Sehun me abrazó, intentando calmarme. Encontrarme con él ahora fue lo mejor que me pudo pasar.
Al cabo de media hora nos encontrábamos en su coche, yendo hacia un café que el conocía desde pequeño. Cuando llegamos me encontré con un café precioso, era estilo vintage y lo dirigían unos camareros muy bien vestidos.
-Bienvenidos.- Nos atendió una chica con el pelo corto, lo llevaba sobre los hombros. Llevaba una bandeja y una carta en sus manos, y una preciosa sonrisa dibujada sobre sus labios. Nos llevó hacia una mesa redonda que se situaba frente al ventanal principal del local. -Díganme, ¿qué van a tomar?-
-Dos cafés con leche y doble de azúcar. - Respondió Sehun sin importarle lo más mínimo cuál era mi elección, aunque había elegido bien sin duda.
-Perdone, señorita. ¿Podría traerme un croissant?- Pregunté a la camarera tan agradable, realmente tenía hambre y quería aprovechar este momento y acompañar el café con algo de comer. Asintió con la cabeza mientras su sonrisa saguía intacta y se fue hacía detrás de la barra para preparar todo.
-Y dime, ¿por qué gritaste que yo no era real? ¿por qué estabas tirado en el suelo tapando sus oídos?- Dijo mientras me miraba muy seriamente.
-Esto... Yo...- La camarera nos trajo los cafés y mi croissant, brindándonos una nueva sonrisa. -Yo estaba escuchando voces.- Dije bajando la voz, tomando la taza de café entre mis manos para que me proporcionara calor. Estaba avergonzado y no quería hablar del tema, tan sólo quería saber qué estaba haciendo el chico, que se encontraba sentado frente a mí, conmigo.
-SOMEONE CALL THE DOCTOR!- Gritó divertido, haciendo que varias personas centraran su atención en nosotros y yo le miré con enfado, pidiéndole que bajara la voz. -Luhannie, ¿qué escuchabas?- Esta vez sí que lo dijo más bajo, aún sonriendo por su satisfactoria frase en inglés. Llevó sus manos a su taza para beber de esta, sin quitarme la vista de encima.
-Era... Tu voz.- Sí, lo susurré casi para mí. Noté como el calor aumentaba en mi cara, haciéndome saber que mis mejillas estarían rojas en este mismo instante.
-¿Y qué te decía para ser exactos?-
-Algunas cosas eran producto de mi imaginación, y otras simplemente... fragmentos de recuerdos junto a ti.- Sorbí mi café, mi mirada estaba posada en la mesa ya que no era capaz de verle en este momento, esto era demasiado vergonzoso para mí.
-Hm... Así que...-
-¡SEHUN! ¡MI AMOR!- Sehun fue interrumpido por una voz femenina y chillona, chillaba como si una gata estuviera pariendo.
-Hola, Avalanna.- Le sonrió ¿falsamente?
-Ah, ¡si es Luhan! ¿Cómo estás, pequeño?- Vaya, esta chica era una bipolar. Cuando Sehun no estaba delante me trataba como una mierda, es más, me hacía comentarios racistas todo el rato.
-Bien, gracias.- Soy un puto cortante cuando me lo propongo, y esta niña asquerosamente repelente conseguía sacar mi lado más cortante.
-Em, ¿ya te has pensado lo que te hemos propuesto Hun y yo?- Me preguntó mientras cogía una silla para sentarse al lado de Sehun, colocando su cabeza sobre su brazo.
-Sí.- Sehun me miró con intriga, bebiendo más café.-
-¿Y bien?- Preguntó ella con esperanza en sus palabras. Puta.
-Acepto.- Dije mirándola con superioridad. La mandíbula de Sehun chocaba contra el suelo en este instante y en mis labios se dibujó una sonrisa torcida a causa de su gesto. Ambos se miraron y yo tomé mi taza de café entre mis manos para volver a beber de esta.
¿En qué lío me acababa de meter?
Notaaaaaa: Siento muchísimo que este capítulo sea tan corto, peeeero realmente tiene que acabar aquí. Pronto haré maratón, yay. ¡Espero que os esté gustando, baes!
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I met him in Paris.
FanfictionYo odiaba la lluvia, los días grises en los que nada productivo podía hacer, odiaba los sitios nuevos y tener que conocer gente nueva. Pero, cuando él llegó a mi vida, me rompió todos los esquemas, mi existencia había cambiado por el simple hecho de...