Capítulo 8.

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Vi mi vida pasar en cuestión de segundos. Desde el momento que nací hasta ahora. Recuerdo un fuerte golpe, realmente no sé donde. Note como saltaba el airbag y me daba un fuerte golpe en la cara. Al poco tiempo, o así creo recordar oí el sonido de una ambulancia y a un hombre de fondo gritando que trajesen la camilla. No entendía nada de lo que estaba pasando. Todo cambió en cuestión de segundos. Por más que intentaba abrir los ojos me era una tarea imposible de realizar. Recordé que había quedado con Malú, que una bonita y larga noche nos esperaba. Intenté luchar por abrirlos, pero sentía que me iba...

Narra Malú

Ya ha pasado dos hora y media desde que Vanesa y yo hemos quedado, no me coge el teléfono y no sé que cojones le ha pasado. Estoy asustada, mucho. No sé cuántas tilas llevo ya. Ella es asquerosamente puntual e incluso siempre llega cinco minutos antes, y si le surge algo siempre me llama y me avisa. Esto es demasiado raro, joder, no sé dónde está ni si está bien. No quiero quedarme quita pero no sé muy bien qué hacer ni donde ir. He llamado a su familia y nadie sabe nada, tampoco le he querido decir que lleva dos horas sin aparecer y que no coge el teléfono, no quiero asustarles. Estoy inquieta ¿qué hago? ¿Hacia donde voy? Mil preguntas retumban en mi cabeza y ninguna sin respuesta. Puede que se haya olvidado el móvil en casa y ha cogido un atasco o algo así. Pero... ¿Un atasco a las doce de la noche? Resoplo, me muevo de un lado para otro intentando dar con una respuesta a mis preguntas. Tras pasar veinte minutos sigo sin tener una, al menos, no coherente.

Voy al mini bar y cojo una botella de wisky, no sé si es lo mejor que debería hacer, pero es lo que me pide el cuerpo. Mi cabeza me dice que está con otra, como la otra vez que la encontré en mi cama, que se la está tirando y que se ha olvidado de mí. Que ha huido de todo y que ya no le importo. En cambio, mi corazón, me dice que algo le ha pasado. Pero, como una idiota, hago caso a mi cabeza y ahogo mis penas alcohol.






"Siempre hay que hacerle caso al corazón, siempre acaba teniendo la razón."

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