Dejamos el Pasado Atrás.

Comienza una nueva vida.

Capítulo corregido.

18. Comienza una nueva vida.

P.V. Hermione.

Era domingo, me levanté con las habituales nauseas, por lo que corrí al baño y me incliné sobre el inodoro. Cuando me encontré mejor, me lavé la cara en el lavabo, cepillé mi pelo, mis dientes y me vestí con unos pantalones y un jersey, preparé mi baúl, tenía todo guardado, por lo que agarré la carta que la noche anterior había escrito para la directora y salí del cuarto. Me dirigí al Gran Comedor, repleto de gente y sin detenerme ante las miradas, me dirigí a la mesa de los profesores, deteniéndome delante de la directora.

-¿Quiere algo señorita Granger? -me preguntó, juntando sus manos encima de la mesa, miré sus profundos ojos marrones, para después depositar la carta frente a su plato.

-Es urgente, profesora -anuncié, provocando que todas las miradas se volcaran en mí. Un gran murmullo se alzó por todo el comedor.

-Sígame, Granger -habló la profesora, después de atravesar las líneas con sus ojos, avanzando entre las mesas, notaba cada una de las miradas de los alumnos en mi espalda. Llegamos al despacho y me invitó a sentarme en una de las sillas- Me gustaría saber el motivo que la impulsa a esta precipitada decisión.

-Yo... es que... -comencé a jugar con mis dedos, mientras una lágrima se escapaba de mis ojos- Estoy embarazada.

Después de un largo silencio, la profesora volvió a hablar.

-Ya veo... -con una pequeña sonrisa en su rostro se levantó, y me volvió a acompañar al Gran Comedor. No me dejó sentarme, me llevó hasta la mesa de los profesores, donde, frente a todos los alumnos comenzó a hablar- Queridos alumnos, parece ser, que aquí, su compañera Hermione Jane Granger, abandona Hogwarts.

Antes estas palabras, comencé a llorar sin poder evitarlo. Malditas hormonas. Me había preparado mentalmente para esto durante toda la noche, procurando evitar esto, y ahora... Los murmullos volvieron a surgir, mientras unos brazos rodeaban mi cintura.

-Te echaré de menos, Herms -susurró Luna, pasando su mano por mi pelo, para después limpiar mis lagrimas con sus dedos- No llores, lo haces por una buena razón, si no, no lo harías, te conozco lo suficiente como para saber que tienes una razón de peso para hacerlo.

-¿Como... -intenté preguntar, pero más gente se acercó a mí. La primera en abrazarme fue Ginevra Weasley, la que estaba llorando a moco tendido.

-¿Por qué me haces esto? -preguntó, estrujándome entre sus brazos- No puedes dejarme, no por ese imbécil de Malfoy, no por él.

Comenzamos a llorar juntas, mientras que Pansy, Astoria, Luna y Peter junto a Graham, observaban la escena desde la distancia.

-Pelirroja, la vas a desgastar y no podre despedirme yo... -nos interrumpió Blaise, que se había acercado con el resto de los chicos, de los que me despedí uno a uno.

-Jamás te olvidaremos, Granger -rio Theo, abrazándome, haciéndome reír. Esto no era una despedida para siempre, por favor...- Aunque me gustaría saber la razón de esta rápida fuga.

-Jamás lo entenderías Nott -reí, acercándome a las chicas, de las que me despedí, para alejarme por el pasillo entre las mesas, pero antes de salir, me giré y les guiñé un ojo- Nos volveremos a ver.

-¡No lo dudes, Granger! -gritó Luna, provocando las risas de los demás- Tienes muchas cosas que contarnos.

Por última vez, miré a Draco Malfoy, que estaba en su mesa, sin mirarme, sin siquiera levantar la vista ni una vez hacia mí. Por lo que con toda la dignidad que pude, me di la vuelta y me dirigí a mi cuarto. Cogí el baúl y me alejé de Hogwarts. Maldigo mil veces no poder desaparecerme en mi estado...