(Narrado por Katherine)
La oscuridad que antes me había cegado y robado el aliento, ahora poco a poco se disipaba, pero no quería abrir los ojos aun pues sabía que la luz me lastimaría.Estaba en un hospital, el inconfundible aroma me lo decía; pero no quería recordar el motivo por el que estaba aquí. Había bruma en mi cabeza, podía rememorar aquellos momentos de pánico, la presión en mi cuerpo y algunas palabras de aliento cuando parecía no poder más. ¿Quién había sido? Sí, podía recordar esa sensación de paz entre los lapsos de dolor que me doblegaban... luego las sirenas, sonidos de un celular, más voces a mi alrededor, brazos sosteniéndome, ecos, frío, soledad y de nuevo oscuridad.
¿Habría imaginado todo? ¿Sólo había sido un sueño donde alguien escuchó mis ruegos? El pánico volvió a mí, temerosa de que todo hubiera terminado.
Tomé fuerzas para incorporarme, pero mis músculos no reaccionaban, no me obedecían y comencé a temblar. Me removí entre las sábanas tratando de liberarme, pero parecía que no hacía ningún movimiento; y dolía al igual que el ardor que nació desde mi brazo debido a la aguja que traía puesta. Mis párpados aún permanecían cerrados y mi fuerza era nula, pero necesitaba saber que todo estaba bien, que mi bebé seguía ahí. Así que intenté levantar mi mano, no podía... pues alguien más la estaba sosteniendo.
Mis ojos lentamente se abrieron, la luz es lo primero que advertí y, al descender, mi mirada chocó con un par de ojos oscuros, almendrados tal vez, profundos y chispeantes, que se entrecerraron un poco al sonreír.
—Hola, me da gusto que despertaras—dijo él, mientras acariciaba mi mejilla con cuidado—. ¿Quieres que...?
Me alejé bruscamente. No lo conocía, y por un instante la desconfianza de siempre me perturbó, aunque no tanto como el haberle escuchado. Su voz me pareció conocida, pero extrañamente maravillosa, potente, con un matiz grave y a la vez dulcificada. Esa voz que... Espera, ¿Acaso...? ¿Él había sido...? Cerré los ojos otra vez, tenía que serenarme y poner esta situación en perspectiva.
—¿Quién es usted?—le pregunté de una vez, pero sin verlo—. ¿Y qué hace aquí?
—Me llamo Charles—respondió a la defensiva, entonces lo vi—. Y estoy aquí porque creí que sería bueno que alguien estuviera contigo cuando despertaras.
Sus palabras fueron como un golpe a mi mal comportamiento, pero es que no lo conocía, en absoluto, y él ya se tomaba el atrevimiento de tocarme. Sólo que en el fondo, su toque me había calmado un poco ante mi necesidad de sentir el tacto de otra persona. Tom... Diablos, ¿sabría lo que ocurrió?
—El hombre de la llamada... ¿Qué le dijo?
Su semblante cambió y meditó antes de responder.
—Le dije que íbamos camino al hospital, supuse que era alguien importante así que le conté lo que sucedió.
Rogué para mis adentros que no cometiera una locura. Estábamos separados a miles de kilómetros y luego esto... lo último que quería es que algo le sucediera a él.
—... Y lo último que supe es que tomaría un avión cuanto antes.
—¿Mi familia?—preferí preguntar por eso y no preocuparme por Tom. Pero no, no podía fingir que estaba bien—. ¿Alguien se comunicó con ellos?
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Mi caballero inglés (PAUSADA) (Tom Hiddleston Fanfiction) (Editando)
Fanfiction(PAUSADA) Katherine Rose cometió, lo que podría ser, el peor error de su vida: enamorarse de Tom Hiddleston. Y es que ambos pertenecen a mundos totalmente distintos, sus vidas fluyen por la corriente adversa de la sociedad. Todo comenzó como una in...