Día ciento ochenta y ocho

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Cientos de murmullos se escuchaban por los pasillos rebosantes de estudiantes adolecentes mientras Tyler avanzaba con paso voraz y decidido en búsqueda de su enana. Esa mañana uno de sus primos se había ofrecido llevarla a la escuela más temprano de lo usual (Cosa bastante extraña en la chica que usualmente desde pequeña solía llegar segundos antes de que la campaña para las clases sonara) pero la única información que logro sacar de la señora Blair (Madre de Hayley) fue que tenían que recoger algunos papeles y hablar con el director de un asunto muy importante.

Todos ahí sabían que Hayley no era precisamente la chica más problemática pero eso no evitaba a Tyler la angustia de pensar que aquello se debía a alguna pelea o mal entendido, tal vez Alisa volvió a decirle que su cabello parecía un arcoíris mal pintado o alguno de sus muchos comentarios hirientes, tal vez Hayley había respondido con algo como "Cállate bruja ponzoñosa" o "Por supuesto, tu comentario me eleva el ego, es lindo que reconozcas que envidias mi fabuloso cabello", como solía hacer tan a menudo, tal vez eso desencadeno una pelea y era la explicación a lo de esa mañana. Tyler deseaba que fuera así, pero muy dentro de si conocía la verdadera razón o creía conocerla, solo deseaba equivocarse.

-¡Ty! ¡Ty!- El castaño detuvo el paso ante los desesperados chillidos a sus espaldas dándose vuelta para encarar así a la chica quien tenía una mano en su pecho respirando agitadamente -¡Dios! He estado tratando de llamarte desde que llegaste a la escuela ¿A caso me ignoras?

-Sally lo siento pero ahora estoy un poco ocupado buscando a Haly, así que si me permites...- Tyler hizo un ademan con su mano indicando gentilmente que se moviera, eso no pareció hacer gracia a la chica que alzo los ojos al techo dejándolos un segundo en blanco mientras cruzaba los brazos sobre su pecho.

-Esto es importante, solo escúchame unos segundos ¿Si?

El chico observo sobre su cuello a los tantos estudiantes caminando por los pasillos, su enana no estaba entre ellos.

-Date prisa- La sonrisa en los labios de Sally se extendió al escuchar esas palabras y sin previo aviso tomo al chico del brazo llevándolo al jardín trasero de la escuela. Tyler estaba indeciso ¿Se resistía? ¿Le decía que siempre no quería escuchar nada? ¿Gritaba como damisela en peligro? (Bien, la última idea la descartaba, definitivamente sonaba más como algo que haría Dan), esa chica nunca le dio buena espina y ciertamente su única razón para hablarle era que se hacía llamar amiga de su enana.

Claro, amiga....

-Bien, escucha. Hayley esconde algo y solo Ely, Ann y yo lo sabemos aunque estoy completamente segura de que tu deberías saberlo, es decir ¿Están saliendo, no?

-Es mi novia

Sally agito su mano restándole importancia provocando que algunos de sus brazaletes chocaran emitiendo un sonido tintineante. –Como sea, ella no te ha dicho nada y yo no estoy de acuerdo

-Es su decisión si me dice ahora o después lo que sea que tenga que decirme, sé que lo hará y eso me basta- La voz de Tyler sonaba segura y tranquila a la vez además de que se lograba percibir cierto cariño en su tono al hablar de Hayley, inevitablemente una horrible sensación se acumuló en el pecho de Sally ¿Eran celos? Ella lo sabía, jamás lo conseguiría, ese amor era terriblemente imposible pero no podía evitarlo.... No, tenía que, Hayley era su amiga.....Únicamente su amiga...

-Escucha, lo entiendo pero.... ella no te lo dirá para no preocuparte y yo estoy segura de ello y ambos sabemos que probablemente cuando te lo diga todo ya será demasiado tarde, no me gustaría que desaprovecharas el tiempo

-¿De qué hablas?- Tyler elevo una ceja, su pecho se estaba comprimiendo, su teoría estaba concretándose a pesar de sus deseos por que no fuera verdadera.

-Cuando las vacaciones de invierno comiencen y la familia de Haly se vaya, ella los acompañara.... Tyler, Hayley se ira cuando esta semana se termine y probablemente no vuelva en un buen tiempo

Eso era todo. Tyler ladeo una sonrisa con la vista perdida antes de caminar al interior de la escuela con la cabeza caída y los puños apretados.

-A mi también me duele...-Susurro la chica ajustando su bolso al hombro momentos antes de seguir la dirección que había tomado el castaño.

Si de algo estaba seguro Tyler desde aquel momento era que no importaba cuán lejos se fuera su enana ella no escaparía tan fácil de él y tenía el plan perfecto. 


Hey! tu, enanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora