Hey! tu, enana

Día ciento sesenta y seis

Gracias enana, no tienes una idea de lo feliz que me hizo este día, comenzando por que lo primero que vi al despertar fuiste tú cantando la canción del feliz cumpleaños a todo pulmón con un enorme pastel en tus manos y luego aquel viaje con el resto de nuestros amigos, fue un grandioso día. Y de tu regalo, no tenías por qué haber comprado aquel aparato, para mí era más que suficiente con un beso, o dos, no, mejor tres, recuerda que soy el cumpleañero.

Cada día estoy más convencido de que he perdido el tiempo todos estos años fingiendo algo que no era y ahora me alegra haber terminado con ello y comenzado con lo que en verdad quería.

Con amor, tu Tyler