***NARRA DAMON***
Tal vez hace unos momentos pensaba en hacerle daño, pero ahora que la veo bien y que puedo admirar su rostro, me doy cuenta de lo mal que estaba.
Hace unos segundos que nos habíamos subido a la rueda y cuando por fin nos colocaron en la parte más alta me atreví a mirarla.
Ella se encontraba con los ojos cerrados y la cara un poco inclinada hacia arriba. Pude notar lo mucho que disfrutaba el aire fresco. Me senté de manera que ahora ella se encontraba más cerca de mi, ya que estábamos sentados de frente pero un poco alejados.Iba a decirle todo, que solo trate de jugar con ella, que trate de enamorarla para después votarla como a muchas otras chicas, que al momento de ingresar al instituto tenían que pasar primero por mi para así poder jugar con ellas.
Pero antes de poder decir una sola palabra ella hablo.
-Me encanta la sensación de tranquilidad, el viento en el rostro y sin ningún ruido alrededor, solo yo debatiendo con mi conciencia.-dijo aun manteniendo los ojos cerrados.
Al momento en que ella bajo un poco la cara y abrió los ojos pude notar algo en ella, sus ojos tenían un brillo en particular, pero no uno de alegría pude notar tristeza en esos hermosos ojos.
Sin darme cuenta ya estaba más cerca de su rostro y sin perder tiempo choque mis labios contra los suyos. Creí que se alejaría y que no me correspondería aquel beso, pero para mi sorpresa no lo hizo y se sintió jodidamente bien. Nuestros labios se movían juntos y pareciese que estuvieron hechos el uno para el otro.
Al momento de separarnos por un poco de aire, dije algo que hizo que tanto Astrid como yo abriéramos los ojos como platos.
-Astrid....Te Quiero.-dije en un susurro.
***NARRA ASTRID***
No puedo creer que esto este pasando, Damon me ha dicho que me quiere y gracias a esas dos simples palabras puedo darme cuenta de que aquello que creí sentir antes era solo por esto, por que yo también lo hago. Es por eso que me atreví a hablar.
-Damon... Yo también te quiero.- dije al igual que él, en un susurro. Pero el momento fue arruinado por alguien quien fingió toser, era el encargado del juego quien esperaba impaciente a que terminaramos lo nuestro.
-Vamos.-me tomo de la mano y nos dirigimos al auto.
El camino a casa me pareció más corto y ni Damon ni yo nos atrevíamos a charlar sobre lo sucedido. Al llegar a casa fue cuando rompió el silencio.
-Ya llegamos.-dijo en voz baja.
-Es... Esta bien. Buenas noches Damon.-dije bajando del auto muy avergonzada. Y ese no era mi único problema, si no que, no sabia en que parte se había estacionado Damon y me daba pena preguntarle.
"Mire" discretamente a los lados para tratar de orientarme pero aun así no funcionó. Estaba a punto de avanzar hacia donde creí que se encontraba mi casa pero alguien me lo impidió o mejor dicho Damon lo hizo.-Espera. Yo te ayudo.-dijo rodeando con su brazo mi hombro e impulsándome un poco hacia un lado para comenzar a caminar.-Astrid, creó que.... debemos hablar sobre lo que.... Ocurrió.-dijo algo nervioso al detenernos.
-¿Ahora?-pregunte un poco tímida.
-Si no es ahora después no lo podre hacer.-dijo soltandome de los hombros para colocarse frente a mi y tomar mis manos.-Yo no estoy seguro de lo que sucedió mientras estábamos en la rueda. Y tu sabes que yo no soy de esos chicos que suelen tener un noviazgo, por eso te pido que olvides lo que sucedió.
Mi mundo pareció caer al escuchar las palabras de Damon.
-¿Jayden tenia razón?.-pregunte tratando de contener las lágrimas pero, estaba segura que en cualquier momento no podría más.- ¿Solo era de esas chicas estúpidas que creyeron que serias diferente?
-Lo siento Astrid.-dijo tan despacio que casi pareció un simple murmuro.
-Contestame. ¿Solo fui una de esas chicas?.-dije al borde de las lágrimas.
-Sí.-dijo soltando mis manos ya que en este tiempo permaneció tomándolas.
Fue ahí cuando no pude más y las lágrimas se escaparon sin importar nada.
Se lo que dirán " solo fue un maldito beso, no es el fin del mundo".Pero para mi lo es, ya estoy cansada de que piensen que soy un juguete al que pueden tirar sin importar como me encuentre.
Por eso mismo me di la vuelta y entre a mi casa sin importarme que Damon me hubiera llamado para que no entrara en ese estado, ya que si lo hacia mi madre se preocuparía por mi, pero no me importa necesito llegar lo más pronto posible a mi habitación para así poder desahogarme todo lo que quiera.
Al entrar camine lo mas rápido posible intentando no tropezar hacia mi habitación, por suerte llegue sin problemas. Al estar dentro me tire en mi cama y llore, llore sin importar que me escuchara mi mamá, me lamente de lo estúpida que fui al poder creer que Damon cambiaría y que no era como los demás pensaban, y en especial que no era como Jayden lo había descrito, pero al final de todo me equivoque y el tenia razón.
Después de unos largos minutos lamentandome sola decidí que debía llamarle y hablar sobre como terminaron las cosas.
INICIO DE LLAMADA ....
-Hola... ¿Astrid?.-dijeron del otro lado.
-Hola, ¿podemos hablar?.-pregunte esperanzada.
-Claro ¿por qué no? ¿Mañana a medio día?
-Si esta bien. Gracias.-dije algo triste.
-Astrid. ¿estas bien?.
-No, pero mañana hablamos.
-Pasare por ti, te veo en tu casa para después ir a tomar algo.-y corto la llamada.
Me recoste en mi cama, y cerré los ojos tratando de dormir un poco, pero era imposible no podía dejar de pensar en todo lo ocurrido con Damon.
No volveré a caer, no permitiré que jueguen conmigo una vez más. No me permitiré caer en los estúpidos juegos de Damon Whisley.

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AMOR CIEGO
Teen Fiction*-*PRÓLOGO*-* ¿Que pasa cuando una chica que esta completamente ciega, se encuentra con el chico mas popular, egocéntrico y atractivo del instituto?. Ella es Astrid en algún momento de su vida era en verdad feliz, tenia amigos y una pareja que la "...