III.

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-¡¡XIUMIN!!- Grité con todas mis fuerzas a mi compañero para que me ayudara a elegir la ropa que me pondría. Yo no era un chico al que le gustaran las fiestas, no me gustaba prácticamente nada, tan sólo dibujar y bueno, a veces canto en la ducha. Pero soy de estas personas que odian los días lluviosos, no hacen amigos con facilidad, son tímidos, pero cuando ya cojo confianza ya me voy volviendo un poco extrovertido, pero sin embargo con Xiumin es como si le conociera de toda la vida, y es genial sentirme así con alguien al fin.

-Lulu, eres guapo, vas a estar guapo con todas las prendas.-

"-Eres guapo.-"

-¡Xiumin! Los chicos no nos decimos esas cosas entre nosotros.- Le estaba regañando, sí, he decirlo porque, ¡me estaba llamando guapo! ¡me estaba diciendo que le parezco atractivo! ¡Y ambos somos hombres! No puede decirme eso...

-Realmente, tú no pareces un hombre.-

-MIN SEOK.- Le interrumpí con un grito al escucharle decir eso, yo era igual de hombre que él, yo soy un macho, ni siquiera lloro. Él se eschó a reír por mi reacción y por su comentario. Maldito.

-Y en segundo lugar, Lulu, estamos en el siglo XXI, o sea, yo puedo decirte abiertamente que soy gay.- Espera, ¿gay? ¿MI COMPAÑERO DE CUARTO ES GAY? Oh, dios, qué voy a hacer cuando quiera cambiarme, o cualquier cosa. Uf, intentaré no darle importancia ya que es el único amigo que he hecho aquí.

-Pero ayúdame a elegir el conjunto perfecto.-

-Pareces más gay que yo.- Se estaba riendo de mí, se descojonaba literalmente. Le fulminé con la mirada mientras el se reía sobre su cama. Maldita ardilla. Se secó la falsa lágrima que rodaba por su mejilla y se sentó sobre esta para señalar el pantalón negro y roto en las rodillas y la camisa de manga corta de cuadros rojos y negros. -Ponte también las botas.- Este chico sabía combinar.

Me vestí tal y como el me dijo, colocándome una gorra plana sobre la cabeza. Estaba preparado para salir y pasar un buen rato con mi nuevo amigo-ardilla.

Durante el camino a la casa del tal Mich, hablamos de nuestras familias, de experiencias graciosas que tuvimos, hasta me contó como le dijo a sus padres que era homosexual y también su reacción. Estaba contento por conocer a Xiumin, realmente era una persona maravillosa.

Llegamos y la música se escuchaba desde fuera de la casa, había gente por todo el jardín, algunos bailaban, otros charlaban y otros se comían las bocas unos a los otros, pero todos llevaban unos vasos rojos en sus manos. Xiumin y yo nos miramos a la vez, en su cara se podía notar la felicidad y las ganas de entrar, y en el mío... Se podría decir que parecía un niño a punto de entrar al dentista por primera vez. Al entrar allí no se escuchaba lo que nos decíamos el uno al otro, pero se acercó a mi oído para susurrar en este que me esperaba arriba, que allí estaban todos sus amigos. Un escalofrío recorrió toda mi espalda al sentir su respiración tan cerca, mi cuello y mis orejas eran unas de mis partes más débiles, pero jamás se lo diría a mi compañero, pareció hacerle gracia mi escalofrío. Mientras el subía por las escaleras de la casa, yo me dirigí hacia lo que parecía el salón principal de esta, buscando algo para beber.

-¿Buscas a alguien?-

Mi corazón se paró, mis ojos se abrieron como nunca antes, mi respiración se cortó y me quedé estático. La voz ronca, grave, suave y fuerte de Sehun sonaba detrás de mí y yo no sabía como actuar, ni siquiera sabía si me hablaba a mí.

-Te estoy hablando a ti, pequeño.- ¿A-acababa de posar su mano en mi hombro? ¿Me tocó? ¿Qué hago ahora? LUHAN REACCIONA.

-Em, sí, estaba buscando algo para beber.- Al fin pude contestarle y darme la vuelta para verle. Estaba tan cerca que podía sentir su respiración, podía divisar sus pecas y también podía ver sus preciosos y rasgados ojos.

-Toma una cerveza, o mejor, ¿quieres whisky? Ven, tómate unos tragos conmigo.- Ahí estaba yo, siguiendo a Sehun a través de toda la gente que se encontraba en la fiesta. Él me guiaba, me decía que le siguiese hasta donde estaban las botellas de buen alcohol, pero al llegar no sólo había buen alcohol, allí estaba Avalanna, ligera de ropa como siempre, esperando por Sehun y, ¿por mí?

-Al fin llegáis, llevo esperando mucho.-

-Avi, calma, aún no le he explicado nada.- ¿Explicarme? ¿El qué?

Ella se acercó a mí, caminando como una diva, puso sus manos en mis hombros y me acercó más hasta ella, ¿qué se suponía que trataba de hacer? Coloqué mis manos en su cintura, intentando alejarla pero parece ser que sólo le di la confianza suficiente como para que se atreviera a besarme. No sé en qué momento me encontré siguiéndole el beso a Avalanna mientras Sehun miraba y sonreía con una torcida y sensual sonrisa sobre sus labios. Se acercó a mi oído como había hecho antes en la sala.

-¿Te gusta esto? Pues puede ser más divertido si nos aceptas.-

I met him in Paris.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora