Muchas cosas habían cambiado últimamente, empezando por mi relación con Tom, que se había puesto en pausa desde aquel día. Eso era lo que más me preocupa, el trabajo había tomado otra dirección y no me estaba tomando muy en serio mi nuevo puesto de Gerente de N&Y. No tenía cabeza para nada más, pues todo estaba en torno a Tom.
—¿Katherine?—Jenna tocó la puerta, y se sentó frente a mi escritorio—. ¿Estás bien?
—Sí, ¿por qué no lo estaría?—dije restándole importancia.
—Has estado muy distraída últimamente—dijo mi amiga, preocupada—. ¿Es por Tom?
Suspiré. —Es por él.
—¿Qué pasó?
—Eso quiero saber, no sé qué pasó. De pronto empezó a distanciarse y...no lo sé, Jenna—dije, afligida. Me vio sorprendida, hasta yo lo hacía porque no entendía cómo me ponía por él.
—¿Ya le has hablado?—insistió.
—Le he mandando muchos mensajes, le he llamado y nada. No responde.
—¿No te has puesto a pensar que tal vez sea por el juicio?
Mi subconsciente me abofeteó y me devolvió el sentido común.
¡El bendito juicio!
—¿Lo ves?—alzó sus cejas y me sonrió tranquilamente—. No te preocupes, todo está bien.
Eso quería pensar, tal vez sí tenía razón después de todo.
Terminé de firmar unos documentos y enviarlos por correo, ya era hora de irme así que guardé unos folders en mi bolso y caminé al ascensor. Me despedí de los trabajadores y fui a buscar a Jenna. Me hizo una seña para que me acercara a su lugar, tenía una sonrisa muy grande en su rostro. ¿Qué tramara?
—Mira lo que te mandaron—me entregó un tulipán anaranjado, lo sostuve entre mis manos y no comprendía—. Tom se disculpa por no dártela personalmente, pero tenía prisa.
Mi sonrisa se ensanchó y no iba a desaparecer por un buen rato. Jenna me codeó y me abrazó, ambas suspirábamos y se sentía tan bien como nunca.
Decidí que era mejor caminar hasta casa y así pensar un poco. ¿En qué estaba pensando cuando creí que a Tom ya no le importaba? Él no era esa clase de hombre, era muy bueno y habíamos cultivado una bonita amistad.
Sólo en algo había fallado, olvidé mi abrigo en la oficina y el viento empezaba a correr más fuerte. El cielo se oscurecía y una capa de niebla lo cubría, ligeras gotas de agua comenzaron a caer y poco a poco se fue transformando en una fuerte lluvia. Corrí al primer local abierto que encontré y me refugié en él, esperé a que la lluvia cesara, pero sólo se intensificó.
La dueña del local se acercó a la ventana y se estremeció cuando escuchamos el sonido de un trueno.
—Tal parece que lloverá hasta la madrugada—me sonrió apenadamente y se fue a atrás del mostrador.
Me maldije por la estúpida idea que tuve al querer irme caminando, por olvidar mi abrigo y ahora estaba aquí atrapada. Entre gruñidos escuché el sonido de mi celular. Lo revisé y vi que tenía tres llamadas perdidas y varios mensajes de Tom.
Tom: ¿Ya saliste del trabajo?
Jenna dijo que te fuiste hace una hora, ¿dónde estas?
ESTÁS LEYENDO
Mi caballero inglés (PAUSADA) (Tom Hiddleston Fanfiction) (Editando)
Fanfiction(PAUSADA) Katherine Rose cometió, lo que podría ser, el peor error de su vida: enamorarse de Tom Hiddleston. Y es que ambos pertenecen a mundos totalmente distintos, sus vidas fluyen por la corriente adversa de la sociedad. Todo comenzó como una in...