XIX

754 106 22
                                        


«-Akurah, perdón si te desperté -susurra Otokam, terminando de cerrar la puerta.

Akurah talla sus ojos y enciende la lamparilla de gas, la llama se hace más grande, logrando iluminar el rostro del castaño. Frunce el ceño al notar sus ojos rojos y el resto de lágrimas que no ha podido limpiar.

-¿Qué ha sucedido? -Cuestiona sentándose en la cama, haciendo a un lado la cobijas.

-Am, nada Akurah. Por favor duerme.

-Otokam, por favor no me mientas. Te conozco y sé que algo te ha pasado -frunce más el ceño. Otokam suspira.

-¿Recuerdas... la chica de la que siempre te hablo?

-Sí. ¿Qué con ella? -Aunque ya sabe lo que dirá, se sigue sintiendo intrigado por cómo es que Misuki se lo dijo.

-Bueno... no es lo que yo creía -Akurah se levanta para dirigirse al rustico comedor, se sienta al lado de su amigo y toma su mano, dándole apoyo para que continúe -. No te lo había dicho pero... ella es la esposa del sultán... bueno, esposo -Akurah le aprieta la mano incapaz de decir algo -. Misuki en realidad... no es mujer, sino hombre. Ugh, ¿por qué no me di cuenta?

-...¿Eso es todo?

-¿Ah?

-Creí que sería algo más grave -suspira soltando la mano del contrario.

-¿Más grave? Akurah, él me mintió...

-Bueno, te enamoraste de 'ella' aún sabiendo que es una princesa. Salieron con la conciencia de que si los descubrían, a ambos, les cortarían la cabeza. Si tu propia vida no te importó, entonces ¿qué más da si te ocultó algo como eso? Si de verdad le amas, eso no debe ser un impedimento. ¿O sí?

Otokam suspira colocando los codos sobre la mesa y tomando sus cabellos. Ya antes le ha gustado un hombre, y no niega que Misuki es atractivo y le mueve algo más que el suelo; le mueve el mundo entero.

.

.

-Todo listo su majestad -Ekusu hace una reverencia frente a Nir y Misuki. El carruaje espera a unos metros frente a ellos, ya cargado y listo para el viaje.

-Gracias ,Ekusu -Nir se vuelve para observar a un muy decaído Misuki -. Está bien si quieres esperar a más tarde; a la hora acordada -le toma del cuello, pasando los pulgares por sus pómulos.

-N-no, está bien. Necesito despejarme -le toma de las muñecas -. Nir, podrías... ¿esperar a que vuelva?

-¿Para qué?

-Otokam es un buen chico, te aseguro no dirá nada -suplica -. Además es amigo de Akurah, le tendrá vigilado -sonríe tomando la cintura de Nir -. ¿Puedes prometerme sólo eso? -Nir suspira chocando sus frentes.

-Ugh. Está bien -ambos comparten un beso apasionado de despedida, aferrándose al cuerpo del otro como si jamás fuesen a verse de nuevo, y es que Nir lo sentía así, algo dentro suyo no le dejaba tranquilo y le molestaba; mucho -. Buen viaje, Misuki. Te quiero.

-También te quiero.

-Por favor, cuídate -le besa de nuevo por última vez -. Misuki

-Estaré bien. Tranquilo -le pasa los dedos por la cabellera, con una sonrisa se despide. Sube al carruaje y este parte a la orden del conductor.

Un nudo se le forma en la garganta, los ojos se le llenan de lágrimas y un vacío se instala a su alrededor, sin Misuki, quien le preocupaba; sin Ekusu, con quien habla. ¿Quién le haría compañía ahora?

"Y Si En Otra Vida..."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora