I met him in Paris.

IV.

-¿Cómo eres capaz de ofrecerme esa idea? No, ni de broma pienso tener una relación con vosotros dos. Si no pienso tener una relación con una persona, mucho menos con dos.-

-Pero, Luhan por favor, piénsalo un poco.- Avalanna me suplicaba mientras Sehun no decía nada, parecía que esto había sido un calentón suyo y que él debía aguantarlo. A mí Avalanna no me atraía, no me gustaba ni nada pero, Sehun, oh Sehun. Él tenía un poder especial sobre mí, esa mirada de desinterés por todo, esos labios, esa mandíbula, su altura, su sonrisa, sus cejas, todo él era la perfección ante mis ojos. Pero, jamás me había atraído un chico, nunca los había mirado como le miré a él desde el primer día. Él. Él. Él. Es en lo que pienso desde que le vi por primera vez.

-¿Qué se supone que debo hacer? Yo, yo jamás lo he hecho con otro hombre. No me atraen los hombres, ni los tríos. Además, me gustan las cosas serias, no los calentones absurdos.- Miré a Sehun con los brazos cruzados esperando a que él interviniera en la conversación, que dijera al menos una palabra. Tan sólo mantenía su penetrante mirada en mí, observándome como si yo fuera una obra de arte. ¡ARTE! MAÑANA EMPIEZO MIS CLASES DE ARTE. Me levanté corriendo de la silla en la que me había sentado cuando se ofrecieron a explicarme todo, dirigiéndome a la salida, pero en cuento tomé el pomo de la puerta noté una mano sobre mi muñeca. Me tiró hasta que mi cuerpo dirá media vuelta, haciendo que estuviera en frente y a unos centímetros de distancia de su cuerpo, del cuerpo de Sehun, que aún me miraba como antes lo hacía. Se encargó de que los centímetros desaparecieran, acercando su cara a la mía, haciendo que sus labios y los míos rozaran hasta besarme de un modo apasionado y ¿posesivo? No podía ser, apenas nos conocíamos. Se separó lentamente de mis labios, dejándome ver su hermosa y pícara sonrisa torcida para susurrar sólo para mí.

-Poco a poco, pequeño, poco a poco serás mío.-

Fui corriendo en busca de Xiumin, no supe reaccionar ante lo que me dijo Sehun, tan sólo salí corriendo en busca de mi amigo. Fui hacia la parte de arriba de la casa, donde me dijo que estaría junto a sus amigos. Grité su nombre por todas partes, pero gracias a la música excesivamente alta, no creo que pudiese escucharme. Lo pude ver en uno de los sofás que estaban rodeando una mesa, riendo, hablando y bebiendo con los que supuse que eran sus amigos. Me acerqué a la mesa corriendo, apoyando mis dos manos en ella con algo de fuerza para captar su atención.

-Xiumin hyung, necesito que nos vayamos.- Todos fijaron su mirada en mí, algunos estaban borrachos y parecía que uno de esos era mi amigo.

-¡Ah! Lulu, te presentaré a mis amigos. Este es Tao.- Un chico alto, rubio, algo moreno de piel, con unos ojos un tanto distintos pero también rasgados. -Él es Lay.- Un chico muy guapo, cara amigable, pero parecía ir fumado, oh, tenía un hoyuelo encantador. -Y él es Kai, hoy no estamos todos pero bueno.- Moreno, alto, pelo oscuro, ojos penetrantes, casi tanto como los de Sehun. Sehun.

-Encantado.- Me dispuse a hacer una pequeña reverencia para luego poder tomar la mano de Xiumin y llevármelo para poder hablar con él a solas. Lo llevé a la habitación más cercana, la cual estaba vacía. -Necesito que nos vayamos ya, por favor.-

-¡Luhaaaaan! Vinimos a divertirnos, diviértete, bebe un poco, baila, besa a alguien.- El problema es que ya me han besado, y dos personas de distinto sexo, que además, querían hacer un trío conmigo.

-Xiumin, por favor.-

-Debí haberme ido con Chan y Baek, seguro se lo están montando bien.- Susurró, intentando que yo no le escuchara pero iba tan borracho que no era capaz de controlar el volumen de su voz. -Vámonos, pero me debes una, Lulu.-

¡Aleluya! Al fin llegamos a la habitación, yo ya me encontraba en la ducha, intentando olvidar todo lo que acababa de pasar hace casi una hora. El agua caía por mi rostro y cuerpo desnudo, mientras yo sólo podía pensar en los labios de Sehun, en el beso de Sehun, en la mirada de Sehun, es las palabras de Sehun. En Sehun. Sin duda alguna, me estaba volviendo loco. Maldito Sehun, ¡sal de mi cabeza! Pasé mi dedo índice por mis labios recordando el roce de los suyos, excitándome por tan sólo pensar en ello. Llevé mi otra mano a mi desnudo miembro, rodeando la punta de este con mis dedos, comenzando a tocarme imaginándome que era él, gemidos salían de mi boca, empezando a masturbarme con mayor rapidez, apretando un poco más haciendo que mi voz se pusiera ronca, mi respiración agitada y gemidos saliendo de mi boca constantemente. Los jadeos también fueron presentes en cuanto noté que me vendría pronto. Arriba, abajo, arriba, abajo. Constantemente pensando en él.

-Sehun-ah.- Y me corrí sobre mi mano, gimiendo su nombre sin él llegar a tocarme, ni verme, ni escucharme, ni estar cerca de mí. Realmente, esperaba que Xiumin tampoco me hubiese escuchado, me sentía algo sucio ahora mismo. Me acababa de masturbar pensando en otro hombre, un hombre con novia y un hombre que prácticamente no conocía. Luhan, idiota.

-Poco a poco, pequeño, poco a poco serás mío.-