Capítulo 4: Borrachos y besos.
Maldito vestido rosa, maldito maquillaje, maldita Sam, maldito Adam, maldita sea mi vida.
Estaba sentada en el asiento de copiloto en la camioneta negra de Adam camino a la casa Sam. No sé ni por qué acepté, no sé por qué él aceptó.
Miré por la ventana, crucé mis brazos y empecé a mover la cabeza al ritmo de la canción que sonaba en radio, Sugar.
-Your sugar, yes please. - Oh por favor, haz que pare. - Won't you put a Little down on me, I'm right here, 'cause I need.
-Adam...
-A Little love, a Little simpathy. - Y cambié de estación de radio. - Eres una gruñona, Nat.
-Y tú un loco.
-Gracias. - Sonrío mientras conducía el carro, y de la nada se empezó a reír. - Es gracioso, porque me llamo Adam y el cantante de Maroon 5 se llama Adam Levine. - Siguió riendo.
-No es gracioso. - Negó mientras seguía riendo.
-Te falta sentido del humor, enana. - Rodé los ojos. - Eres enana y la sabes.
-No, tú eres un gigantón, que es diferente. - Rio otra vez, a veces este chico me da miedo. - Y no me digas enana, nunca más.
-Como quieras, enana. - Suspiré.
Respira felicidad, Nat, respira felicidad.
Después de un viaje lleno de canto y apodos, Adam estacionó el auto en la casa de Sam. Yo saqué mi celular para llamarla y a los pocos timbrazos contestó.
-¿Sam? ¿Bajas? - Tosió.
-No creo que pueda, Nat. Me siento mal. - Suspiré, quería pegarle en la cara.
-Baja ahora mismo, Samantha Evans. - Volvió a toser, pero ahora por un minuto sin parar.
-Estoy mal, Nat. Vayan ustedes, diviértanse por mí. - Colgó.
Ese era su bendito plan.
Samantha Evans, esperó que cuando leas esto sepas lo mucho que te odio, con cariño.
-¿Qué dijo? - Guardé el celular.
-Está enferma. - Asintió y encendió el auto. - ¿A dónde vamos?
-A la discoteca. - Empezó a conducir. - Quiero pasarla bien esta noche, hace mucho que no salgo de fiesta.
-Adam, no quiero ir, gracias, déjame ir a casa. - Se mordió el labio ¿Qué manía tiene con morderse su maldito labio?
-Señorita enana, gruñona, agresiva, vamos a salir a divertirnos por hoy y te prometo que el lunes no te daré casi nada de trabajo.
-No. - Sonrío y siguió conduciendo. - ¿Entonces?
-Vamos a divertirnos.
Y así me quedé esperando veinte minutos mientras escuchaba a Adam cantar Drag Me Down de One Direction.
Cuando llegamos a la discoteca había mucha gente, aunque fueran las 8 de la noche, tuvimos que esperar unos cuantos minutos antes de poder entrar.
Al entrar nos separamos, yo al bar y él a la pista de baile. Ordené una gaseosa ya que no tenía ganas de bailar, había venido solo por Sam y ella se "enfermó".
Adam bailaba como loco, las pintas que tiene de chico bueno no son realmente lo que aparentaba en ese momento. Bailando al ritmo de Lean On, Adam comenzó a mirarme y haciendo pasos raros y con mímicas se empezó a acercar al bar, y a mí. Demasiado cerca, otra vez.
![](https://img.wattpad.com/cover/51660395-288-k538662.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El Chico De La Cafetería
RomanceNatalie cambió su vida. A veces te cansas de la rutina y haces cambios drásticos sin pensar. Pocas veces llega todo lo que necesitas en bandeja de plata, pero nada en esta vida es gratis. Adam aceptó ese cambio. A veces muestras tus debilidades a...