Sehun es un completo idiota, desde que le dije que no quería meterme en sus polvos con Avalanna, ha estado todos los días besándose con ella delante mía, bueno, podría decirse que se comían la boca el uno al otro y, también se podría decir que Avalanna no sólo quería comerle la boca. Luhan, celoso. Mi subconsciente hablaba y me daban ganas de apalearme cuando me decía esas cosas a mí mismo. Maldito Sehun, y maldita su llegada a mi vida.
-Hola, Luhan.- Su voz era irritante, era peor que un grano infectado en el culo.
-Hola, Avalanna.- Le saludé con una sonrisa totalmente fingida ya que debía soportarla a la hora del almuerzo debido a que se había vuelto consrumbre que vinieran a la mesa en la que Xiumin, Chan, Baek, todos los demás y yo nos sentábamos. En realidad éramos un buen cúmulo de personas en esa mesa. -Sehun.- A él sí que no le sonreí, no lo merecía, tan sólo me limité a hacer un gesto con la cabeza en su dirección y de mala gana volví a centrarme en mi comida, de repente se había vuelto de lo más interesante.
-Lulu, ¿tienes novia?- Por poco escupo la comida que ya se encontraba en mi boca. ¿A qué venía esa pregunta, Xiumin?
-¿Qué?- Le pregunté con una clara cara de confusión, me sorprendía esa pregunta y más ahora, con todos los que ya eran mis amigos. Incluso Sehun y Avalanna esperaban impacientes que la respuesta adecuada saliera de entre mis labios. -No, no tengo.-
-¿Y novio?- Esta vez no fue Xiumin el que preguntaba, se trataba de Sehun. La primera vez que me habla desde que me negué a ser su juguete sexual.
-¿A caso te importa a ti eso?- Pregunté con asco y rabia, me habla sólo para saber si sigo libre para sus tríos, me daban arcadas de tan sólo pensarlo.
-Cariño, te he preguntado por algo.- ¿Cariño? Espera, ¿qué? Demasiadas confianzas, este chico me sacaba de mis casillas, seguro que dentro de unos minutos ya estaría comiéndole la boca a su novia de nuevo. Porque es su novia, Luhan. Maldito subconsciente de mierda.
Me levanté arrastrando la silla, haciendo que chirriara y que me miraran todos los del grupo, cogí mi bandeja y me fui hacia la salida, sin no antes dejar la bandeja en su respectivo sitio.
Ya me encontraba en el césped de la institución, bajo el gran árbol que tanto adoraba. Recuerdos llegaron a mi cabeza de la vez que Sehun y yo nos encontrábamos en este mismo lugar después de descubrir a mi amigo masturbándose mientras gemía mi nombre. Ahora Xiumin y yo volvemos a estar bien, no lo hemos hablado ya que me daría vergüenza tocar el tema, pero he decidido olvidarlo y así poder seguir con nuestra amistad.
-Aquí estás.- Giré mi cabeza para ver quién era el dueño de esa voz que me había sacado de mis pensamientos.
-Oh, hola, Sehun.- Le saludé con indiferencia mientras volvía a girar mi cara para no tener que verle, no tenía ganas ahora de aguantar su sonrisa burlona.
-¿Qué ocurre? ¿Por qué me tratas como si te asqueara?- Parecía confuso e incluso entristecido. Hipócrita, pensé.
-Porque me das asco, ¿no te paraste a pensarlo?- Seguí sin mirarle, pero en ese momento noté una fuerza mayor a mí que me tiraba contra el césped. Tenía a Sehun encima mía, con su mano izquierda agarrando mis muñecas para que no pudiera moverlas y sus dos piernas a cada lado de mi cuerpo me había inmovilizado.
-No puedes decirme eso.- Su mirada, no era burlona, es más, podía jurar que daba miedo. Sus ojos estaban más oscuros que de costumbre, tenía una mirada fría, pero dolida. -¡No puedes decirme eso, Luhan!- Me estaba gritando, además acercaba demasiado su rostro al mío, me estaba poniendo nervioso, tenía miedo de Sehun. -No te he hecho nada...- Como si leyera mis pensamientos, se calmó, susurrando cerca de mi cara, haciendo que su respiración se conciertiera en la mía.
-Suéltame, Sehun.-
Me besó, estampó sus labios contra los míos de una forma posesiva, salvaje y completamente necesitada. Poco a poco fui dejando de oponerme y no pude resistirme más, desde el beso en las taquillas lo necesité, tanto como él a mí. El soltó mis muñecas, permitiéndome colocar mis manos entre sus rubios cabellos, profundizando el beso, beso que tanto tiempo había estado esperando. Maldito Sehun y su poder sobre mí.
-Eso significa que tanto asco no te puedo dar.- Ya cuando nuestra respiración flojeaba nuestros labios se separaron, quedando a escasos centímetros de distancia.
-Cállate.-
-Cállame.- Y así como lo dijo, esa sonrisa burlona apareció en su rostro, sonrisa que besé cortamente. Uno, dos, tres, seis, besos cortos y luego mordí su labio inferior, atrayéndolo hacia mí para volver a profundizar el beso. Su lengua rozó contra mis labios, pidiendo permiso para entrar entre ellos, permiso que yo acepté. Empezamos una guerra de lenguas, un baile en el que ambos queríamos llevar el mando, pero él lo ganó, él y su experiencia. Se estaba rozando contra mi cuerpo, haciéndome saber que se estaba empalmando, sonreí sobre sus labios para después llevar una de mis manos a su entrepierna y apretar sin llegar a hacerle daño. El gimió sobre mis labios y se separó para susurrar.
-Espérame de nuevo a la salida, iremos a mi casa.- Su voz ronca podía expresar lo deseoso que estaba de mí, tan sólo de mí.
-Sehun... Ya te dije que yo no quiero...-
-Tú y yo sólos.- No podía resistirme a él, y no quería hacerlo tampoco. Iba a disfrutar de Sehun, uno de los chicos más deseados de toda la institución. Y bueno, él iba a disfrutar de mí, porque no es por fardar, pero con los chicos que he tenido relaciones sexuales han salido completamente satisfechos. Luhan, céntrate en Sehun, lo tienes delante ahora mismo, esperando tu respuesta.-Te esperaré a la salida, pero tú y yo sólos, Sehun.-
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I met him in Paris.
FanfictionYo odiaba la lluvia, los días grises en los que nada productivo podía hacer, odiaba los sitios nuevos y tener que conocer gente nueva. Pero, cuando él llegó a mi vida, me rompió todos los esquemas, mi existencia había cambiado por el simple hecho de...