La prensa y los programas de chismes decidieron dejar por la paz la supuesta relación de Tom Hiddleston. Eso era bueno, ahora se centraban en su carrera y futuros proyectos.
Ni siquiera mis padres se enfadaron y eso fue increíble.
Nuestra amistad se vio recompensada, al acabarse los ataques, pudimos disfrutar de la compañía de ambos sin importar lo que las personas dijeran.
Me encantaba pasar todo el tiempo a su lado, y no podía creer que ya había pasado un mes y él seguía aquí. Nadie sabía su verdadero motivo por el que seguía en Nueva York, unos decían que era por el juicio, pero nadie tenía la verdad absoluta. Y realmente no importaba el motivo, siempre y cuando pudiera estar con él.
Pero hubo una semana que no supe nada de él. Steph, un amigo de Tom que también se había echo muy cercano a mí, me daba razón de Tom y decía que tenía muchos asuntos que atender y que se sentía muy triste y molesto por no poder contactarse conmigo.
Eso era comprensible, Tom era una persona del medio artístico y tenía muchas responsabilidades, pero eso no quitaba que lo extrañara mucho.
En la oficina todo marchaba bien, Arthur estaba muy complacido con mi trabajo y con la fiesta del Aniversario 30 de N&Y. Aunque no asistí, todo salió muy bien, por todos los noticieros y programas se hablaba de lo que fue la mejor fiesta del siglo.
Creí que se molestaría y que me obligaría a ir a pesar de estar enferma, pero no lo hizo y hasta me dijo que podía tomarme los días que quisiera para descansar. Días que por supuesto aproveché al máximo con Tom.
Al volver al trabajo tendría que empezar a resolver todos los pendientes, y hoy teníamos una junta importante con unos productores. Esta se tardó un poco porque no llegaban los productores, al parecer su vuelo se retrasó más de lo previsto. Así que tenía que esperarlos junto con otros accionistas, entre ellos, John.
Me entretuve mensajeándome con Jenna y me reía de sus aventuras chuscas en recepción. Y en eso, el tono predeterminado para Tom sonó.
Tom: ¿Cómo estas, preciosa? Perdón por tenerte olvidada.
Sonreí tontamente y le respondí lo más rápido que pude.
Yo: Muy triste, me has hecho falta.
Tom: De verdad lo lamento. ¿Qué haces?
Yo: No te preocupes. ¡Estoy en una aburrida junta que ni siquiera a empezado! -.-
Tom: ¡No! ¡Te lo compensaré!
Yo: ¿Ah, sí? ¿Cómo piensas hacerlo?
Se tardó para contestar, pasaron varios minutos y no lo hizo. Coloqué el celular encima de la mesa y lo observé con el ceño fruncido y los brazos cruzados.
—Katherine—la voz de John me hizo volver en sí—. ¿Por qué esa cara?—preguntó, realmente preocupado.
—No es nada, sólo que...—titubeé—. Nada, gracias.
—Oh, espero que no sea algo grave—se inclinó y me dio una sonrisa socarrona—. Y menos con Hiddleston.
—¿Qué rayos dices?—alcé la voz y algunos voltearon a vernos, me tranquilicé y me reincorporé en mi asiento—. No me molestes, Twin.
—No he dicho nada malo, es pura cortesía preguntarle a mi empleada sobre su relación—dijo, sin inmutarse—. No quiero que por tonterías afecten el negocio.
—Yo no mezclo mis asuntos personales con el trabajo—susurré, golpeadamente—. Soy una profesional y con todo respeto, jefe, a usted no le importa mi vida personal.
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Mi caballero inglés (PAUSADA) (Tom Hiddleston Fanfiction) (Editando)
Fanfiction(PAUSADA) Katherine Rose cometió, lo que podría ser, el peor error de su vida: enamorarse de Tom Hiddleston. Y es que ambos pertenecen a mundos totalmente distintos, sus vidas fluyen por la corriente adversa de la sociedad. Todo comenzó como una in...