CAPÍTULO #9

213 15 0
                                        

-Gracias por traerme a comprar mi material de revelado de fotografías papá.-dije mientras seguía fotografiando cualquier cosa por la ventana del auto.

-No hay de que Astrid, además te incaste frente a mi y te aferraste a mis pies para que no pudiera caminar hasta que aceptara, no tenia escapatoria ¿o si?.-pregunto divertido

-No. No la tenías.-dije burlandome de él.-aun así gracias.-me acerque a él y bese su mejilla, en verdad amaba a mi papá es mi mejor amigo desde que tengo memoria. Gracias a él descubrí que me encanta la fotografía al igual que a él.

-¿Qué quieres hacer luego? Podemos rentar unas películas y hacer palomitas.-dijo emocionado

-¿Hablas enserio? La ultima vez mamá se levanto miles de veces a media noche asustada.-dije recordando aquella noche, me obligo a estar junto a ella hasta que pudiera dormir, lo peor fue que durmió hasta que fueron las 7 de la mañana.- ¿esta vez tu te quedaras despierto con ella? es demasiada tortura para mi.

-Esta bien, esta bien lo are y lamento aquella noche, no debí obligarte a quedarte a su lado.-dijo soltando una risita

-En verdad fue horrible esa noche, no dejaba de mirar a todas partes y decía que la estaban vigilando.-ambos comenzamos a reír.

-Tienes razón pero, Astrid por favor deja esa cámara un momento, se supone que vienes charlando conmigo pero no alejas esa cámara de tu rostro.- dijo cansado de repetirlo.

-Lose pero, ¿qué quieres que haga? Heredé tu don con las fotografías. Esto es lo mio, es mi vida papá. -dije sonriendo

-Ahora es mi culpa. Mira se que es tu vida la fotografía pero, dejala solo un momento.-dijo quitándome poco a poco la cámara del rostro.

En ese momento pude notar como un camión de carga iba directamente hacia nosotros.

-PAPÁ!!!.-grite desesperadamente.
Pero tarde el camión ya había golpeado el auto e hizo q el auto saliera volando, en ese momento el liquido de revelado cayó en mis ojos y no pude lograr abrirlos, después todo es borroso me siento a dolorida y sin fuerza para moverme. Escucho voces por todas partes y siento como me sacan poco a poco del auto, alguien me lleva en brazos hasta una camilla pero, aun no puedo abrir mis ojos, siento como me queman por dentro. Esta sensación de dolor es inigualable, algo que jamas podría ser olvidado. El cansancio se hace cada vez más presente y yo solo puedo dejarme llevar hasta quedar en profundo sueño, del que no se si podre despertar.

Al despertar me doy cuenta que tengo una venda en los ojos y mi pierna derecha y brazo izquierdo están enyesados. Me desespero y trato de quitarme la venda de mi ojos, me duelen y no se que fue lo que pasó.

-Señorita Astrid, lo siento pero aun no puede quitarse la venda hasta estar seguros que ayan sanado las heridas.-dijo la voz de una mujer.

-¿Dónde estoy? ¿Dónde esta mi papá?.-pregunte aun mas desesperada. ¿Qué esta pasando aquí?.-¿Que sucedió? Diga me por favor.-le suplico al borde del llanto.

-Tu madre esta afuera, le avisarle que has despertado para que ella hable contigo ¿esta bien?.- pregunta la mujer con cierto tono de lastima.

Después de unos minutos llega mi mamá desesperada.

-Astrid, gracias al cielo que reaccionaste.-dice acariciando mi rostro.

-Mamá ¿que esta pasando? ¿ dónde esta papá?.-pregunto temiendo la respuesta.

-Hija necesitamos ser fuertes ¿si?.- comienza a decir con voz temblorosa.

-¿Por qué? Mamá ¿dónde esta?.- pregunto preparándose para lo peor.

-Tuvieron un accidente y los dos salieron muy graves pero, Charles aun más.-comenzó a decir y yo ya sentía un nudo en mi garganta.- TU PAPÁ MURIÓ...

Tu papá murió... No dejaba de repetirlo mi cabeza y sin poder evitarlo, comencé a llorar como si mi vida dependiera de ello.

Mi mejor amigo. Mi confidente. Mi defensor. Mi papá, está muerto y yo soy la culpable de ello.

************

-Astrid, despierta Astrid.-escuche que alguien decía y palmeaba mi rostro.-por favor hija despierta.

-Que... ¿Qué sucede?.-logro decir al despertar.

-Tuviste una pesadilla, no parabas de gritarle a tu padre. ¿estas bien? ¿que pasó?. -me preguntaba claramente preocupada.

Un sueño, eso fue, solo otro perturbador sueño pero, fue otro que igual se sintió muy real.

Abrace fuerte a mi madre. Creí que ya no volvería a tenerlos, creí que al mudarme dejaría todo rastro de aquello que ocurrió en mi antigua casa pero, no fue así ellos me seguirán toda la eternidad.

-Tranquila ya paso.-dijo mi mamá para tranquilizarme.

-Fue culpa mía, si lo hubiera escuchado y dejado a un lado mi cámara no habría pasado nada y él estaría con nosotras.-dije en un mar de lágrimas.

-Astrid, no fue culpa tuya, el tipo del camión estaba ebrio y perdió el control, tu no tienes nada que ver con la muerte de Charles.- siempre me decía lo mismo pero, se perfectamente q no es así.

-Lo extraño mamá, él era mi mejor amigo.-dije sollozando.- siempre estaba a mi lado y ahora no lo esta por mi culpa.

-Oh Astrid yo también lo extraño pero, él esta en un lugar mejor. Debemos ser fuertes, tratar de vivir nuestras vidas y así dejarlo descansar en paz.- dijo acariciando mi cabello.

-No puedo evitarlo, cada vez que duermo el recuerdo vuelve a mi.

-Trata de dormir cielo, estaré aquí contigo hasta que logres hacerlo.-dijo besando mi frente.

Nos recostamos juntas en mi cama, mientras mi mamá me acariciaba como a una niña pequeña que acaba de perder su juguete favorito y por arte de magia poco a poco fui cayendo en un profundo sueño, lo peor seria que ese sueño acabaría y yo regresaría a la realidad, a esta cruel vida sin mi papá.

AMOR CIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora