Capitulo especial (catorce años)

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La tenue luz del sol colada por las ventanas iluminaba los cabellos de aquella chica dándoles un aspecto brillante y dorado, su ceño fruncido y labios apretados inevitablemente hacían que el castaño delante de ella sintiera algo indescifrable en el pecho, sabía que lo mejor que podía hacer antes de irse seria disculparse y tal vez revelarle la verdad pero estaba completamente seguro de no hacer eso jamás, ella le odiaba y no soportaría un rechazo de su parte, no después de estar enamorado de ella desde el jardín de niños, además seguramente donde fuera encontraría a otra chica y.... no, incluso él sabía que nadie nunca podría sustituir a su enana.

-¿Entonces ya puedes quitarte o vas a durar otra eternidad en tus pensamientos?, Tengo que llegar a casa a tiempo y si no me dejas salir mamá va a comenzar a enloquecer- Tyler alzo la vista hacia la chica que permanecía de brazos cruzados frente a él, se suponía que Dan cuidaba la puerta del salón por fuera y que en esos momentos él tenía que despedirse de Hayley e incluso si era posible confesarle la verdad aunque lo último lo dudaba mucho, no era tan valiente.

-Esto... enana, tengo algo que decirte

-Woh, sinceramente esperaba una burla más ¿Qué me quieres decir gigantón?- Los pensamientos del chico eran un líos ¿Qué le quería decir? ¡Ni el mismo lo sabía!

-Tu sabes que yo... que yo me mudare mañana ¿Cierto?- La chica enfoco sus ojos mieles con duda en el rostro entristecido del castaño mientras asentía lentamente. -Pues hay algo que te quiero confesar antes de que eso pase, yo....

-¡Por Dios, Hayley! Al fin te encuentro, tu mamá nos espera en el estacionamiento, hoy nos enseñara a cocinar galletas y.....- Sally se detuvo en la puerta una vez su mirada se encontró con el chico -Hola Tyler, lindo suéter, te queda muy bien

Tyler asintió desganado mientras Hayley tomaba sus cosas y salía con Sally por detrás, esta última le giño un ojo antes de desaparecer de su vista, si tan solo ese giño hubiera sido de su enana...

-¡Alto ahí Sally no puedes entrar o hare que Barnie baile break dance en tu cabeza!

-Dan, ya se fueron no tiene caso- Informo Tyler tomando sus cosas, el recién llegado observo con tristeza a su mejor amigo, no podía ser que una chica lo tuviera así.

-Amigo deberías aprender a mí, yo le hablo bonito a la chica que me gusta y ya vez el lunes, paso todo el día pegada a mí

-Para empezar, Eli te odia y si paso todo el día pegada a ti el lunes fue porque su cabello se atoro en tus brackets y tuvieron que pasar la mañana con el conserje tratando de desatorarlos, no tengo idea de cómo llegaron a esa posición pero conociéndote prefiero no preguntar

-Solo le quería pegar un chicle

-Eso es muy cruel- Tyler lo pensó un momento para después agregar - Es más, se lo hare a la persona que más mal me caiga en el planeta

-A Hayley- Comento Dan sonriendo burlón, él lo sabía todo y aun así disfrutaba molestando a su amigo

-¡No! Hayley es diferente, lo que menos siento hacia ella es odio

-¿Y qué tal Tomas Sanders?- Tyler se encogió de hombros al momento en que alzaba su mochila y se la acomodaba en la espalda.

-Ese tipo me cae pésimo

-Tienes razón, el otro día me dijo demente chiflado solo porque vendí su perro por EBay para conseguir algo de dinero

-Hayley y Eli también te dicen así, además ¿Por qué justamente vendiste su perrito?

-Eso es diferente, Eli me gusta y Hayley me agrada además de que te gusta a ti y lo vendí porque me compadecí de él, ¡te imaginas lo insufrible que es tener ese dueño! ¡No, si yo fuera ese perrito me hubiera escapado al momento de verle la cara de amargado que se carga!

-Solo tiene esa cara cuando te ve a ti o a mí, no siempre

-¡Ha! y para colmo es una doble cara, personas así merecen que mi gato les muerda el brazo

-Tu gato no morderá ningún brazo, ahora vámonos, quiero ver si aún alcanzo a despedirme bien de la enana- Tyler camino hacia la puerta con urgencia mientras Dan lo seguía.

-Bueno, pero recuerda que me prometiste pasar este día conmigo, te extrañare mucho hermano, eh incluso a Eliot, ese pequeño maniaco se comió mis gomitas el otro día, dile que me las debe

-Dan, Eliot tiene cuatro años por más que lo intentes tienes que aceptar que esas gomitas ya an sido digeridas y jamás serán devueltas y si lo son, créeme cuando te digo que no desearías comerlas

-Ese pequeño demonio, llevare a mi primita a que le de unas buenas patadas en su pañal

-No llevaras a la pequeña Katania para golpear a mi hermanito ¿cierto?- Dan subió la mirada al techo inocentemente.

-No...Jamás.... Lo juro por la vida de mi pescado Filomeno

-¿Qué no murió la semana pasada?- Pregunto el castaño elevando una ceja a su mejor amigo

-Si- Y sin decir más Dan adelanto el paso dejando atrás al castaño, segundos después Tyler fue tras él, aun le quedaba despedirse de su enana, el pañal de su hermano menor podía esperar un poco más.

Hey! tu, enanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora