... -Dijo ella rompiendo el abrazo.
-Mira te, estas grandisima. ¿Que son esos moretones? ¿Te han hecho daño?-¿Fue mi culpa? -Pregunte de repente. Ella se quedó extrañada por lo que explique.
-¿Es mi culpa que estés así?-No, no lo es, tu no tienes la culpa de nada, fue ese chico, que apareció de la nada.
Voy a sacarte de aquí. Solo debes aguantar un poco ¿Si? -Asenti y Sonreí feliz. Este seria un nuevo comienzo.Luego de unas horas las mujeres me regresaron a la instalación original y fue como si nada hubiera pasado.
Tres días habían pasado desde que mi madre vino a verme, esperaba con ansias que volviera.
Pasaba el tiempo hablando con Matilda y tratando de recordar...-hoy te toca terapia ¿Cierto? -Me preguntó Matilda.
-Si... -Dije sin muchos ánimos.
-Es un nuevo doctor. -Dijo coqueta.
-Y es joven. -Reí ante su actitud y seguí comiendo.
Al terminar me levante, realicé mis otras actividades y una mujer me llevo a la sala donde se encontraba la habitación del psicológico.
Había sido remodelado el lugar, ahora lucía más sofisticado, habían cuadros los cuales lucían sumamente caros y la puerta tenía un nuevo nombre sobre ella: Dr Acosta.La mujer me hizo entrar, y cerro la puerta.
La habitación estaba llena de repisas con libros, una gran ventana que daba vista al árbol, un escritorio grande de madera, una silla giratoria y un un poco mas pequeña.
No había nadie en la habitación por lo que me estaba desesperando.
Pero justo en ese momento entro un hombre, uno bastante joven y se me hacia extrañamente familiar.
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Charlie, Charlie...
FanfictionNo es solo un juego... No, es mucho mas que eso. El esta ahí, pero no es real. Y lo peor de todo, es que si decide jugar contigo: Jamas te dejara solo.