Después de interminables intentos de que Sehun se apartara de Xiumin, me fui del pasillo, salí corriendo por la puerta principal. Salí corriendo de esa maldita universidad, sin rumbo ninguno.
-¡Luhan, espera! ¡Luhan!- Escuchaba gritos detrás mía, seguro era Sehun, su voz le defensa a la perfección.
De verdad que no le entendía, era celoso, sin embargo él no para de besuquearse con su novia en la mesa del comedor. Decía que me quería, y al cabo de dos días ya estaba con Avalanna. Me follaba y luego se follaba a Avalanna. Era un completo lío para mí, no entendía nada y yo no quería ser juguete de nadie, debía hacer algo para hacerle entender que yo no era suyo, yo sólo disfrutaba del sexo con él y punto. Debía buscarme a alguien y pasar de Sehun, demostrarle que yo valgo más que unos simples polvos, sería lo mejor.
Llegué a un lugar en donde no había casi nada, prácticamente lo único que había eran unos bancos antiguos. El sitio estaba intacto, lleno de árboles en pleno verano y decorado de hermosas flores por todas partes. Me senté en uno de los bancos de la zona, observando a la gente llegar y abandonar el lugar, como el tiempo pasaba y el sol se escondía. Las farolas se encendieron, iluminando el lugar con sus luces. Eran unas luces con tonos azules y rosas que hacía en lugar mucho más tranquilo y bonito.
-Luhan, llevo horas buscándote.-
Me sobresalté al escuchar su dura y penetrante voz, giré mi cabeza para encontrarme con Sehun sentado justamente a mi lado, mirando a las luces tan delicadas y bonitas que desprendían las anticuadas farolas.
Miré su perfil, observando su maravilloso y delicado perfil. Tenía una piel perfecta, los labios, la nariz, sus cabellos, sus ojos, su manzana de Adán. Todo él era perfecto, pero tenía problemas graves de bipolaridad y, sobre todo, era un cabrón cuando se trataba de mí.
-Lo siento.- Oh, por dios, Sehun disculpándose, que alguien traiga la cámara de vídeo, necesito recordar estopor el resto de mi vida. -Me pasé, realmente llevaba mucho tiempo, desde que llegaste, viendo el trato que teníais, como él te miraba, como no paraba de preguntar por ti cuando no estabas. Estallé.
-Sehun, no puedes estar celoso. Tú y yo sólo follamos, tienes pareja y, además, es una chica.- Aparté mi mirada de su rostro para poder fijarla en las espléndidas luces del lugar.
-No digas eso.- Me contestó molesto, cortante e irritado. ¿Qué coño le pasaba ahora?
Un silencio incómodo absorbió el momento, estuve a punto de levantarme e irme, pero volvió a hablar, impidiéndome cualquier acción.
-No quiero que estés con él.- Celoso, de nuevo.
-No puedes pedirme eso ya que fue el primer amigo que hice aquí, es mi compañero de habitación y tú no eres nadie para exigirme semejante cosa.- Me levanté indignado y cabreado por su comportamiento, parecía un niño de quince años.
-Luhan.- Tomó mi muñeca antes de que yo pudiera alejarme de él. Giré mi cabeza para que siguiera hablando, por lo que él continuó. -Tengamos una cita, sin tener que acabar follando, una cita.-
-Sehun, no voy a salir contigo mientras tienes novia, una novia que te adora, no entiendo el porqué, pero te adora, si hasta se ha ofr...- Cada vez hablé más lento hasta quedarme sin habla, yo había aceptado ese trato, yo había aceptado acostarme con Avalanna y Sehun. Mi corazón dejó de latir durante unos minutos y Sehun fijó su mirada en mí, frunciendo el ceño y empezó a hablar. Mi cerebro no procesaba sus palabras, sólo era capaz de pensar en que cuando Avalanna y él me lo dijeran, yo me acostaría con ellos. Help. Noté como comenzaba a mareame y me agarré a los brazos de Sehun para mantenerme de pié. No, por favor, ahora no.
Ahora todo estaba en negro.
"-Luhan. Luhan, despierta. Por favor despierta. Luhannie. Hannie. Han. Lulu. Ciervito. Por dios, Luhan, no quiero perderte. Te quiero, Luhan, joder. Te adoro. Te amo. No me dejes.-"
TAN, TAN, TAN, TAAAAAN. ¿Qué será lo que le pasa a Luhan? Todo se sabrá en el próximo capítulo, ¡espero que os haya gustado!
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I met him in Paris.
Fiksi PenggemarYo odiaba la lluvia, los días grises en los que nada productivo podía hacer, odiaba los sitios nuevos y tener que conocer gente nueva. Pero, cuando él llegó a mi vida, me rompió todos los esquemas, mi existencia había cambiado por el simple hecho de...