—Con cuidado.—me dice mientras le acomodaba el cabestrillo.—Gracias.
—Solo esperemos que venga la ortopedista.—el se sienta en el borde de la camilla.
—Detesto este lugar.—pongo los ojos en blanco.—Me estresa.
—Debes saber esperar.—reí un poco sl ver su cara de mal genio.—Tu padre no ha venido, es muy extraño.
—Está en Londres—intenta ponerse de pie pero no se lo permito.—Termina lo que dejé pendiente.
Hubo un silencio por parte de mi, mi mirada se va a la ventana al mismo tiempo muerdo mi labio inferior y juego con mis dedos.
—¿Que ocurre?
—¿Ah?—lo miro rápidamente.—Nada.
—¿Que me quieres decir?—vuelvo y muerdo mi labio inferior.
—Nada, ¿por qué?
—Porque te muerdes el labio cuando quieres decir algo.—dejo de hacerlo.—¿Qué pasa?
—¿Crees que fue un accidente?—el frunció el ceño.
—¿A que te refieres?
—El secuestro y ahora tu accidente.—su expresión se endurece.—No creo que lo que te pasó ha sido un accidente.
—¿Hay algo que no me hayas contado? —suelto un suspiro muy pesado.—¿Alison?
—Cuando estuve en ese lugar un hombre me dijo va hacer que caigan uno por uno y que yo lo veré caer.—el se pone de pie rápidamente y pongo mi mano en su pecho.—Chris cálmate.
—¿Por qué no me lo dijiste? ¿por qué te quedaste callada.—hace una expresión de dolor.
—¡Sientate!—le exijo y me hace caso.—No te lo dije porque no me acordaba.
—Está bien.—relaja sus hombros.
—¿Estás molesto?—niega e inconscientemente le toco el hombro lastimado.
—¡Ahh!
—Lo siento, lo siento.—digo muy apenada.
—Ahora sí estoy molesto.— en eso entra la doctora.
—Joven Chris me alegra verlo bien.—ella mira su gran expediente.—Solo falta firma de su esposa y pueden irse a casa.
—Estos dos días han sido infernales.—la doctora entrecerro sus ojos.
—Ha tenido buena compañera joven Chris.—ella me sonríe.—Es un hombre afortunado. Pero bueno, firme aquí.
Ella me pasa el expediente de Chris y firmo donde me dijo y luego se lo entrego.
—Perfecto. El necesitará terapia en su hombro también masajes.—le presto toda la atención.—Su dolor seguirá pero al pasar los días disminuirá, si el dolor siguen vengan al hospital y me contacta.
—De acuerdo.—le digo asintiendo.
—Así me gusta.—nos sonríe.—Cuídense.
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AMOR POR CONTRATO (Editando)
RomanceTeníamos un contrato donde especificábamos que no éramos amigos y mucho menos novios, aunque pasábamos más cosas de la que pasaban los novios. La relación es tanto difícil de explicarla pero nos era más fácil vivirla, improvisarla, gozarla.