Dejamos el Pasado Atrás.

El Regreso de Viktor Krum.

Capítulo corregido.

16. El regreso de Viktor Krum.

P.V. Hermione.

Habíamos vuelto de las vacaciones. La rutina había vuelto a la normalidad, estudios, exámenes, tardes en la biblioteca, más estudios, más exámenes... Lo que no me impedía pensar en lo que se avecinaba.

Se acercaba el día del regreso de las escuelas Beauxbaton y Drumstang, y yo cada día estaba más nerviosa y estresada. Todos mis amigos intentaban convencerme de que no iba a pasar nada, pero algo dentro de mí me decía que no, que no iba a ser todo tan sencillo.

-Estas exagerando -comentó mi amiga la pelirroja mientras caminábamos por el pasillo hacia el Gran Comedor. Era la hora de comer, las clases de ese día habían acabado y ya era hora de descansar, más o menos.

-No, Ginevra -negué con la cabeza sentándonos en la mesa, junto a Seamus, que nos miró extrañado- Estoy segura de que algo pasará.

-Si tú lo dices... -cambio de tema- ¿Qué te pondrás el día del baile?

-No lo sé -sonreí ante los nervios de mi amiga, que llevaba días inquieta. En ese momento, la directora se levantó y nos hizo callar.

-Queridos alumnos... -comenzó, recorriendo las mesas, sonriendo al pasar por Harry y por mí- Me gustaría informarles que habrá un baile, el próximo 14 de febrero.

Ante esto, todas las chicas comenzaron a aplaudir impacientes, mientras que los chicos decidían a quien invitar.

-¡Silencio! -ordenó la profesora, el Gran Comedor volvió a un absoluto silencio- También me gustaría informarles de la visita de las escuelas participantes del Torneo De Los Tres Magos, solicitándoles un adecuado comportamiento con y para nuestros invitados. Dicho esto, pueden continuar con su comida.

Después de la noticia, todo el mundo siguió con su comida, interrumpiéndola para hablar de la llegada de las escuelas extranjeras, cosa que había causado un gran revuelo. Con tranquilidad, Ginny y yo nos levantamos, riéndonos por un comentario casual que se le había escapado a la pelirroja, cuando alguien me empujó, provocando que me cayera y mis rodillas golpearan contra el suelo. La pelirroja se giró en el acto y apuntó al atacante con su varita. El Gran Comedor se quedó en silencio, centrando su atención en nosotras.

-¿Con quién te quedaras Granger? -rio Rose Zeller, alumna de Hufflepuff apartando la varita de Ginny de un manotazo, mientras yo me levantaba y me miraba las rodillas, rojas por el golpe- ¿Con tu querido mortífago... o con Viktor Krum?

-Eres una asquerosa, ... -reprochó Ginny, acercándose a la tejón, y cruzándola la cara de una bofetada- No sé qué insinúas, bueno, sí lo sé... pero...

-Ginny... -agarré su brazo y tiré de mi amiga hacia la puerta, para alejarnos de todos aquellos murmullos- No merece la pena, pelirroja.

-¿Ha insinuado que eres una buscona y dices que no merece la pena? -explotó Ginny, gesticulando de una manera exagerada mientras caminábamos por el pasillo.

-Yo sé que no lo soy, Ginny -hable apoyándome en el marco de un gran ventanal, mirando al lago- Sé que el hombre de mi vida es Draco, que la luz en mi oscuridad es Draco, que todo en vida es Draco, maldita sea.... y lo mejor de todo es que sé que si Draco me dejara... no podría seguir adelante y me hundiría. No sé qué haría, Ginny. Pueden meterse a Krum por donde les quepa... porque el que tiene mi corazón entre sus dedos es el arrogante y mujeriego de Draco Malfoy.

Cuando termine mi bonito discurso, oí unos aplausos a mi espalda, por lo que me gire. Allí estaban todos, Harry, que agarraba a Ginny de la mano, Theo, Blaise junto a Pansy, Astoria junto a Seamus y Ronald, Luna y Neville, y por último Draco, que avanzo hacia mí y rodeó mi cintura con sus brazos, estrechándome contra él, besando mi mejilla, mientras todos comenzaban a aplaudir de nuevo.