Hey! tu, enana

Día ciento cuarenta y tres

¡Bien! Si me distraje un poquito pero en mi defensa también fue culpa de Dan por quedarse dormido después de pedirme que lo enterrara en la arena, además solo paso tres horas ahí y ni siquiera pareció importarle demasiado. Por otra parte Eliot y Kat cambiaron los bronceadores por aceite y.... ahora todos parecemos tomates mal freídos, pero si no contamos eso fue un gran día, excepto por la parte donde Chris se puso a gritar como loco cuando un alga se le enredo en el pie hasta que Ann le dio un zape, entonces se tranquilizó un poco. Eli solo trato de cuidar a los niños pues estos comenzaron a arrojarse arena peleando por que castillo era el mejor y Finalmente cuando estábamos por irnos me obsequiaste un collar muy lindo de piedritas marinas con un corazón en el centro, te hubiera abrazado pero literalmente me duele bastante.

Con amor, Una rostizada Hayley