Capítulo 20: Demandas.

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Capítulo 20: Demandas.

Desperté a las 12 de la tarde y me encontré con un desayuno en mi escritorio y varios vestidos en mi cama, vestidos de novia obviamente.

Me paré y tomé un poco del jugo de naranja, para luego cambiarme por algo más cómodo. Me puse unos shorts y un polo morado. Mientras comía mi tostada miraba los vestidos, todos eran hermosos. Si tan solo no fueran usados en una boda no deseada sería feliz.

Me empecé a quitar el polo para colocarme un vestido y así decidir que iba a usar y acabar con el sufrimiento, porque supongo que la decoración será arreglada por mi madrina.

Sentí unas manos calientes tocar mi cintura y alguien besar mi cuello, baje rápidamente el polo y me volteé a mirar a Adam sonriendo como nunca. Jamás entenderé cómo puede ser tan feliz con todo lo que está pasando.

-Buenos días. - Dije dándole un beso en la mejilla y él me apretó contra él.

-Muy buenos días, gruñi.

-Deja de espiarme. -Hice un puchero y él se mordió el labio. - No es sano que me espíes cuando estoy a días de casarme. - Bromeé.

-No me lo recuerdes.

-Mira. - Le mostré un vestido y él me abrazó por detrás apoyando su cabeza en mi hombro. - ¿Te gusta?

-Si no te casas con él y lo guardamos para nuestra boda, es perfecto. - Sonreí. - Tu mamá está preocupada, le conté lo que tu padre quiere hacer.

-¿Y qué va a hacer? - Negó.

-No tengo la más mínima idea.

Nos quedamos mirando unos segundos hasta que Adam empezó a besarme.

Pasó sus manos por mi espalda y cadera, siempre cuidando de no tocar demasiado. Y eso era lo que me encantaba de él, que a pesar de sus bromas sabía que nunca sería capaz de hacer algo en contra de mi voluntad.

Jalé su cabeza un poco más para que no tenga que pararme de puntitas, porque era muy alto y eso era algo que también me encantaba de él.

Nos separamos con los labios hinchados y él sonrío pegando nuestras frentes.

-¿Cuándo podremos irnos? - Negué.

-No lo sé, Adam. Pero...

-¿Qué hiciste? - Sonreí como una niña pequeña.

-Digamos que me dejaron invitar a algunas personas e invité a Larry Dunne. - Adam me miró unos segundos. - No podía decir tu nombre, mi padre no me hubiera dejado y fue lo primero que se me ocurrió. - Tomé unos sobres que estaban encima de mi escritorio y le entregué el que decía Larry Dunne.

-¿Y qué voy a hacer ahí?

-Impedir mi boda. - Suspiró.

-Pero...

-Adam, me secuestró, me tiene encerrada y me está obligando a casarme con alguien siete años mayor que yo... Creo que denunciarlo no es mala idea. - Asintió.

-Perdón, es que cuando estas cerca, mi cerebro se pone tonto. - Me sonrojé y él me volvió a besar. - Voy a ir a hablar con tu madre, a lo mejor ella me puede ayudar.

-Cuéntale todo, ella no me abandonaría.

-Yo tampoco, gruñi, yo tampoco.

***

Adam's POV

Salí de la habitación de Natalie para luego dirigirme a la casa de su madre.

Había hablado con ella dos veces ya, pero en ninguna decía algo que me ayudará para poder liberar a Natalie del secuestro de su padre.

Toqué la puerta y ella me abrió dejándome pasar y dándome un café como ya se le hizo costumbre. Y por alguna extraña razón el café me hacía recordar a Natalie, supongo que es porque la conocí en una cafetería.

Ambos nos sentamos en la sala de estar y ella me miró esperando que diga por qué volví.

-Necesito su ayuda.

-No puedo ayudarte. - La miré confundido. - No puedo hacer nada por mi hija.

-Pero... Usted tiene que saber algo que nos ayude a...

-No sé nada. - Suspiró. - Solo sé que me ganó la custodia de Natalie, ahora él me quiere apartar de mi hija.

-¿Cómo le quitó la custodia?

-Él... - Miró al suelo. - Fue donde un juez y presentó algunos argumentos, me ganó. - Dijo nerviosa.

-¿Enserio? Que yo sepa, las cosas no son tan simples.

-Fueron así, cariño. - Tomó del café. - Ya no pude hacer nada.

-¿Segura que eso sucedió?

-S-sí. - La miré esperando que hablé. - Bueno...

-¿Sí?

-Su padre... - Suspiró. - Me amenazó, vino con una pistola en mano y me obligó a firmar los papeles. Luego vio el paquete que ella me mandó, ahí decía la dirección de donde vivía y se fue.

-¿Tiene pruebas de eso? - Miró a la cámara colocada en el techo.

-Sí, pero...

-Tiene que ayudarme. - La miré fijamente. - Su ex esposo quiere casar a su hija con un hombre siete años mayor que ella y la tiene técnicamente encerrada en su habitación.

-Toma la cinta. - Dijo indicándome una habitación.

Entré y vi varios computadores, todos mostraban una parte de la casa y empecé a buscar.

Tardé casi una hora en encontrar la cinta con el momento en el que su padre vino y amenazó a su madre, supongo que eso servirá para una demanda. Así que lo copié en un disco y me lo llevé conmigo al hotel, tenía que recolectar más cosas para hacer una demanda contundente así que fui a la casa de Natalie y esperé a su padre.

Cuando éste salió, lo seguí hasta su oficina.

Llegué y pude ver que tenía un maletín negro y se lo estaba dando a un señor de traje en un auto blindado.

Saqué mi celular y grabé todo lo que estaba sucediendo, entonces lo vi todo.

Ese señor era un narcotraficante y ese maletín tenía drogas.

***

Twitter: @xLovelyComplexx

El Chico De La CafeteríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora