AMOR CIEGO

CAPÍTULO # 43

***NARRA DAMON***

–Tu mataste a mi papá y me dejaste ciega ¿verdad?.– no fue la mejor forma de que lo recordara.

–S.. Sí.–dije cabizbajo no puedo mirarla a los ojos.–sabia que lo recordarías.–solté un suspiro.–Lo..lo siento Astrid.

Levante la cabeza dispuesto a dar la cara, ella se levanto de su lugar y me dio la espalda para después decir:

–Mi padre era lo más importante en mi vida (aún lo es), el que lo hayan alejado de mi lado causo un gran impacto en mi vida...–un sollozo la obligo parar.–era mi mejor amigo. Mil veces hubiera preferido morir yo en su lugar. Pero lo importante es que estuve un tiempo buscando a ese desgraciado que lo había apartado de mi lado, nunca lo encontré, pero nunca creí que estaba tan cerca de mi.–se giro y me observo con esos hermosos ojos los cuales ahora se encontraban llenos de lágrimas.

–No te pediré que me perdones por que eso seria imposible.–me puse de pie y camine hasta la puerta.–no merezco tu perdón cuando te arrebate lo que más apreciabas en el mundo.–gire a verla.

Esta vez ya no podría perdonarme y la perdería para siempre. Seria lo peor que podría  pasarme, soporte perder a Jayden pero no soportaría perderla a ella, se a convertido en todo lo que necesito para poder estar bien y no cometer tantas estupideces, solo ella complementa la mierda que tengo como vida.

–Damon... Por que me has ayudado con lo de Matt. –pregunto curiosa.

–Por que eres lo más importante en mi vida, sin ti soy un completo idiota, Astrid. –sin darme cuenta ya me encontraba nuevamente cerca de ella.–Daría mi vida para que tu estuvieras a salvo.–la tome de ambas manos.

–¿Por qué? ¿por qué estas dispuesto a sufrir por mi culpa? Yo no quiero que salgas lastimado ni tú, ni nadie.–soltó un par de lágrimas.

Las limpie de sus mejillas levemente sonrojadas y le sonreí tiernamente.

–Por que.... Te Quiero, Astrid Pierce.–Astrid abrió sus ojos sorprendida.

Acaricie su mejilla y lentamente me fui acercando a su rostro.

Ya no puedo controlarme más, necesito que me recuerde.
Astrid cerro sus ojos, lo cual di gracias ya que eso quería decir que en verdad esperaba que la besara.

–Yo también Te Quiero, Damon.–abrió sus ojos.

Esta vez el que esta sorprendido soy yo. Sonreí como un completo loco e idiota.
Me acerque un poco más y uní nuestros labios.

Astrid descanso sus manos sobre mi pecho, sonrió sobre mis labios y cuando el aire ya era necesario en nuestros pulmones nos vimos obligados a separarnos.

–Te quiero aunque aveces te comportes como un capullo.–sonrió.

Ese brillo que siempre habitaba en sus hermosos ojos reapareció Y me miraron con la misma intensidad de antes.

Salto a mis brazos y me sujeto con fuerza. Camine con ella en mis brazos y comencé a  recostarla en la cama.

Me separe un poco de su lado y la contemple.

–¿Qué sucede?.–pregunto aun acostada.

–Eres realmente hermosa.–sonrió tímidamente.–sera mejor que te deje descansar.–me aleje de su lado, no quería que pensara que solo me importa el sexo.

–¿Es que acaso me tienes miedo?.–se mofo de mi.–No muerdo Damon.–enarque una ceja. Ella lo recordó, recordó ese día. Astrid soltó una risita.–Ok ok, ya entendí.