Suspiro batiendo el contenido de la olla con una cuchara de madera, detestaba la monotonía, ya no quería seguir cocinando por obligación, yo no debería de estar haciendo esto, lo mío es inventar cosas, ser libre, ir de aquí para allá buscando otros sabores, otros colores... pero no, de sueños e ilusiones no se vive, no se tiene un hogar. Suspiro, la soledad de mi departamento me está pasando la cuenta, me siento cada vez más viejo, tal vez necesito un respiro, un par de días de vacaciones no le harían daño a nadie, pero... ¿A dónde iría? Aquí hay playas, pueblos hermosos y montañas, no necesitó salir de Iwatobi para divertirme y descansar, aunque es mejor para relajarme.
-Oh, lo siento creí... yo... perdón -me giro y antes de que salga le alcanzo, le acorralo entre mis brazos mirándole a los ojos sorprendido -. E-espacio personal -trata de alejarme pero es en vano.
-¿Qué haces aquí?
-C-creí que... e-este era el baño -arqueo una ceja.
-¿De verdad? No te creo, has estado viniendo a este restaurante por un tiempo y es imposible no saber cuál es el baño, aún cuando este cuarto está detrás de una barra -parece que el cabello de Rin se destiñe y pasa su color a su rostro, tan rojo que me dan ganas de morderle.
-Y-yo...
-Dime el verdadero motivo por el cual has venido o yo mismo tendré que sacar las conclusiones -desvía la mirada tartamudeando -. Querías verme ¿cierto? Apuesto que ha sido eso -cierra los ojos encogiéndose.
Nunca creí que alguien tan respetable como él, un hombre de la ley, se vea tan vulnerable, tan lindo. Tomo su barbilla y antes de que pueda abrir los ojos atrapo sus labios con los míos; entreabro los ojos para ver su reacción, sus ojos son tan rojos, tan grandes; comienzo a mover mis labios con lentitud, quiero que corresponda como la última vez.
Por fin la magia sucede, cierra sus ojos y comienza a seguir mi ritmo lento, sus labios se abren para mí, adentro mi lengua para explorar aquella cavidad, húmeda y suave. Su musculo bucal se mueve de un lado a otro, rozándose con el mío, siento como nuestros dientes de vez en vez chocan entre sí.
Era extraño estar de esta manera, hace menos de una semana nos conocemos y ya nos estamos besando con tanta confianza, como si desde siempre nos conociésemos, como si desde antes fuésemos una pareja que se complementa, que se conoce de pies a cabeza, y es que siento que así es, porque mi corazón no ha dejado de latir con fuerza, ahora lo siento completo, lleno, complementado.
-Ouh -se queja Rin sobando su nariz, la puerta ha sido abierta sin previo aviso provocando que nuestros rostros choquen entre sí.
-Oh, lo siento mucho -se disculpa Nagisa entrando por completo -. ¡Rin-chan! ¿Qué hacen aquí? Y, ¿por qué Rin-chan está tan rojo? -Rin desvía la mirada ocultándose detrás del dorso de su mano.
-No hagas preguntas innecesarias Nagisa. ¿Necesitas algo? -Hace un mohín mirando el techo, tal vez creía que ahí encontraría la respuesta.
-Oh, verdad. Sou-chan te está buscando Rin-chan
-¿Sou-chan? -Pregunta Rin divertido alzando una ceja, pero de pronto los colores le abandonan -. ¡¿Sousuke está aquí?! -Grita en susurros.
Nagisa asiente con su típica sonrisa, entorno los ojos, ¿por qué estaba tan preocupado?
-Oh Dios, oh Dios, esto no puede estar pasando. Dile que no estoy aquí -le señala angustiado para después tomar un gorro de cocina, se posa de espaldas a la puerta para fingir "cocinar".
Fuera se comienza a escuchar la voz de Makoto tratando de detener a alguien, y sé quien es al notar como Rin se crispa. Frunciendo el ceño le tomo del brazo, ambos nos dirigimos fuera del restaurante por la puerta trasera, le acorralo contra la pared de ladrillos y comienzo con un nuevo beso.
![](https://img.wattpad.com/cover/35564658-288-k132216.jpg)
ESTÁS LEYENDO
"Y Si En Otra Vida..."
Fiksi PenggemarLas personas dicen que el destino no existe, que el hilo rojo es solo una leyenda para hacer la vida más bella... pero se pueden ver casos extraordinarios, y tal vez este sea uno de ellos. Haruka tiene sueños donde vive en un desierto, un reino pint...