Capítulo 24

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-¡NO! ¡PAPÁ! ¡POR FAVOR! ¡NO DEJES QUE ME LLEVEN!

-Lo siento Maxie... Es la única opción... -Dijo mi padre quien veía como me llevaban. Golpeaba y hacia todo lo posible para qué no me llevaran...
Pero muy en contra de mi fuerza me pusieron una inyección la cual me hizo perder el completo control de mis extremidades.
No podía moverme, o quejarme, sólo veía como me llevaban y me vestían con una ropa de contención.
Charlie miraba todo dentro de la minivan, pero solo yo podía verle, o al menos eso creó.
Las lágrimas salían haciendo me recordar lo ocurrido:

El segundo juicio había terminado, me definieron como inestable mental... Decían que todo había sido parte de mi mente y que debería recibir tratamiento...
Me hicieron un análisis para definir como se encontraba mi mente y dependiendo de como resultara mi destino estaba entre la cárcel y un centro psiquiátrico.

El resultado del análisis saldría en un par de días y hasta salir y que se realizara el último juicio, no podía salir de casa ya que representaba un peligro en potencia.
Estaba entre asesina y loca.

Los análisis habían llegado y el juicio final había comenzado...
Mi vida pendía de un hilo y lo único qué sabía con certeza es que soy inocente.

-¿Como se declara? -Pregunto el juez.

-Y-yo... Soy inocente. -Dije con la voz quebradiza.
Sentía mis piernas flaquear, estaba a punto de desfallecer y así fue...

Desperté en un hospital, lo que ya se estaba volviendo costumbre...
Noté que era el mismo de mama por lo que decidí ir a verla, pero fuera de la habitación me esperaban unos guardias y unas especie de enfermeras que usaban un uniforme diferente al del hospital.
Al verme me capturaron, yo intente con todas mis fuerzas liberar me pero como siempre, fue en vano...
Al escuchar mis gritos otros pacientes salieron de sus habitaciones a observar junto con mi padre y el abogado todo el espectáculo.

-¡NO! ¡PAPA! ¡POR FAVOR! ¡NO DEJES QUE ME LLEVEN!

-Lo siento Maxie... Es la única opción... -Dijo mi padre, yo golpeaba y hacia todo lo posible para qué no me llevaran...
Pero muy en contra de mi fuerza me pusieron una inyección la cual me hizo perder el completo control de mis extremidades.
No podía moverme, o quejarme, sólo veía como me llevaban y me vestían con una ropa de contención.
Charlie miraba todo dentro de la minivan, pero solo yo podía verle, o al menos eso creó.
Y solo pude quedarme así hasta que todo acabo.

Llegamos a un extraño lugar lleno de mujeres, las cuales gritaban y eran llevadas por otras mujeres de aspecto masculino a quien sabe donde y aquellas que forcejeaban eran golpeadas.

Me dejaron en una extraña habitación y después de un rato en que la anestesia perdió su efecto, entro el abogado.

-¡¿QUE RAYOS ESTA PASANDO?! ¡¿DONDE ESTA PAPA?! ¡SÁQUENME DE AQUÍ! ¡¿LO MEJOR?! ¡¿PARA QUIEN?!

-¿Quieres calmarte..? Lo mejor para ti. Si los análisis daban negativo los jurados denotaran que te burlabas de ellos con la historia de Charlie y ya no podría usar la versión de defensa propia, ni tendrías derecho a pagar fianza, pero si daban positivo todo se aclarara como un desliz mental y después de un tiempo de terapia todo estará resuelto y volverás a tu vida normal.

-Entonces... ¿Dieron positivo?

-Efectivamente. Recibirás tratamiento y dependiendo de como evoluciones podrás salir; tómalo como unas vacaciones, en un campamento o algo así... podrás recibir visitas y todo eso, tu padre vendrá seguido. -Dijo levantándose.

-Si... claro... -Dije negando mas para mi misma.

-Todo va estar bien... -Finalizo y se fue.

una mujer entro a la habitación, me aventó unas prendas a la cara y dijo con una gran sonrisa: -Bienvenida al centro mental Clifford

Charlie, Charlie...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora