-Kai fue mi mejor amigo, hasta que ambos nos enamoramos de la misma chica y ella decidió dejarnos a los dos.- Le hacía daño hablar de esto, pero necesitaba saberlo.
-¿Qué pasó con ella?-
-Kai y yo nos fijamos en ella cuando estábamos en nuestro primer año en la universidad, ella era mayor que nosotros, más experta y más divertida. Los tres éramos buenos amigos hasta que ella empezó a jugar con nosotros, nos tocaba sabiendo lo mucho que nos atraía, me tocaba y miraba a Kai o viceversa. Un día pidió que nosotros nos tocáramos, y ella comenzó a masturbarse delante de nosotros, fue ahí cuando me di cuenta de en que nuestro trio de amistad se había convertido, pero eso sólo hizo que ella me atrajera más y más. Kai y yo combatíamos por su amor mediante el sexo hasta que yo conseguí follármela sin Kai, ella sólo repetía mi nombre, sólo se corrió por y para mí, pero me sentí para la mierda. Había fallado a mi mejor amigo, le había arrebatado a su primer amor, por lo que decidí dejar de verla y ella se alejó de ambos, tan sólo dijo que quería divertirse y se había aburrido de nosotros.-
-Sehun...-
-No, no he acabado. Después de eso, Kai me echó toda la culpa, por yo no querer seguir en ello, se alejó de mí, me hizo sentir una mierda, y perdí a mi mejor amigo de la infancia para siempre.- Me miró con su mirada fría, pero rota. Sehun estaba roto.
-Hunnie.- Me levanté de la silla y le besé, con mis manos en sus mejillas y mis ojos cerrados, le besé lo más tierno que pude. Él colocó sus manos en mi cintura, llevándome hacia atrás, donde supuse que se situaba mi cama. Abrí mis piernas, dejando que se situara entre ellas y él pareció entenderlo, ya que fue justamente lo que hizo. Él comenzó a bajar los besos por mi cuello, haciéndome estremecer cada vez que su respiración rozaba mi cuello, soltando algún que otro jadeo. Sus manos expertas, recorrían mis ingles, acariciando y rozando, de vez en cuando, mi miembro ya excitado. -Sehun... Xi-Xiumin podría... llegar en cualquier-cualquier momento.- Mi voz y mi respiración agitada demostraban mi excitación, pero realmente no quería que Xiumin nos viera así.
-Luhan, eres mi pareja, cualquiera puede vernos así ahora que estamos juntos.- ¿Cómo estaba tan calmado?
En un rápido movimiento me coloqué encima de él, deostrándole que yo también podía llevar el control. No me gustaba ser la pasiva de relación. ¿Qué dices, idiota? Sabes que te encanta que Sehun te la meta hasta el fondo. Sí, vale, me encanta la sensación que me brinda Sehun cada vez que follamos. ¿Brinda? Oh, por dios, Luhan se ha puesto fino.
-¡Joder!- Grité en alto sin darme cuenta.
-¿Qué-é pasa?- Sehun no era capaz de respirar casi, y yo ahora estaba cortando todo el momento por culpa de mi estúpido alter ego.
-No, nada.-
-¿Luhan?- Una voz, una rota y dolida voz conocida me hizo sobresaltar. Me quité de encima de Sehun casi saltando, mirando a Xiumin en la puerta, con ojos llorosos y la mandíbula apretada.
-Xi...-
Se fue, por lo que yo le sdguí, escuchando los gritos de Sehun. Gritaba mi nombre. ¿Estaría volviéndome a pasar lo mismo?
-Luhan, basta, no le persigas.- Una mano tomo mi muñeca, haciendo fuerza para que nos miraramos. Sehun me miraba como si intentara descifrar alguna clave que era incapa de descubrir.
-Sehun, es mi amigo.-
-Dejó de ser o en cuanto le empezaste a gustar.- Sin duda alguna, Sehun estaba molesto. Y el por qué de su estado no lo sabía.
-Pero yo le quiero, y voy a luchar para que permanezca a mi lado.- Me zafé de su agarre y seguí mi camino a paso apresurado, siguiendo a Xiumin hasta llegar a los baños, donde lo encontré llorando.
Al verme intentó secarse las lágrimas e irse, pero en seguida me interpuse en su camino hacia la puerta, colocándome en medio. Ninguno dijo nada, tan sólo pasé uno de mis pulgares por su mejilla, borrando todo rastro de las lágrimas que pasaron por ese lugar.
-Ve con él.- Su voz sonaba rota, y su mirada me esquivó al decir esas palabras.
-Xiumin, somos amigos, jamás dejaría que lloraras por un idiota como lo soy yo.- Tomé su mentón para que elevara su mirada y me viera, cosa que él hizo y yo le brindé una sonrisa tierna haciendo que otra se esbozara en sus labios.
No hizo falta decir nada más, yo sabía que él no quería una amistad y él sabía que yo no quería otro tipo de relación, por lo que decidimos dejarlo estar y seguir como antes, siendo buenos amigos. Volvimos a nuestra habitación, para mi sorpresa, Kai estaba allí, sobre mi cama y esperándome con esa sonrisa chulesca que le caracterizaba.
-Creo que tú y yo debemos hablar.-
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I met him in Paris.
Fiksi PenggemarYo odiaba la lluvia, los días grises en los que nada productivo podía hacer, odiaba los sitios nuevos y tener que conocer gente nueva. Pero, cuando él llegó a mi vida, me rompió todos los esquemas, mi existencia había cambiado por el simple hecho de...