XIII.

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-Luhan, ¿qué ocurre?-

-Soy idiota, Mamá. Quiero volver a Beijing contigo.- Hablaba con mi queridísima madre vía telefónica. Mi voz sonaba como la de un niño pequeño al que le acaban de quitar su chupete favorito.

-Cariño, no me digas eso, ¿sí? Hemos trabajado mucho para conseguir que estés ahí, estudiando artes en la escuela más prestigiosa en ese ámbito, ahora lucha por demostrar que realmente eres el mejor, hijo mío. Eres el mejor, nada puede contigo.- Mi madre y sus maravillosas palabras siempre conseguían lo imposible.

Sin duda iba a acostarme con Avalanna y Sehun, no iba a echarme atrás, Sehun esperab que lo hiciera y no le daría el gusto.

-Gracias, mamá. Te adoro.-

-Y yo a ti, mi niño.-

Después de esa llamada con mi madre me dirigí a la casa de Sehun ya que él había estado intentando comunicarse conmigo durante horas. Hablaríamos cara a cara.

Dos golpes. Dos golpes exactos en su puerta, así él sabría que era yo quien llamaba a esta.

-¿Luhan? ¿Sabes cuánto tiempo llevo intentando llamarte?-

-¿Querías hablar? Pues hablemos.- Dije distante, tenía que demostrarle que yo era fuerte y también podía ser más chulo que él.

-¿Qué es eso de "Acepto"?- Parecía confuso y algo enfadado.

-Pues que acepto, acostarme con tíos no es mi estilo, extraño las maravillas de una mujer.-

Su cara. Parecía que se descomponía lentamente al oír mis palabras. Yo estaba disfrutando a más no poder.

-¿Qué quieres decir con eso?- Tartamudeaba y sus manos estaban temblando. Sus ojos caídos, no era capaz de mirarme.

-Cariño, sólo acepté por Avalanna.- Se lo dije con asco, desprecio y arrogancia. Así como él me trataba a mí.

Sí, debo decir que estaba mintiendo, estaba mintiéndome a mí mismo, realmente me atraía Sehun, pero yo no podía seguir así, mis demonios me persiguen y Sehun ya es demasiado como para sumarle mis problemas.

-No tiene sentido.- Al fin habló, después de un silencio incómodo, después de que yo me levantara del pequeño sofá en el que estaba sentado para dirigirme hacia la puerta.

-¿Qué?- Di media vuelta para verle, de repente él estaba cerca, muy cerca. Apoyó fuertemente sus dos manos a cada lado de mi cabeza, dando un golpe con cada una contra la puerta, haciendo que mis ojos se abrieran y mi cuerpo chocara contra la puerta.

-No.- Lo dijo seco, cortante, con el ceño fruncido y se acercó más a mí, cosa que yo creía imposible. Sentí su respiración mezclarse con la mía y ya tenía sus labios sobre los míos, besándome salvajemente. Él tenía sus ojos cerrados y yo no podía tenerlos más abiertos.

Intenté separarle de mí, pero su fuerza era mayor a la mía y para colmo colocó sus manos en mi nuca, haciendo que el beso fuera más intenso.

-Sehun.- Dije sobre sus labios intentando que se separara de mí, sin embargo él aprovechó que abrí la boca para que nuestras lenguas se encontraran e hicieran una pelea entre ellas por llevar el control.

Decidí dejar se luchar por quitármelo de encima, ¡hasta yo sabía que había estado esperando esto desde la última vez! Él bajó sus manos hasta mis caderas, apretando su cuerpo contra el mío, haciéndome saber cuánto había estado extrañando mi cuerpo. Yo coloqué mis manos sobre sus mejillas, buscando más profundidad y, a la vez, jugando con su precioso y perfecto pelo. Se separó buscando aire para respirar, y me tomó por mis muslos para subirme a su cintura. Lo hice sin más, rodeé su cintura con mis piernas y coloqué mis manos en su nuca, jugando con su pelo de nuevo mientras acariciaba con mi nariz la suya.

Llegamos a su habitación y me colocó sobre la cama lentamente. Íbamos lento, estaba siendo algo tierno, algo íntimo. Me quito la camiseta lentamente y yo hice lo mismo con la suya para luego desabrochar la bragueta de su pantalón. No quitaba mi vista de su cuerpo, y su penetrante mirada se clavó en mis manos mientras estas le desnudaban poco a poco.

-Luhan.-

Elevé mi cabeza para poder verle y que continuara hablando.

-Esto no es un capricho mío, de verdad me gustas.- Trague saliva sin saber qué decir. Realmente había estado esperando esto desde que me lo encontré por los pasillo de la universidad la primera vez, pero ahora me había quedado mudo completamente. -Y si estás seguro de querer hacer el trío con Avalanna y conmigo...- Se acercó a mi oído para susurrar el final de su frase. -Que sea por mí.-

Se colocó sobre mí y entre mis piernas, colocando sus manos a ambos lados de mi cuerpo, empezó a besar mi cuello, dejando varias marcas en este, después siguió por mi clavícula, llegando a mi pecho. En este se entretuvo con uno de mis pezones, mordiéndolo y lamiéndolo, haciéndome sacar varios jadeos. Su lengua recorrió todo mi abdomen hasta llegar a donde comenzaba mi pantalón, el cuál sacó lentamente de mis piernas. Luego pasó su lengua por mi notable erección, sin quitar el bóxer de en medio aún. Me quería hacer suplicar.

-Sehun...- Gemí su nombre en cuanto empezó a mover sus labios sobre mi erección.

-¿Sí?-

-Fóllame.-

I met him in Paris.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora