Dejamos el Pasado Atrás.

Comienzan Las Vacaciones.

Capítulo corregido.

13. Comienzan las vacaciones.

P.V. Draco.

Era el día que nos daban las vacaciones. Todo el castillo estaba revolucionado. Los más jóvenes hablaban sobre sus cercanos planes, los mayores, acostumbrados a estas fechas, habíamos preparado nuestro equipaje, y ahora estábamos desayunando. Entre risas y bromas, fue pasando el tiempo, hasta que la directora se levantó.

-Queridos alumnos -sonrió la profesora, mirándonos a todos- A llegado el momento esperado por todos. Hoy mismo regresaréis a vuestras casas para celebrar con las familias éstas apreciadas fechas. Solo desearos unas relajantes y felices vacaciones.

Cuando terminó de hablar, todo el mundo comenzó a aplaudir. La gente comenzó a despedirse y a salir del comedor. Al final, nos levantamos nosotros y nos dirigimos a la puerta. Allí esperamos a los Griffindor y nos dirigimos a las puertas de Hogwarts. Allí estaban mis padres, junto con los Greengrass, los Zabini y los Parkinson. La mano de Hermione se apretó entre la mía, yo le devolví el apretón. La giré hacia mí, agarré su cintura y uní mis labios a los suyos. Ella temblaba, cuando nos separamos, Pansy se acercó saltando a sus padres, que la recibieron con un gran abrazo, mientras que el resto silbaba, provocándonos. Lovegood se acercó con Longbotton y con su padre a nosotros, este último saludo con un tímido "hola", mirando con el entrecejo fruncido mi mano unida a la de Hermione.

-Un placer volver a verle, señor Lovegood -respondió Potter, estrechándole la mano.

-Chicos -interrumpió Pansy, agarrando a sus sonrientes padres de los brazos- Estos son mis padres, Stephen y Cassie Parkinson.

-Un gusto conocerlos, señores Parkinson -saludó Hermione soltando mi mano para estrechársela a los padres de Pansy- Su hija no hace más que hablarnos de ustedes.

-Eres una exagerada, Herms -rio Pansy, separándose de sus padres y abrazándonos uno a uno- Que sepáis que os espero a todos en mi casa. Eso sí... poneros de acuerdo de ir en un día todos...

-Por supuesto -rio Potter, besando la mano de Cassie- Un placer, señores Parkinson.

-El placer es nuestro -rio Stephen agarrando el brazo de su mujer- Si vais a casa en vacaciones, allí hablaremos más relajado y tendido.

-Como usted diga -sonrió Potter, agarrando a la pequeña pelirroja de la mano- Si nos disculpáis... Los Weasley esperan.

Se despidieron de todos nosotros. Y así, nos fueron dejando solos, hasta que nos quedamos Hermione y yo, apoyados contra la pared.

-¡Draco! -oí la voz de mi padre llamarme desde la puerta. Levanté los ojos hacia él y pude apreciar que su rostro estaba tenso y sus ojos mostraban un gran desprecio a la persona que estaba a mi lado- ¡Nos vamos!

-Hola, hijo -se acercó mi madre sonriendo, agarró mi mano libre y la apretó entre las suyas- Ya me la presentarás en otro momento, ahora tu padre no está por la labor...

-Lo siento -susurró Hermione, apretando mi mano, me giré de golpe hacia ella, para comprobar que tenía una sonrisa triste en su rostro- Pero será mejor que me vaya, Draco.

-Hermione -en un acto reflejo, solté la mano de mi madre, que se alejó, dejándonos nuestro espacio y se acercó a mi padre, yo agarré la cintura de la protagonista de mis mayores fantasías y me pegué a ella- ¿No me despides?

-¿Delante de tus padres? -susurró ella, volviendo la cara en sentido contrario a donde estaban mis padres. Poco a poco fue aumentando su temperatura, y el tono rojizo de su cara.